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Sonora

Vendedores ambulantes de Hermosillo (Sonora) enfrentan los retos de la informalidad

Aunque han sido catalogados como informales, también pagan permisos para poder desarrollar su actividad.

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Vendedores ambulantes de Hermosillo (Sonora) enfrentan los desafíos de la informalidad

Carecer de un establecimiento fijo, sin resguardo de las inclemencias del clima y la inseguridad son solo algunos de los retos o desafíos que enfrentan los vendedores ambulantes en Hermosillo.

Aunque en el rubro económico han sido catalogados como comerciantes del sector informal, también pagan permisos para poder desarrollar su actividad, al menos en la zona histórica y el Centro de la capital sonorense.

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En un recorrido que realizó El Sol de Hermosillo por diversos negocios ambulantes ubicados en la vía pública, en el primer cuadro de la ciudad, se observó que los principales artículos que ofrecen son lentes, gorros, gorras, cintos, pilas, relojes, calcetines, paños y otros insumos similares.

Encargados de este tipo de establecimientos semifijos indicaron que pagan permisos para ocupar un lugar en la calle, impuestos, salarios a trabajadores y los fletes de los productos que adquieren, sobre todo del sur del país.

Al respecto, Anahí encargada de uno de estos locales en el centro de Hermosillo, compartió que enero es un mes de retos, ya que fue un período de bajas ventas, en especial por los gastos que la comunidad realizó en diciembre.

De esa forma se enfrentaron a la llamada cuesta de enero, mencionó, por lo que esperan que en febrero tengan la recuperación que se requiere para cumplir con los pagos y contribuciones que realizan.

“En el caso de este puesto tiene más de 15 años instalado aquí y yo más de un año laborando, pero me doy cuenta de que al igual que cualquier otro negocio se pagan todo tipo de permisos, y la gente cree que no pagamos nada”, expresó.

En ese sentido, comentó que una situación a la que se enfrentan a diario es que las personas al momento de comprar un artículo siempre solicitan un descuento, por lo que no saben que se trata de un negocio con precios establecidos que deben de respetar, de lo contrario no se tienen las ganancias correspondientes.

Además, reconoció que en comparación con los comercios de inmuebles fijos, aquí se sufre el calor, frío, lluvias, el riesgo de un accidente y robo.

Piden no ser conocidos como “informales”

Por su parte, José Luis Partida presidente de la Unión de Comerciantes Ambulantes en puestos fijos y semifijos, dijo que no están de acuerdo que sean catalogados como informales, ya que cumplen con todos los permisos y pagos correspondientes vía impuestos.

La única diferencia es que no están en un edificio establecido para la venta de sus productos, consideró, como lo están los varios comercios en un lugar refrigerado y con servicios básicos.

Resaltó que la Unión la conforman alrededor de 350 vendedores que son personas emprendedoras que a pesar de las bajas ventas que han tenido este inicio de año, buscan estar actualizados en sus productos para salir adelante.

“Nosotros manejamos diferentes giros que van desde artículos personales, flores, y demás como alimentos, esperando mucho apoyo de las autoridades”, externó.

Ante esta situación, esperan más apoyo de las autoridades en materia de gestión y capacitación y que no sólo vean a los vendedores ambulantes como un factor de recaudación.

Solicitud de permisos

Obtener un permiso de comercio ambulante en Hermosillo implica cumplir con una serie de requisitos dependiendo de la modalidad de venta, por lo que, para los vendedores semifijos, es necesario realizar un dictamen de ubicación para evaluar la capacidad del lugar.

Una vez resuelto de manera positiva, se solicitan documentos como copia de la credencial de elector (INE), comprobante de domicilio, acta de nacimiento, carta de no adeudo municipal, foto de la unidad de trabajo, 2 fotos tamaño infantil y, en caso de vender alimentos, una licencia sanitaria.

Alejandro López Parada, director de Inspección y Vigilancia, señaló que los comerciantes que recorren la ciudad deben presentar los mismos documentos mencionados anteriormente.

La diferencia más significativa radica en que este tipo de vendedor tiene la movilidad como característica principal de su actividad, por lo que la licencia sanitaria también es obligatoria en caso de ofrecer alimentos.

En cuanto al padrón, se estima que hay alrededor de mil vendedores activos en la ciudad, abarcando diversos giros como la venta de carne asada, hot-dogs, burros percherones, aguas frescas, dulces, mercería y servicios de aseador de calzado, entre otros.

En el proceso de regulación del comercio informal, se han reubicado ocho negocios por diversas necesidades y se ha cancelado un permiso debido a motivos de salud.

Respecto a las multas por infringir las reglas, los vendedores ambulantes que cambian de lugar establecido en la vía pública pueden enfrentar sanciones económicas que oscilan entre 1 y 150 Unidades de Medida y Actualización (UMAS).

Para regular el comercio informal de manera efectiva, se ha implementado un enfoque de sectorización en la ciudad, al ser los comerciantes invitados a acudir a las oficinas correspondientes para regularizar su situación y obtener el permiso necesario para llevar a cabo sus actividades.

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En términos de costos, los permisos para vendedores semifijos, ambulantes y de áreas rurales tienen distintos precios, siendo de mil 452, 518 y 414 pesos, respectivamente.

Además, se otorgan descuentos del 50 por ciento para jubilados, pensionados, viudas, madres solteras, personas con discapacidad o mayores de 60 años en caso de permisos anuales, este enfoque busca equilibrar la necesidad de regular el comercio informal con consideraciones sociales y económicas.

Comercio formal ve crecimiento del informal

En los últimos años, el comercio informal en Sonora ha experimentado un crecimiento significativo, generando preocupación en el sector formal del comercio.

El presidente de la Federación de Cámaras Nacionales de Comercio (Fecanaco) en Sonora, Martín Zalazar Zazueta, ha expresado su inquietud ante esta problemática que representa una competencia desleal para los negocios organizados.

A pesar de carecer de prestaciones de ley y seguridad social, el trabajo informal ha arraigado en la población económicamente activa, calculando que más del 60% del comercio en el estado se encuentra en esta categoría, y la tendencia sigue en aumento.

Admitió que el comercio informal no solo supone una competencia desleal para el comercio organizado, sino que también presenta diversas aristas negativas.

Con más del 50 por ciento de los empleados laborando de manera informal, la economía del estado se ve sostenida mayormente por el restante 40 por ciento, lo que afecta negativamente la competitividad de Sonora.

La compleja situación económica impulsa a algunos a elegir esta forma de trabajo como su única opción, mientras que otros optan por la informalidad para evadir impuestos y los trámites burocráticos asociados a la formalidad.

En este contexto, se hace un llamado a la atención de las autoridades para abordar de manera efectiva este problema, implementando medidas que fomenten la formalización de los negocios.

Gabriel Benítez | El Sol de Hermosillo

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