El migrante centroamericano Yotzan Saulo Castañeda fue explotado laboralmente en México

CÓRDOBA, Veracruz. La situación de violencia y las pandillas en los diversos países donde la incidencia de migración es elevada, hace que jóvenes salgan a buscar un futuro mejor para ellos, sin importar las condiciones en las que vivan, trabajen o coman, simplemente buscan sacar a sus familiares de la situación de la que ellos huyeron. Así es la historia de Yotzan.

Yotzan Saulo Castañeda, de 27 años, es originario de León, Nicaragua, y hace seis meses después salió de su país con la intención de buscar algo mejor, y pese a que su destino no es Estados Unidos, ha encontrado acciones amables de los mexicanos como la oportunidad laboral pero también, explotación y discriminación.

Trabajando cuidando marranos, borregos, en taquerías y carnicerías, este joven ha buscado salir adelante, pero la paga que le daban de 600 pesos a la semana, además de la comida y un lugar donde dormir en un chiquero a lado de los animales que él cuidada, le hicieron ver la explotación y discriminación que existe en México.

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Yotzan ha sido víctima de la inseguridad que se vive en la República Mexicana pues por “niños que se creen grandes” fue golpeado en la cabeza con una botella y acuchillado por intentar asaltarlo, “uno se la tiene que rifar como dicen acá, si hay problemas puede que vivas o mueras”.

Sin sentirse avergonzado de lo que ha hecho para comer y tratar de mandar dinero a sus hijas, este joven originario de Nicaragua representa una historia más de las personas que buscan salir de su país por diversas situaciones que les están complicando su estadía.

Recordó que en Tehuacán pensó que las personas de Migración le iban a ayudar y le ofrecieron dinero, situación que le extrañó pero él siguió su camino y desde hace cuatro días está en la ciudad de Córdoba.

Él ha encontrado en la música una forma de ganar dinero en los restaurantes de la zona centro de la ciudad, en ellas expresa su sentir y va rapeando lo que observa, la situación, las personas y crea una historia con la que él se identifica.

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Puebla, Oaxaca, la Ciudad de México y Córdoba han sido su techo en estos seis meses y aunque su sueño no es llegar a Estados Unidos, afirmó que si encuentra una estabilidad en México podría quedarse.

Guadalupe Castillo | El Sol de Córdoba