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La Opinión

Donald Trump va contra todo pronóstico de las encuestas

Las encuestas ven favorito a Joe Biden, pero en Estados Unidos no siempre gana el que consigue el voto popular y el claro ejemplo es Donald Trump

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En 2016, Hillary Clinton tuvo 3 millones de votos más, pero perdió frente Donald Trump.

No hay fecha que no se cumpla, mañana es el día D para las elecciones en Estados Unidos, pero si tiene alta relevancia a nivel doméstico, porque deciden su futuro para los próximos cuatro años, a escala mundial es más relevante por la agresiva forma de gobernar de Donald Trump, que ha provocado muchos problemas en política exterior.

Más de 93 millones de estadounidenses ya votaron de manera adelantada en urnas o a través de correo, que por cierto el presidente Donald Trump ha denostado durante toda su campaña argumentando que ahí se confabula un fraude electoral que lo sacará de la Casa Blanca.

Las encuestas colocan como favorito al candidato demócrata Joe Biden, hay que recordar que en Estados Unidos no siempre gana el que consigue el voto popular, sino el que obtiene más votos electorales.

El mínimo para levantarse con el triunfo son 270 delegados, no todos los Estados tienen el mismo número de votos, cada 10 años cambia de acuerdo con su densidad poblacional. 

Lee: Los extremistas de derecha Proud Boys hacen campaña a favor de Donald Trump

Donald Trump es un ejemplo de ello, porque hace cuatro años su rival demócrata Hillary Clinton consiguió tres millones de votos más que él, pero el presidente republicano logró el voto de ocho delegados más de los necesarios, es decir 278. Eso lo colocó en la Casa Blanca.

Así es que no se puede dar por muerto al republicano, que haciendo honor a la verdad, ha mantenido sólida a su base electoral del 40 por ciento del voto. Donald Trump representa la idiosincrasia de un número muy alto de estadounidenses que apuestan por el logo de su campaña Make America Great Again (Que América vuelva a ser grande), eso sí a costa de lo que sea necesario.

El presidente de Estados Unidos ha evitado por todos los modos y formas frenar a los grupos de ultraderecha, que realizan activismo violento a su favor como la intimidación por internet hasta marchas en contra de las minorías latinas, negras y homosexuales. 

Donald Trump solo les ha pedido que se mantengan atentos a los resultados, aunque esa postura puede arengar un violento escenario poselectoral, sobre todo, si no resulta el ganador.   

Un punto a tomar en cuenta es que al interior de su gobierno se contabilizan en estos casi cuatro años de gobierno 41 despidos o renuncias de altos cargos, de los cuales 30 se realizaron en los primeros dos años. Uno de los más sonados fue el del ultraderechista Steve Bannon, un personaje clave para ganar la elección de 2016, y hoy cuando más falta le hace para revertir la tendencia del voto no cuenta con él.

El ex asesor de Seguridad Nacional John Bolton relata que al presidente de Estados Unidos no le gusta escuchar a nadie, porque hace lo que cree y como lo cree. Ese puede ser su Talón de Aquiles, pues quizá no alcanza a dimensionar que conduce a la principal potencia del mundo y una sola persona no puede ni debe decidir con ocurrencias los destinos del planeta.

Bolton, considerado un hombre sumamente duro y reconocido en anteriores gobiernos como un “halcón”, dice que Donald Trump es “una de las personas más estúpidas que he conocido en el gobierno” y ha expresado abiertamente su deseo de que no consiga la reelección.

Para muestra un botón, es posible que Donald Trump pierda la Presidencia, porque antes de que la pandemia del coronavirus llegará a suelo estadounidense y provocará casi 250 mil muertos y nueve millones de contagiados: él la denostó y dijo que su país tenía para destruirla en un dos por tres, la trato como un simple resfriado.

La verdad es que desde enero de 2020 sabía del contagio en China y no hizo nada. Según Donald Trump, para no provocar caos, una decisión que lo tiene en la puerta de salida de la Casa Blanca, una decisión por llamarla menos absurda, luego quiso enmendar su error y le echo la culpa a China y la Organización Mundial de la Salud, incluso le retiró la ayuda económica.

Pero el daño ya estaba hecho y no hay vuelta atrás, lo único que podría rescatarlo es una vacuna que por lo visto no va aparecer en las próximas horas, o quién sabe. Ya ve como en otro de sus actos desesperados se enfermó y se curó de Covid-19, en tan sólo cuatro días, además aseguró que él es inmune al virus y era una bendición de Dios que se hubiera contagiado. ¡Lo que dice y hace un político por ganar! ¿No cree?.

Países como Israel, Rusia, Brasil, Corea del Norte o los Emiratos Árabes Unidos apuestan porque Donald Trump siga en el poder, pero no pasa lo mismo con la Unión Europea su principal socio de la OTAN, o Canadá con el que ha tenido fuertes roces. 

En el caso de América Latina, el gobierno de Trump se olvidó de la región, sólo volteó para amenazar a los gobiernos obligándolos a detener los flujos migratorios. Y donde apostó perdió, de nada le valió las amenazas y presión a su par de Venezuela, Nicolás Maduro, sigue en el poder más fuerte que nunca. Y su protegido Juan Guaidó tirado a  la deriva.

Del lado demócrata un buen número de donantes, jóvenes, latinos, entre otros, están apuntalando a Biden y Kamala Harris, sólo una verdadera desgracia les podría evitar regresar a la Casa Blanca, no sólo eso, es muy probable que logren más fuerza en la Cámara baja y que incluso se lleven el Senado. Las cartas están echadas, ahora falta ver cómo se conjugan a favor o en contra del magnate.

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