La Opinión

El poder a costa de lo que sea

El próximo jueves el Parlamento español votará por la posible permanencia de Pedro Sánchez al frente del gobierno

Published

hace 6 meses

noviembre 14, 2023

El próximo jueves el Parlamento español votará por la posible permanencia de Pedro Sánchez al frente del gobierno, de no concretarse esa posibilidad, España regresará a las urnas para volver a elegir gobernantes, la disputa principal es entre el Partido Socialista Obrero Español (PSOE, en el poder) y el Partido Popular (PP, en la oposición).

Ninguno de estos dos partidos, llamados grandes, han podido manifestar su hegemonía en las urnas y han requerido de alianzas con los partidos más chicos para buscar conformar gobierno, esas formaciones política se han vuelto incómodas por la naturaleza de su filosofía política, lo que tiene trabada la política española.

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En las pasadas elecciones legislativas de julio, el PP de Alberto Núñez Feijóo, fue el más votado con 136 escaños, lo que representó un triunfo muy débil para poder holgadamente conformar gobierno, se requiere 176 asientos para tener mayoría absoluta de un total de 360 diputados.

Es por eso que los partidos más votados han tenido que recurrir a los más chicos, como es el caso del PP, que armó un alianza con el Vox –de corte ultraderechista– que le proporcionó el apoyo de sus 33 asientos, que no fueron suficientes para tomar el control del gobierno español.

La alianza del PP con Vox fue rechaza por otros partidos regionales, que no se quisieron sumar al proyecto de un partido que abiertamente reconoce y admira el franquismo, está en contra del aborto, de la migración, posturas que resultan incómodas para la moderna sociedad española.

Entre los objetivos de Vox está también eliminar el Ministerio de Igualdad y los juzgados de violencia sobre la mujer, y dejar de apoyar o financiar todas aquellas estructuras —institucionales o ciudadanas— que trabajan para la igualdad o contra la violencia machista.

Por esa alianza del PP se volvió su propio enemigo, Vox nunca anda con medias tintas, de hecho en los últimos días y semanas ha hecho campaña abierta contra una posible amnistía contra los secesionistas, que también tiene que ver en estas fórmulas políticas que no han logrado cuajar.

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Por esa razón se abrió la oportunidad del saliente Pedro Sánchez, que milita en el PSOE, pero su problema es similar al de PP, no cuenta con los asientos necesarios (sólo 122) y tuvo que negociar con varios partidos pequeños, pero tiene un especial énfasis la alianza con Junts per Catalunya, que le proporcionará 7 votos, que le abriría la puerta al actual jefe de gobierno para continuar en el poder.

El problema es que Junts per Catalunya, es el partido de Carles Puigdemont, quien en 2017 encabezó un movimiento separatista, el cual pretendía la independencia de Cataluña de España, al fracasar se refugió en Bruselas para no ir a prisión, pero hoy la posible alianza con el PSOE le abre las puertas de regreso al poder.

No sólo eso, el mismo Puigdemont ha dejado claro que sus intenciones separatistas siguen intactas y si se consolida su amnistía volverá con más fuerza para tratar de separar a Cataluña de España, aunque sí de última hora alguno de los partidos locales recula o el mismo Juntas Podemos, lo que le aguadaría la fiesta a Sánchez y al mismo líder catalán.

El proyecto de ley de amnistía, que divide profundamente a la sociedad española, fue presentado (el lunes) en el Parlamento por el PSOE y tendrá que ser aprobado por el Parlamento en cuanto Sánchez sea investido.

Su objetivo es “cerrar heridas” y “resolver el conflicto político existente en Cataluña”, explicó el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, afirmando querer que el texto sea aprobado “a la mayor brevedad posible”.

Según una copia del proyecto de ley, la amnistía atañerá a delitos de orden penal, administrativo o contable cometidos en relación con una consulta simbólica organizada el 9 de noviembre de 2014 y con el referéndum de autodeterminación del 1 de octubre de 2017.

“Esa ley es impecable desde el punto de vista constitucional”, insistió Bolaños. “A las personas que han tenido alguna preocupación les decimos que miren al futuro con optimismo, con tranquilidad”, agregó.

Apoyado en el Parlamento por una parte de los independentistas, Sánchez ya indultó en 2021 a los nueve dirigentes separatistas condenados a prisión por su implicación en la intentona separatista y, al año siguiente, su mayoría reformó el Código Penal para suprimir el delito de sedición por el que fueron condenados.

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Además de la derecha y ultraderecha, parte del poder judicial e incluso algunos dirigentes moderados del Partido Socialista de Sánchez, consideran que la amnistía va en contra de los principios de igualdad y unidad territorial y la separación de poderes.

Bruselas pidió la semana pasada “información detallada” sobre el alcance de la medida. Hablando en un congreso de los socialistas europeos el sábado, Sánchez pidió a la oposición que “acepte el resultado de las urnas y la legitimidad del gobierno que vamos a formar pronto”.

Es probable que Sánchez logre conformar un nuevo gobierno, pero el costo de su alianzas puede ser muy alto, sobre todo, si los separatistas se empeñan a nuevos referéndums para buscar ser independientes, ese puede ser el punto que marca el inicio del fin de la era de Pedro Sánchez. O usted ¿Qué cree?