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Las curanderas de la Mixteca de Puebla sanan desde un empacho hasta piquetes de alacrán

Los remedios han sido enseñados de abuelas a hijas y nietas, quienes continúan con la tradición

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PUEBLA, Puebla. Las curanderas en la región de la Mixteca del estado aún conservan las recetas tradicionales con las que atienden ciertas enfermedades, muchas de ellas elaboradas con yerbas de la zona y otras solamente basadas en masajes.

Algunas de las curaciones que se conservan en la región son mollera, dolor de cintura, empacho, estreñimiento, espanto y latido.

De acuerdo con varios archivos de la región se dio a conocer que las curaciones ancestrales eran primordiales no solo en la Mixteca, sino en todo México, ya que ante la falta de médicos muchas gentes buscaban a las curanderas o parteras.

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Reyna Ramírez Bazán es curandera de la región de la Mixteca desde hace 20 años, ella aprendió este sistema de curación gracias a su abuelita y muchas expresiones de la zona señalan que se han curado gracias a doña Reyna.

Doña Reyna actualmente vive en una comunidad pequeña llamada la Sexta de Guadalupe, perteneciente al municipio de Petlalcingo, que a pesar de la distancia llegan de diferentes lugares a curarse.

Doña Elizabeth Martínez también es curandera desde hace 15 años, aunque su forma de curar es muy diferente al de Reyna, sin embargo, todas tienen la misma finalidad de sanar a las personas enfermas a través de yerbas y masajes.

De acuerdo con doña Reyna las principales curaciones que hace es de dolor de cintura, mollera, empacho, estreñimiento, latido, espanto y piquete de alacrán, la mayoría con un tiempo de tardanza de media hora hasta una hora, dependiendo de la enfermedad, aunque algunos requieren de dos hasta de tres curadas.

Mollera: para esto se utiliza pomada, aguardiente caliente, tomate y otros productos, y la forma de curar es colocar el dedo dentro de la boca levantando la campanita que se tiene dentro, para después calentar la cabeza con aguardiente caliente y amarrar con un pañuelo.

Dolor de cintura: para esto se requiere masajes en el cuerpo principalmente en la parte de la cintura, después apretar con un reboso o alguna tela grande, y dejar amarrada la cintura por un buen tiempo.

Empacho: se les soba el estómago y se ponen preparados con yerbas, además de darles de tomar algo para que se limpie.

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Latido: se utiliza alcohol y se hacen sobadas en todo el cuerpo hasta lograr que sientas como un pulso en el estómago.

Muchas de estas curaciones van acompañadas de té de yerbabuena, tomillo, orégano y plantas que se encuentran en la zona de la Mixteca.

Elizabeth, quien también es curandera dijo que ella cura de espanto, colocando un pedazo de cebolla, con cigarro, aguardiente y otras yerbas, las cuales las colocan en las muñecas de las manos. Esto se queda durante tres días, hasta que nuevamente se siente el pulso en la muñeca.

En la región de la Mixteca ya son pocas las personas que quedan para hacer este tipo de curaciones, antes en cada municipio de la región había de tres hasta cinco personas curanderas, pero ahora hay municipios que ya no las tienen y en otros lugares solo queda una.

Las nuevas generaciones ya quieren aprender a establecer estos remedios tradicionales o curarse, por lo que se está perdiendo esta curación ancestral.

En el tema de las parteras ya casi no existen en la zona, solo quedando unas ocho en la región, las cuales se encuentran ubicadas en comunidades muy alejadas y en su mayoría son adultas mayores, aunque ya no hacen la labor de parto.

Vecinos de la Mixteca señalan que este tipo de curaciones son muy buenas, porque hay enfermedades que ni siquiera los medicamentos pueden curar y a veces se requiere la curación ancestral.

Fermín López confirmó que acudió con una curandera porque ya no podía conciliar el sueño, además de que tenía dolores de cabeza y la presión siempre estaba alta, por lo que, al acudir con una curandera, lo curó de latido y con eso quedó, ya conciliando el sueño y quitándose el dolor de cabeza que era insoportable.

Brisselda Sarabia | El Sol de Puebla

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