Nayib Bukele reduce 51.3% los homicidios entre las pandillas en El Salvador

Los homicidios entre pandillas en El Salvador se desplomaron a niveles históricos durante el primer año de gobierno del presidente Nayib Bukele, revela International Crisis Group (ICG), una organización no gubernamental.

“La caída de las tasas de homicidios puede deberse no sólo a las políticas de seguridad pública del gobierno, sino también a la decisión de las pandillas de detener el derramamiento de sangre, posiblemente a raíz de un frágil acuerdo de no agresión con las autoridades”, dijo ICG, con sede en Bruselas.

Desde que Bukele asumió su mandato el 1 de junio de 2019 hasta fines de mayo de 2020, los asesinatos en el país centroamericano bajaron 51.3 por ciento interanual, según cifras oficiales del gobierno de El Salvador.

Este es un logro atribuido por el gobierno de Bukele a una mayor presencia de policías y militares en los barrios y el refuerzo de la seguridad en las cárceles bajo control de las pandillas.

“Bukele debería considerar abrir canales de diálogos locales con las pandillas”. Es la propuesta conclusión de la ONG al gobierno de El Salvador, un país en el que organizaciones criminales como la Mara Salvatrucha (MS-13) o el Barrio 18 están consideradas el enemigo público número uno.

International Crisis Group presentó un informe de 47 páginas bajo el  título de ¿Milagro o espejismo? Pandillas y el desplome de la violencia en El Salvador.

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Después del fracaso del proceso de pacificación que El Salvador vivió en 2012-2014 –conocido como la Tregua–, no cualquiera se atreve a plantear abiertamente que el diálogo con las maras es una opción para apuntalar el descenso sin precedentes en las cifras de violencia que el país registra, acentuado tras la llegada de Bukele a la presidencia.

Muchas zonas de El Salvador, que en 2019 registraron una tasa de 36 homicidios por cada 100 mil habitantes, permanecen bajo el control de las pandillas o “maras” Barrio 18 y su rival, Mara Salvatrucha, que se disputan a muerte los territorios en los que extorsionan y cometen otros delitos.

“No ha habido ningún acercamiento (con las pandillas), evidentemente tampoco vamos a tener ningún acercamiento”, dijo el pasado mayo a la agencia Reuters el ministro de Seguridad, Rogelio Rivas.

“Lo más importante es que el gobierno podría estar en una posición única dentro del próximo año para decidir si restablece o no un diálogo con las maras”, remarca el Crisis Group, en la que sin duda es la más polémica de las conclusiones de su investigación.

El informe insta también a Bukele, de 38 años, y quien goza de altos niveles de popularidad, a buscar entendimientos con otros sectores para garantizar los resultados de la baja de muertes, priorizar en proyectos de desarrollo en las comunidades y rehabilitar a los pandilleros encarcelados.

Surgidas en Estados Unidos, las pandillas se extendieron en El Salvador en la década de 1990 y fueron declaradas como “grupos terroristas” por la Corte Suprema de Justicia en agosto de 2015. Se estima que actualmente más de 60 mil personas pertenecen a estos grupos criminales. 

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El presidente Bukele aseguró, por medio de sus redes sociales, que difundir las irregularidades que la sección Probidad de la Corte Suprema de Justicia detectó por un monto de 1.4 millones de dólares en las cuentas del precandidato a diputado por Nuevas Ideas, Walter Araujo, entre 2004 y 2014 es una “campaña sucia”.

El mandatario salvadoreño  aseveró, además, que el “decir que (Walter Araujo) tiene millones es absurdo” pues personalmente le prestó dinero “para cosas básicas”.

El martes por la tarde, el presidente escribió que “una vez tu adversario inicia el ataque frontal, aunque no lo desees, la guerra empezó, y no queda más que defender y contraatacar”.

El informe realizado por la Sección de Probidad detectó movimientos de grandes cantidades de dinero que no estaban acorde con los ingresos de Araujo, en ese tiempo magistrado del TSE en representación del partido ARENA. 

Probidad también destacó que en marzo de 2010, Araujo gastó en siete días 48 mil dólares en comprar dos carros a Herbert Saca, operador político de los ex presidentes Antonio Saca y Mauricio Funes, sentenciado y acusado, respectivamente, por casos de corrupción.

Empero para ambas compras no hubo movimiento en sus cuentas bancarias desembolsando esa cantidad y Probidad no sabe de dónde sacó el dinero.

Uno de los carros, fue un Lexus 2004, el cual conservó casi dos años, pero aunque le costó 28 mil dólares lo vendió en 17 mil dólares. El otro carro, una Rav4 2009 que vendió cuatro meses después a 18 mil dólares es decir, 2 mil dólares menos de lo que le había costado.

El informe también hace alusión a compras en lugares exclusivos en Miami, Estados Unidos, de acuerdo al diario salvadoreño Prensa Gráfica.