La Opinión

Sistema de seguridad y defensa de Israel: ¿Falló o lo hicieron fallar?

Los responsables de seguridad en Israel han visto cada vez más a Hamas como un grupo interesado en gobernar

Published

hace 7 meses

octubre 10, 2023

Todo parece indicar que el Domo de Hierro, el sistema antimisiles de Israel, junto con el sofisticado sistema de sensores instalado en la Franja de Gaza y las agencias de inteligencia –de las más prestigiosas del mundo– fallaron para frenar la nueva ofensiva del Movimiento para la Resistencia Islámica Hamas. O quizá no, porque también parece que el enemigo está en suelo israelí.

Por cómo sucedieron las cosas el pasado fin de semana en Israel, parece que los enemigos de esa nación no son sólo del exterior como el propio movimiento palestino de Hamas; Hezbolá del Líbano, e Irán principalmente, pero eso actores están muy bien identificados por los servicios de inteligencia de Israel, por eso resulta casi imposible de creer que no vieron la ofensiva que se avecinaba.

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La industria israelí de tecnología de vigilancia, como demuestra el escándalo del Programa espía Pegasus, es una de las más avanzadas del mundo. A pesar de todo ello, supuestamente todos los preparativos de Hamas pasaron desapercibidos. Es tal su valor, que la venta de seguridad es una de las principales fuentes de ingresos para Israel.

Para los palestinos en Gaza, la mirada de Israel nunca está muy lejos. Drones de vigilancia sobrevuelan constantemente la zona. La fortificada frontera está llena de cámaras de seguridad y soldados de guardia. Las agencias de inteligencia tienen fuentes y herramientas cibernéticas para reunir mucha información.

El que Israel estuviera en medio de una celebración, el Yom Kipur, también conocido como el Día de la Expiación, la fecha más sagrada del año judío, el día del perdón y del arrepentimiento de corazón o sincero, no justifica ninguna relajación, por el contrario, los sistemas de seguridad deberían haber estado en su máximo nivel por las celebraciones.

Aunque en la realidad, parece que los ojos de Israel estaban cerrados antes de un asalto sin precedentes de Hamas –comparado con los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos y que salda su afrenta con unos 700 muertos y 150 secuestrados–, que se abrió paso por las barreras fronterizas israelíes y envió cientos de milicianos a Israel para realizar el audaz ataque terrestre a unas 14 aldeas.

Las agencias israelíes de inteligencia han adquirido una imagen de invencibilidad durante décadas debido a una serie de éxitos. Israel ha frustrado tramas originadas en Cisjordania, supuestamente localizó a agentes de Hamas en Dubái y fue acusado de matar a científicos nucleares iraníes en el corazón de Irán. Incluso cuando sus esfuerzos han sufrido reveses, agencias como el Mossad, el Shin Bet y la inteligencia militar han mantenido su aura mística.

Por eso las dudas saltan a borbotones, no hay que olvidar que el nuevo gobierno que encabeza el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, no las ha tenido todas consigo, sobre todo, porque desde que volvió a asumir el poder ha buscado de manera incansable reformar el sistema judicial, lo que le permitiría estar inmune ante las acusaciones de corrupción que pesan en su contra.

Pero el grueso de la población, incluidos soldados, han manifestado su rechazo en las calles con diversas protestas a las intenciones reformistas del primer ministro, quien, por su parte, negociaba una normalización de relaciones con Arabia Saudita con la mediación de Estados Unidos, en pocas palabras un nuevo acercamiento al mundo musulmán.

Aquí entra un tercero en discordia, a Irán no le interesa que Israel tenga una buena relación con Arabia Saudita y eso lo coloca como uno de los principales sospechosos de la planeación de esta nueva ofensiva ejecutada por Hamas y la Yihad Islámica, lo que nos y sabe es si con ayuda de alguien al interior de Israel.

También es cierto que, en los últimos años, los responsables de seguridad en Israel han visto cada vez más a Hamas como un grupo interesado en gobernar, que intentaba desarrollar la economía de Gaza y mejorar el nivel de vida de sus 2.3 millones de habitantes. Pero siempre la prioridad es responder a lo que ellos llaman abusos de Israel por parte de su Ejército y de la proliferación de asentamientos judíos, que dicen les roban territorio.

La verdad es que toda esta trama sugiere una operación que, al igual que anteriores ataques sorpresa de infiltración de Hamas, incluidos los que implicaban túneles hacia Israel, requiere una preparación enorme. Tal vez sea significativo el hecho de que el Ejército y las agencias de Inteligencia israelíes no identificaran los incidentes protagonizados por Hamas en los últimos meses como parte de una preparación para la guerra.

El que Hamas haya lanzado 2 mil 200 cohetes en el inicio de su nueva ofensiva y que incursionara vía terrestre en la Franja de Gaza para matar y secuestrar a decenas o cientos de personas, no hace más que pensar que los días futuros de Netanyahu en el poder no están seguros y que hay un complot que vulneró los sistemas se seguridad. O usted ¿Qué cree?