La Opinión

Benigno Martínez Escalante: delirios de grandeza de un dirigente sindical caricaturesco

El secretario general de la sección 12 “Servicios médicos” del SUTGCDMX, en su afán por superar a Héctor Carreón, ha desarrollado una personalidad que raya en la megalomanía.

Published

hace 4 meses

enero 2, 2024

Tyler Palahniuk

En febrero de 2024, Benigno Martínez Escalante cumplirá año y medio en la secretaría general de la sección 12 “Servicios médicos” del Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno de la Ciudad de México (SUTGCDMX).

Durante ese tiempo desarrolló una personalidad egocéntrica en la que sus acciones están afectadas de una grandeza única, con la que oculta actitudes corruptas y acciones en contra de las mujeres.

En ese dirigente sindical nada es auténtico para su desgracia: es un pésimo imitador de su antecesor, Héctor Carreón Garcés, al que le robó la idea de regresar cuotas sindicales de los trabajadores, propuesta que este hizo durante su campaña cuando intentó retomar el liderazgo seccional -previamente lo ocupó ocho años-.

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Benigno triunfó en las elecciones por la dirigencia, gracias a que Carreón Garcés fue obligado unírsele, bajo la amenaza que enfrentaría consecuencias penales por venta de plazas y otros delitos durante su gestión -aquel fue en esa época secretario de trabajo y conflictos de la seccional-. Sin esa alianza el ganador hubiera sido Alejandro Mayén.

Los delirios de grandeza de Carreón Garcés, lo llevaron a comprar títulos profesionales y doctorados honoris causa. Benigno Martínez Escalante se ha decantado por los premios por su labor sindical, por lo que en su corta gestión acumula ya tres. De continuar así pronto superará a Taylor Swift y Brad Pit, y le ganará ampliamente a Fidel Velázquez que en medio siglo al frente de la CTM no logró tantos reconocimientos.

La necesidad que el secretario general de una de las secciones más numerosas del sindicato del Gobierno de la Ciudad de México tiene por ser reconocido, es que obliga a los integrantes de su equipo a que en los eventos a los que asiste la echen porras, mientras posa con el puño derecho cerrado, como si se dispusiera a enfrentar a un enemigo poderoso. La megalomania en su máxima expresión.

Tras Benigno Martínez Escalante van permanentemente tres fotógrafos que registran todos y cada uno de sus gestos, siempre con el puño derecho cerrado, actitud con la que posa frente a los trabajadores y que luego postea en sus redes sociales. Estrategia similar a la que utilizaba Carreón Garcés, quien posaba con el puño cerrado con el pulgar hacia arriba y recurría a los mensajes grabados por su incapacidad para leer correctamente.

Sólo que Carreón Garcés es un dirigente agradable, con ideas propias, una especie de serpiente capaz de hipnotizar con una gran facilidad. Benigno Martínez Escalante en un tipo soso, soberbio, que destaca sólo por su estatura, por lo que ya es conocido como “el alto vacío”.

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El actual secretario general de la sección 12 del SUTGCDMX está en campaña permanente. Hasta ahora no ha alcanzado un sólo logro económico en su gestión.

Toda la parafernalia de la que se ha rodeado, no le alcanza para cubrir sus deficiencias: no es capaz de hilar adecuadamente una frase medianamente larga. Ni siquiera está titulado como maestro en salud pública, del que hace ostentación.

En septiembre, a poco más de un año de gestión, regresó cuotas sindicales a los trabajadores. En realidad fue un fraude que de forma demagógica le permitió quedarse con casi 20 millones de pesos que le permiten una vida de lujos y dispendio.

Entre 2019 y 2022, la seccional estuvo acéfala, al no realizarse elecciones por la dirigencia, al oponerse, los entonces candidatos opositores, el registro de la candidatura de Carreón Garcés para una nueva gestión de cuatro años. La anulación del proceso electoral por la presidencia del SUTGCDMX en enero de 2020 y la pandemia de Covid-19, impidieron que se convocara nuevamente.

A 7 mil 510 trabajadores Benigno les regresó un total de 7.3 millones de pesos de cuotas sindicales correspondientes sólo a 2019, esto es 974 pesos a cada uno, como lo dio a conocer en un comunicado el 11 de septiembre.

Es decir, sólo regresó el equivalente a tres quincenas de cuotas sindicales -segunda de noviembre y las dos de diciembre-, debido a que la gestión de Carreón Garcés concluyó legalmente en octubre de ese año, cuando se convocó a elecciones y no pudieron llevarse a cabo.

Lo anterior significa que la sección 12 “Servicios médicos” del SUTGCDMX, tiene pendiente de regresarles a sus agremiados las cuotas que aportaron durante 24 quincenas de 2020, las 24 quincenas de 2021 y 16 quincenas de 2022 -este último número se debe a que fue electo secretario general en agosto de ese año-.

Un cálculo estima que Benigno debió regresarle a cada trabajador un promedio de 11 mil 950 pesos de las cuotas sindicales que se les descontaron de su salario, durante el tiempo que la sección no tuvo dirigentes y no sólo 974 pesos.

Sólo a manera de ejemplo, a una enfermera con puesto de jefe de servicios, cada quincena se le descuentan 178.40 pesos de cuota sindical.

Esa cifra se explica porque las tres quincenas de cuotas de 2019 que se les regresaron a los trabajadores, sumaron 7 millones 314 mil 700, cifra prácticamente igual a la que fue regresada a los trabajadores.

Faltan 64 quincenas de cuotas de ser devueltas, las que en conjunto suman unos 18 millones de pesos. El fraude es obvio.

Benigno buscará, en agosto de 2026, ser reelecto para una gestión más de cuatro años. Hace unos días posteó una fotografía con Clara Brigada -en su oportunidad también lo hizo con Oma García Harfuch-, con lo que exhibió la necesidad de la candidata de Morena a jefa de la CDMX de garantizar votos, así se los aporten dirigentes corruptos y hostigadores de mujeres.

Entre los negativos que Benigno Martínez Escalante arrastra, destacan dos: acusaciones de su ex novia, Verónica Molina Molina y de la ex delegada al consejo del SUTGCDMX, Marcela Chimal, de golpes en el primer caso, y de hostigamiento en el segundo. Sólo falta que Claudia Cassandra Martínez especifique si paga puntualmente la pensión alimenticia.