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La Opinión

El Salvador va contra las pandillas de Haití: ¿Podrá?

El vicepresidente de El Salvador, Félix Ulloa, fue el designado para apoyar a la República de Haití en su problema de inseguridad y pandillas

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El fin de semana se dio a conocer que El Salvador dará apoyo a Haití en la lucha contra las pandillas haitianas que tienen bajo su control ese país, un reto que pinta muy difícil, porque la isla caribeña es un estado fallido porque todas las estructuras de poder están fracturadas, contrario a lo que no sucede en la nación centroamericana.

El vicepresidente de El Salvador, Félix Ulloa, fue el designado para anunciar el apoyo a la República de Haití en su problema de inseguridad, brindando el modelo del Plan Control Territorial (PCT), como una estrategia sistematizada para luchar contra el crimen organizado y reducir los altos índices de delincuencia.

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Por eso, El Salvador instalará en Haití una oficina para “ayudar” a ese país caribeño, según publicó la Vicepresidencia en redes sociales, la medida y anunció son del conocimiento de Naciones Unidas y se planteó en la pasada reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que se realizó en Buenos Aires, Argentina.

La propuesta es nada despreciable, pero las condiciones son muy diferentes en El Salvador el presidente Nayib Bukele controla el Congreso, al Ejército y tiene una alta popularidad entre los civiles, es verdad que a costa de lo que sea ha bajado los niveles  de violencia, aunque eso represente la violación reiterada de los derechos humanos.

El PCT en el país centroamericano está respaldado por un estado de excepción, que rige desde marzo de 2022 y cada mes es prorrogado por el Parlamento, en 10 ocasiones ha sucedido esto, eso le permite al Ejército y a la Policía actuar con manos libres en todos los sentidos.

En las zonas marginales de El Salvador es común ver a militares o policías allanando casas a diestra y siniestra, evitando reuniones en grupo y violentado los derechos humanos de los salvadoreños, con la finalidad de atrapar a los pandilleros o integrantes de las maras.

Varios medios de información nacionales en El Salvador e internacionales hablan de la ruptura de una tregua entre el gobierno de Bukele y las pandillas, pero eso ha sido negado en reiteradas ocasiones por las autoridades, lo cierto es que estas redadas si han atrapado a muchos delincuentes, pero también a cientos de civiles.

Gente que por sus propias condiciones económicas tiene que vivir cerca de la área de influencia de las pandillas, también han sido arrestados, el problema es que de entrada viven la experiencia de estar en una prisión, su historial se ve manchado con un arresto y que en el mejor de los casos consiguen la libertad bajo ciertas condiciones.

Bukele ha hecho caso omiso a los organismos internacionales de protección de los derechos humanos, sobre sus formas de combatir a las maras y a las pandillas, que surgen en los años 90, después de la guerra civil que protagonizó El Salvador, aunque con todo y esa lucha los niveles de pobreza no han mejorado mucho, parece que la violencia es una herencia maldita que siguen arrastrando de manera histórica.

En Haití las cosas están peor, desde el magnicidio del presidente Jovenel Moïse, en julio de 2022, las cosas empeoraron más, tras un terremoto devastador en 2010 y el paso arrasador de un par de huracanes, que ahondó la crisis política en en ese país que, por ejemplo, hoy no cuenta con parlamentarios ni presidente.

La Policía haitiana está completamente rebasada por las pandillas, que todos los días extorsionan, roban, secuestran y protegen el trasiego de droga, mientras los cascos azules (70 elementos) sólo lo contemplan desde el graderío como se termina de desmoronar la isla caribeña.

Además, los agentes de la Policía son superados en número y en armamento por las bandas, quienes ganan menos de 100 dólares al mes, es por eso que reclaman más ayuda del Estado, aunque la realidad es que el gobierno no tiene recursos para hacer frente a esa solicitud.

Por eso el anuncio de El Salvador de apoyo logístico y estratégico para Haití luce muy especulativo, qué punto va a abordar primero, en qué medida aumentaron los abusos policiacos contra civiles delincuentes o no  y, sobre todo, desde qué punto la estrategia de Bukele aplica en Haití.

A quién le van a pedir que avale un estado de excepción, en Haití no existe una infraestructura carcelaria sería que ayude con las detenciones y finalmente la ayuda de internacional comenzará a fluir, porque en estos momentos parece que nadie se acuerda de que Haití existe, es verdad que se discutió la situación en la pasada CELAC, pero sólo eso.

También es verdad que nadie más que Bukele ha dicho que el entra a ese torito, no es que no haya habido otros intentos, pero prácticamente todos han fracasado incluida Naciones Unidas, desde ese punto de vista si el mandatario salvadoreño logra una pizca de estabilidad seguró se pondría en los cuernos de la Luna en su país y en el contexto mundial. O usted ¿qué cree?  

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