Los productores de café de altura en el sur de Colombia ven en China una posibilidad de crecimiento

BOGOTÁ, Colombia. Los productores de café de altura del departamento de Nariño, en el suroeste de Colombia, ven en China una posibilidad de crecimiento y sostenibilidad y buscan acceder a ese mercado, considerado como el de mayor potencial en la actualidad.

Las agremiaciones de cafeteros de esa parte de Colombia, caracterizada por los suelos volcánicos y las grandes montañas, y donde se cultiva uno de los cafés más suaves del mundo, quieren superar las recientes crisis de sus cosechas, ocasionadas por los extensos inviernos, por medio de contactos con delegaciones comerciales chinas y ferias de exhibición y degustación para los potenciales clientes.

Xinhua visitó recientemente una de esas fincas, ubicada en Yacuanquer, uno de los 41 municipios con vocación cafetera del departamento y donde también se produce una de las variedades más exóticas y mejor cotizadas el mercado internacional, denominada Geisha y que ha alcanzado precios en subastas internacionales superiores a 10 mil dólares el kilo.

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En un terreno de 10 hectáreas, anteriormente dedicado a la cría de ganados vacuno y porcino, dos cultivadores se asociaron para cultivar este grano, caracterizado por su dulzor y notas de sabor a cítricos, que ha tenido un gran comportamiento en alturas superiores a los 2.280 metros sobre el nivel del mar, donde se generan plantas más robustas y saludables, con una floración permanente que posibilita cosechas más copiosas.

“Nosotros consideramos que este comportamiento vegetativo se debe precisamente a que la altitud hace que la planta reaccione y veas un árbol que fisiológicamente no es corriente en la variedad Geisha”, dijo a Xinhua Jairo Rebolledo, experto cultivador y exmiembro de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia.

Rebolledo emprendió una investigación paralela al cultivo junto a su socio José Albeiro Guerrero, para expandir la producción de esta variedad originaria de Etiopía y que ha tenido gran acogida en Centroamérica y Suramérica.

A su juicio, los desafíos que impone este tipo de cultivos han sido sorteados gracias a un trabajo constante que ha posibilitado dos cosechas diarias durante los últimos cinco años.

“Cuando se baja mucho la temperatura se nos presenta un fenómeno que se llama ‘helada’ que trae otro fenómeno que se llama ‘muerte descendente'”, explicó el caficultor señalando las quemaduras en las ramas de una planta afectada.

Lo importante de esto, añadió, es que se produce “una especie de poda natural, entonces la planta se vuelve más resistente, más fuerte“.

Rebolledo afirma que el calentamiento global o cambio climático ha hecho que los cultivos de café del departamento se desplacen hacia lugares cada vez más altos para encontrar un grano mejor, con plantas que adquieren mayor resistencia a enfermedades como la broca, que se presenta generalmente en cultivos ubicados en alturas inferiores a los 1.600 metros sobre el nivel del mar.

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“Nosotros producíamos un café que estaba entre los 1.400 y 1800 metros sobre el nivel del mar y era el 90 por ciento de la caficultura de Nariño, hoy este porcentaje se subió a los 1.800 metros”, señaló.

“Por eso nosotros estamos cultivando también sobre los 2.200 metros, porque el cambio climático nos está permitiendo sembrar café y otros cultivos que tradicionalmente no se lograban en esta altura”, agregó el empresario.

De allí que sus investigaciones requieran el respaldo de países con un desarrollo agrario superior pues sus cultivos implican un alto grado de innovación y de adaptación a nuevas condiciones climáticas en el planeta.

“Nosotros invitamos a China para que desarrollemos tecnología, para entregarles productos de alta calidad y sacar adelante este tipo de proyectos que benefician a miles de familias en nuestro departamento y nuestro país”, comentó Rebolledo, quien remarcó que 94 por ciento de los cultivos en el departamento pertenecen a familias cuya propiedad no supera una hectárea de tierra.

El objetivo principal de los caficultores de cafés de altura es superar el monopolio del mercado de café de las bolsas de Nueva York y Londres, donde se determina el precio del grano en el mundo.

“El café es la segunda bebida más consumida en el mundo después del agua, pero el recurso económico lo ganan los comercializadores del producto y por eso los productores buscamos alianzas estratégicas a nivel global para mejorar el producto y poder poner nosotros directamente el precio a partir de la calidad”, concretó.

Según la Asociación de Exportadores de Café de Colombia (Asoexport), China se sitúa ya entre los 10 principales destinos de los cafés especiales producidos en el país andino y, por ello, los productores del café de altura buscan posicionar sus marcas en el país asiático, y desde allí, en todo el mercado asiático.

César Mariño García /Xinhua