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La Opinión

La guerra abierta entre Estados Unidos y Rusia en suelo ucraniano

Los Estados Unidos de Joe Biden se han metido de lleno en el conflicto entre Rusia y Ucrania con apoyo económico, militar y político

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Hace más de dos meses que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, decidió volverse el justo de la zona del mundo donde vive, y liberar de la nazificación que padecían los prorrusos en la zona del Donbás en Ucrania, pero hasta ahora no lo ha logrado, lo que sí, es que está destruyendo ciudades con la finalidad de mostrar que es el poderoso de la región.

Igual y ya ni se acuerda del propósito inicial de su invasión, hace unas dos semanas dijo que la idea es crear en el sur de Ucrania un corredor costero que uniera a Crimea –que ya le quitó en 2014 a Kiev–, pasando por Mariúpol y por la zona prorrusa de Moldavia.

El asunto primordial para Putin, es mostrarle al mundo que Rusia y su gobernante son poderosos y como a la vieja usanza invadir otros países para mostrar su hegemonía, el asunto es que los tiempos para el mandatario ruso se acortan, para él es clave el 9 de mayo.

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Porque es el Día de la Victoria de la Unión Soviética sobre la “invasora” Alemania nazi (9 de mayo de 1945) en la Segunda Guerra Mundial, o Gran Guerra Patria, como se la denominó en la desaparecida Unión Soviética. Es día festivo en Rusia, Bielorrusia y en la mayoría de las antiguas repúblicas soviéticas.

Putin, con sus aires de zar, tendrá que hacer una exhibición pomposa y muy pública para sugerir que está ganando la guerra en Ucrania.Sin embargo, después de más de dos meses, la guerra se está desarrollando de forma muy distinta a como lo había previsto Rusia.

Aunque, el 9 de mayo, por tanto, podría ofrecer a Putin la ocasión de declarar una “victoria” simbólica sobre Ucrania, una gran demostración de éxtasis patriótico destinada a apuntalar a su audiencia, manipulada y cansada de las sanciones. Pero eso está por verse.

No sólo es por el 9 de mayo, también las sanciones de Occidente comienzan a mermar la economía de Moscú y la respuesta de no enviar gas o petróleo a Europa tampoco ha resultado tan efectiva como pensaba el Kremlin, aquí el más beneficiado con la lucha de sanciones económicas es China, quien los toros desde la barrera.

A medida que pasan los días, los Estados Unidos de Joe Biden se han metido de lleno en el conflicto entre Rusia y Ucrania con apoyo económico, militar y político. La semana pasada estuvieron en la capital ucraniana el secretario de Estado Antony Blinken y el de Defensa Lloyd Austin para reunirse con el presidente Volodímir Zelenski.
De hecho el Secretario de Defensa de EU pronóstico que es muy posible que en plano bélico Ucrania salga victorioso, y por si fuera poco, el sábado pasado la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi también visitó a Zelenski y le dijo que su país va hacer todo lo que esté en sus mano para ganar la guerra.

Es más que claro que Estados Unidos protagoniza una guerra con Rusia y Ucrania es el campo de batalla, desde ese punto de vista la disputa se aplica cómodamente en un tercer país, quien salga con la mano en alto tendrá un bono para sus aspiraciones futuras de poder.

Pero el problema está en quien pierda, para Biden sería casi inevitable enterrar sus aspiraciones reeleccionistas, aunque en este momento lo que urge es que antes del 8 de noviembre se defina la situación en Ucrania, porque son las elecciones de mediano término en Estados Unidos y una caída de Kiev provocará perder la mayoría en el Congreso.

Pero un triunfo, pondría las cosas en inmejorable situación para los demócratas de Biden, incluso los estadounidenses pueden olvidar la forma en que se retiraron de Afganistán o el problema de la migración hacia su territorio. De paso volveríamos a ver un expresidente (Donald Trump) haciendo berrinche y su Partido Republicano dudando de su liderazgo.

En el otro frente, a Putin le urge demostrar que tenía la razón al invadir Ucrania, eso sólo en el plano mediático, en geopolítico lo puede colocar como el nuevo y temible gran líder mundial; al interior de su nación le puede dar un bono para mantenerse sin problemas hasta el 2036 o más si vuelve hacer otra modificación a la Constitución.

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Lo cierto, es que de lo que pase en Ucrania se definirá el nuevo futuro del mundo, la balanza se tambalea hacia la inestabilidad mundial, mucho por las amenazas de Moscú de usar el recurso nuclear, eso nos colocaría en la antesala de un desastre sin precedentes.

No es necesario ir muy lejos, un accidente nuclear precisamente en Chernóbil, hace más de 36 años dejó secuelas muy graves que hoy mismo no se han podido superar, una guerra atómica marcaría el fin de una era y el inicio de otra. Lo peor de todo es que el indeseable desastre estaría provocado por los intereses de políticos que se sienten semidioses. O Usted ¿qué cree?

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