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Microrrobots mexicanos van a la Luna con fines comerciales en el Proyecto Colmena de la UNAM

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Los cinco microrrobots mexicanos que viajarán a la Luna forman parte de una misión que tendría beneficios científicos pero también económicos, aseguró Gustavo Medina Tanco, coordinador del Proyecto Colmena de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

“Sin duda, esta misión traerá grandes beneficios científicos, pero también económicos a México, porque hay metales preciosos que empezarán a escasear en la Tierra en las próximas décadas, por lo que creemos que será comercialmente viable iniciar la explotación de minerales en la Luna y después en asteroides”, afirmó.

Esta es una primera misión al satélite natural y el objetivo es que de aquí a 2030, México desarrolle centenares o millones de robots autónomos para lanzarlos al espacio y comercializarlos.

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La nave Perigrin transportará a los cinco robots creados totalmente en México, los cuales estudiarán la composición de dicho satélite, el polvo lunar y separarán el mineral de interés.

De acuerdo con el científico de la UNAM, estos robots también podrían ser utilizados para descubrir nuevos recursos naturales en el país, pero su fabricación debería ser económica, ya que tendrían que ser fácilmente reemplazables.

Se prevé que entre las dos y las cuatro de la madrugada de mañana lunes, la nave Perigrin, propiedad de la empresa estadounidense Astrobotics, despegue desde Cabo Cañaveral, en Florida, y entre tres y cinco días después llegue a la superficie de la Luna.

De acuerdo con Medina Tanco se trata de un proyecto científico que inició en 2016 para estudiar la factibilidad de construir estructuras en superficies planetarias, en este caso la lunar. El dispositivo, que aloja y protege a los microrrobots pesa apenas 605 gramos y será el cerebro electrónico al que serán conectados de manera coordinada.

Su principal misión será estudiar el polvo lunar, así como su temperatura, sedimentación y densidad, que hasta hoy nadie ha explorado.

La información que se obtenga, según el científico, será compartida en parte a la comunidad internacional, pero no toda, ya que formará parte del patrimonio intelectual.

“Será información que nadie compartiría con nosotros, porque en realidad estamos desarrollando un producto con el cual México después pueda utilizar como un emprendimiento comercial, sólo se compartirá la información científica, la cual será publicada como suele suceder”, dijo.

Lo que también se mantendrá en reserva es el costo total de la misión, pues el experto dijo que existen convenios de confidencialidad al respecto. Lo que sí reveló es que el proyecto se logró con el apoyo económico de la UNAM, la Iniciativa Privada (IP) y el gobierno federal, a través del Conahcyt y la Agencia Espacial Mexicana.

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Medina Tango confió en que el proyecto Colmena sea un éxito, aunque destacó que en caso de que la misión fracase, lo alcanzado hasta ahora es ya un suceso histórico que permitirá seguir el camino hacia 2027, cuando prevé se lancen al espacio una segunda generación de robots mexicanos.

“Colmena es el inicio de una serie de misiones que vamos a hacer para desarrollar toda la capacidad tecnológica para que México pueda participar como un actor eficiente en la transformación que está surgiendo en la civilización humana en la que se va a incorporar a la Luna como un componente más de nuestra actividad socioeconómica”, comentó el científico y titular del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM.

Medina Tanco hizo votos para que México apueste a la inversión a largo plazo en ciencia y tecnología. “El Siglo XXI se construye sobre ciencia básica, sobre ciencia aplicada y sobre tecnologías. Los países que no sepan ver eso y que no inviertan efectivamente en eso difícilmente van a poder dar bienestar a su población.

Simplemente van a tratar de sobrevivir parchando los problemas que han tenido por décadas, mientras otros países van a crecer exponencialmente por invertir en ciencia y tecnología. Esperamos que México sepa apostar a largo plazo”.

Medina Tanco también colabora en el Observatorio de Rayos Cósmicos Pierre Auger y en JEM-EUSO, un proyecto internacional para realizar observaciones desde el espacio.

Roxana González | El Sol de México

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