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La Opinión

El repudio a los confinamientos

En Francia, ante una tercera ola de Covid-19 que tiene a los hospitales en una situación “crítica”, anunció que ampliará el confinamiento

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Las protestas se están extendiendo en varios países. / Foto: Cortesía

Desde hace un año los confinamientos, la sana distancia, el cubrebocas y el lavado frecuente de manos eran y siguen siendo las principales herramientas para combatir al coronavirus o Covid-19, pero hoy por todas partes del mundo se registran brotes de enojo o rebeldía en contra de estas medidas, en plena tercera ola de contagios.

Durante varios fines de semana se han registrado protestas en contra de los nuevos confinamientos extremos en Italia, Francia, España ante la llegada de la Semana Santa, en Alemania la situación iba ser casi similar, pero la canciller Angela Merkel se dio cuenta, no sé si a tiempo, de que la decisión estaba impactando a su partido.

La poderosa política tuvo que salir a decir que el endurecimiento de las medidas para evitar la tercera ola de contagios eran un “error” de ella y por eso pedía disculpas, hay que hacer hincapié en que Merkel dejará el cargo a fin de año y su partido ha sufrido sendas derrotas para continuar en el gobierno.

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En Brasil, la rebelión contra los confinamientos la encabeza el propio presidente Jair Bolsonaro, precisamente la Corte Suprema brasileña rechazó una petición presentada por el ultraderechista para impedir que los gobiernos regionales y municipales impongan medidas restrictivas para intentar frenar el avance del coronavirus, en momentos en que el país vive el peor momento de la pandemia.

Si fuera cualquier otro país que tuviera medianamente controlados los positivos se entendería, pero Brasil ronda los 13 millones de contagios y está por arriba de los 300 mil muertos, la semana pasada se registraron tres mil decesos en 24 horas, es difícil entender a Bolsonaro, un presidente que busca a toda consta reactivar la economía para complacer a la gente que lo colocó en el poder.

Fue necesario la semana pasada, cerrar las playas, bares, comercios y restaurantes en Río de Janeiro, para tratar de frenar las aglomeraciones sin cubrebocas, que, según las imágenes, se han tornado multitudinarias y anulan cualquier esfuerzo por bajar los niveles de contagio y muertes.

Además, desde el pasado jueves, el 70 por ciento de los 19 millones de chilenos amaneció bajo una cuarentena que busca reducir los contagios durante la cola de segunda ola de la pandemia en América Latina, cuya expansión mantiene al sistema hospitalario con una ocupación del 95% de sus 3,516 camas críticas, pese a que ese país lidera en la región la vacunación con el 30% de su población vacunada con una dosis y 15 por ciento con dos inoculaciones.

El problema para Sudamérica es que ante el descontrolado contagio que sufre Brasil, ahora Perú, Bolivia y Uruguay están entrando en una fase crítica y ya registran sus Unidades de Cuidados Intensivos a tope y un alza de contagios preocupante.

Por si fuera poco, Argentina suspendió los vuelos provenientes de Brasil, Chile y México para evitar que los casos de distintas cepas de coronavirus se propaguen en el país, que espera una nueva ola de contagios. Pero como siempre, “después de que los niños contagiados (en Cancún) tapan el pozo”.

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Los mismos graduados que vinieron a vacacionar en México desde Argentina exclamaban que el cubrebocas era antihigiénico y que preferían la fiesta, en una muestra más al rechazo de las medidas contra los contagios.

En Estados Unidos, gobiernos como el de Texas levantaron la obligatoriedad del uso de la mascarilla y los confinamientos ante un cantado repunte de contagios, que no dude usted volverá a ponerlos en semáforo rojo, es cuestión de tiempo.

Por el contrario, en Miami Beach, Florida, fue necesario un toque de queda para frenar las aglomeraciones de los jóvenes que empezaron a colmar las playas en sus vacaciones de primavera, el llamado spring break, incluso se les ofrecieron 75 dólares para abstenerse de vacacionar, pero al parecer no funcionó.

En el viejo continente, España no es diferente la situación, el Tribunal Supremo rechazó la suspensión cautelar solicitada por el partido de ultraderecha Vox del cierre perimetral de la Comunidad de Madrid para el puente de San José y la Semana Santa, pese al enojo de cientos de fieles, porque son fechas muy significativas para ellos.

Mire usted, el gobierno polaco, por su parte, decretó medidas más estrictas contra la pandemia durante el período de Semana Santa a fin de limitar el contacto entre personas en medio de un pico de la pandemia, aunque el enojo social no se hizo esperar.

En Francia, ante una tercera ola de Covid-19 que tiene a los hospitales en una situación “crítica”, anunció que ampliará el confinamiento parcial que rige ya en una parte del país, incluyendo la capital, a otros tres departamentos. Estas restricciones rigen ya en 16 departamentos del país, donde viven unos 21 millones de franceses, desde hace menos de una semana.

El asunto es que si queremos seguir como estamos, entonces estamos en la línea correcta, pero si queremos salir de este hoyo sanitario entonces necesitamos comenzar a respetar los establecido desde el principio, no importa que se acerquen las vacaciones de Semana Santa o ¿usted qué cree?

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