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Con el nearshoring, la industria automotriz de México tiene una oportunidad histórica de crecimiento similar al TLCAN: AMIA

Señala que el sector debe apostar por las nuevas tecnologías para aprovechar la coyuntura actual

Published

hace 8 meses

septiembre 7, 2023

Luego de la importante posición que tuvo con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) hace 30 años, ahora con el nearshoring, la industria automotriz de México tiene una oportunidad histórica de crecimiento semejante al desaparecido acuerdo.

De acuerdo con Odracir Barquera, director general de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), el país es el séptimo productor y el cuarto exportador en la industria automotriz a escala mundial, pero que gracias a este nuevo fenómeno comercial de la relocalización, se tiene una segunda oportunidad.

En el podcast de Grupo Financiero Banorte, destacó que la relocalización de cadenas de suministro y su potencial es claramente una oportunidad para México, “una nueva etapa de industrialización” no sólo para expandir actividades que se tiene, sino también para generar nuevas industrias en el país.

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Para ello, expuso, el sector automotriz debe apostar por las nuevas tecnologías para aprovechar la coyuntura actual: “se van a necesitar muchos nuevos componentes tecnológicos para poder satisfacer la demanda de las nuevas tecnologías vehiculares”.

Refirió que un vehículo eléctrico requiere tres mil chips más que un vehículo de combustión interna (…) México puede empezar a aspirar a tener actividades, por ejemplo, en la producción de chips, en la producción de tarjetas de circuitos impresos, donde el principal productor mundial es Taiwán, que ve hacia México para fabricar acá y en el sur de Estados Unidos.

Odracir Barquera mencionó que en 2022, la industria exportó un récord histórico de 165 mil millones de dólares, pero la gran mayoría de estos vehículos fueron de combustión interna.

Actualmente, apuntó, sólo Ford produce un auto eléctrico en el país, el Mustang Mach-E, y General Motors tiene planes para empezar la fabricación de otros dos vehículos similares este año.

“Si queremos realmente explotar el potencial para México de esta nueva etapa, tenemos que apresurar muchísimo el paso”, expuso el director de la AMIA, quien dijo que para conseguirlo se tienen tres principales retos.

Detalló que el primero es consolidar la infraestructura logística del país para evitar, por ejemplo, los cuellos de botella que se han estado generando en las aduanas; apostar por las energías renovables y la descarbonización de las cadenas de suministro, y en tercer lugar, implementar incentivos para los inversionistas.

“Necesitamos construir bien la narrativa de México para atraer esas inversiones y necesitamos consolidar bien todos los elementos críticos que buscan los inversionistas para poder llegar a México en esta nueva etapa global. La industria automotriz, creo yo que es la que más podrá atraer relocalización de cadenas, una vez que estén completas las condiciones”, subrayó.

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Insistió en el impacto que tiene el sector en la economía del país, pues genera alrededor de un millón de empleos directos y 3.5 millones de empleos indirectos, pero si se toman en cuenta las 219 ramas económicas con las que está relacionada, tiene un impacto en 29.7 millones de trabajadores.

Actualmente, el sector automotriz representa 20 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) manufacturero, aporta 3.8 por ciento al PIB nacional y atrae alrededor de 17 por ciento de Inversión Extranjera Directa (IED) que llega al país, agregó.