Esta es la razón por la que al Centro Histórico de la Ciudad de México se le llama Zócalo

Debido a su importancia histórica, política y cultural, el Templo Mayor es uno de los lugares más concurridos del país, por haber sido testigo de momentos claves de la historia mexicana, y porque el llamado Zócalo también es punto de reunión y un lugar donde miles de mexicanos deciden pasar un rato.

La historia del Centro Histórico de la capital se remonta a 1150 y 1300 d.C. años en que los mexicas migraron en múltiples lugares hasta que se asentaron en los lagos del Valle de México.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la mayor parte de las fuentes históricas indican que fue hasta el año 1325 que se dio la fundación de México-Tenochtitlán.

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Fue hasta el 13 de agosto de 1521 que se dio la caída de Tenochtitlán, a manos de los invasores españoles y sus aliados tlaxcaltecas, las fuentes históricas lo denominan como el Sitio de Tenochtitlán, dando paso a la conquista espiritual del pueblo indígena y al establecimiento español en América.

La construcción del Centro Histórico comenzó en el siglo XVI y fue un elemento clave en el ordenamiento de la nueva ciudad, en donde pronto florecieron puentes, conventos, hospitales, plazas, garitas y construcciones urbanas de todo tipo que hicieron de la capital de la Nueva España, primero, y luego del México independiente uno de los centros culturales más activos

El establecimiento de la Nueva España trajo consigo construcciones monumentales y la destrucción de centros ceremoniales prehispánicos como fue el caso del Antonio López de Santa Anna Fue así que se erigió progresivamente la Catedral Metropolitana y el Palacio Nacional, construcciones que incluso se completaron en más de un siglo.

El nombre oficial del Zócalo es Plaza de la Constitución, inicialmente se le conoció como la Plaza de Armas durante la época virreinal, posteriormente pasó a tener múltiples nombres como Plaza Principal, Plaza Mayor, Plaza del Palacio y Primer Cuadro.

Pero fue hasta 1844, previo a la Intervención Estadounidense (1846-1848), que comenzó a nombrarse como Zócalo, esto debido a una construcción que mandó a hacer Antonio López de Santa Anna en honor a la Independencia de México.

Dicho monumento se construyó en el centro de la plaza, sobre un zócalo o base para colocar sobre él dicha construcción histórica. No obstante, nunca fue construido, situación que no evitó que se le bautizará como “El Zócalo”.

En 2017, el INAH encontró el Zócalo sobre el que se iba a erigir dicho monumento a la Guerra de la Independencia en el siglo XIX.

Mario Grimaldo / El Sol de México