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La Opinión

Benjamin Netanyahu está en un callejón sin salida en Israel

Benjamin Netanyahu ha enfrentado por esto una fuerte oposición a su gobierno, considerado como el más derechista de la historia de Israel

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Mundo fracturado

Casi tres meses de guerra contra Hamas no fueron suficientes para que el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, tuviera manga suelta en el poder y lograra completar su plan de reformar el poder judicial, que además de limitar su poder de influencia en el país le proporcionaba inmunidad –muy necesaria–, por las acusaciones en su contra de corrupción. 

Era casi imposible que el ataque del Movimiento para la Resistencia Palestina Hamas se realizará debido a los altos estándares de seguridad que maneja Israel, líder mundial en ese rubro, pero el caso es que sucedió, quizá nunca se sabrá si se dejó pasar o no, pero ese reprobable hecho dejó de entrada entre 1200 y 1400 muertos. 

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Además, se reportaron violaciones, abusos, saqueos a la comunidad más pacífica de Israel o sea a los Kibutz, pero también fue el argumento más contundente para iniciar una ofensiva en la Franja de Gaza contra Hamas que ya reporta más de 22 mil muertos y que hoy marca como meta acabar con esa organización palestina. 

Este conflicto bélico puso de lado la crisis de gobierno que tambaleaba al primer ministro, pero el primero de enero la realidad volvió alcanzar a Benjamin Netanyahu y el el Tribunal Supremo israelí anunció la invalidación de una disposición clave de la controvertida reforma judicial impulsada por el gobierno.  

La medida invalidada preveía privar al poder judicial del derecho a decidir sobre la “razonabilidad” de las decisiones del gobierno o de la Knéset, el Parlamento israelí. Ocho de los 15 jueces del tribunal votaron a favor de invalidar la norma, indicó el Ministerio israelí de Justicia. 

Tras la decisión de la Corte, el ministro de Justicia, Yariv Levin, acusó al Tribunal de “arrogarse todos los poderes”. El partido de Benjamin Netanyahu, el Likud, fustigó por su parte el calendario de esta decisión.  

Es “lamentable que la Corte Suprema haya decidido publicar su veredicto sobre un debate social en Israel mientras soldados de derecha e izquierda combaten y arriesgan sus vidas” en Gaza. Por supuesto, el reproche iba a venir del lado bélico, pero el jefe del gobierno israelí tiene sus razones personales para rechazar la medida. 

A Benjamin Netanyahu le acusan de haber cometido fraude, soborno y abuso de confianza en los llamados casos ‘1000’, ‘2000’ y ‘4000’. 

El Caso ‘1000’, por ejemplo, se refiere a un supuesto intercambio de favores políticos a cambio de regalos. De acuerdo a medios locales, el productor de cine israelí Arnon Milchan habría sido uno de los beneficiarios de que Benjamin Netanyahu haya dado el visto bueno a una ley fiscal, que aseguraba la disminución de los impuestos a los ciudadanos que regresaran del extranjero. 

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El multimillonario James Packer, amigo cercano de Benjamin Netanyahu, también habría recibido favores del primer ministro de Israel. Packer es acusado de soborno. 

El caso ‘2000’ tiene que ver con un supuesto pacto al que habría llegado con Arnon Mozes, editor del diario Yediot Aharonot, para recibir una cobertura positiva de su gobierno a cambio de dificultar las actividades de un medio rival. 

Mientras que el caso ‘4000’ se remonta al 2012 y 2017, cuando el líder político habría hecho favores a la compañía más grande de telefonía israelí, Bezeq, a cambio de impartir una imagen favorable sobre su gobierno.  

Benjamin Netanyahu ha enfrentado por esto una fuerte oposición a su gobierno, considerado como el más derechista de la historia de Israel. En julio de 2023, el gobierno había aprobado lo que ahora se conoce como el proyecto de ley de “razonabilidad”, que ya fue rechazado. 

La propuesta de ley provocó ira y división en gran parte de la población, lo que empujó a cientos de miles de manifestantes a tomar las calles para pedir que se derogara la reforma. 

Los manifestantes también solicitaban la dimisión del primer ministro Benjamin Netanyahu. Después se vino la guerra, pero el efecto bélico se pasó y el gobierno de ultraderecha ahora rema contra la corriente al interior por el debate con la Corte Suprema y al exterior con un rechazo, cada vez más grande, contra los bombardeos a los palestinos. 

La crisis en Israel a diferencia de otros de sus países vecinos tiene interés para todo el mundo, hay intereses israelíes en prácticamente en todo el mundo, en México la comunidad judía es muy importante en el plano económico y social, entonces lo que haga o pase con Benjamin Netanyahu estará en boca de todos. O ¿usted qué cree? Feliz año.   

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