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Tampico tiene todo para contar con un centro de emprendimiento para marinos mercantes

Es necesario dejarse de tanto exhibicionismo fatuo que no eleva el intelecto ni impulsa la innovación

Published

hace 7 meses

octubre 7, 2023

TAMPICO, Tamaulipas. En Tampico puede estar la clave de una nueva era marítima para el país y mediante alianza con grandes instituciones como el Tecnológico de Monterrey, se pueden generar cambios en la formación de empresarios del mar e instituir un gran centro de investigación sobre este sector.

Pronto iniciará en el ámbito político una nueva era de promesas con ese recorrido que hacen los candidatos por el país. Es hora de retomar las ideas que nos impulsen hacia adelante.

Desde el inicio desde esta administración, quienes dedicamos parte de nuestro esfuerzo a la investigación económica, acusamos recibo de que habría grandes cambios en la formación de la gente de mar de México.

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Quizá el más importante sería el de instituir un gran centro de investigación que dotase a las instituciones nacionales de datos fiables del negocio marítimo para la toma de las grandes decisiones como apuntalar el canal interoceánico de Tehuantepec; que se dedicará al emprendimiento y a formar jóvenes empresarios en busca de la innovación.

Y para el caso la propuesta, en este caso de un servidor, es que, dado que acusamos exceso de oficiales mercantes, la Universidad Marítima y Portuaria de México, campus Tampico (antes Escuela Náutica de Tampico) limitara un poco la formación y fuera sede de este gran centro de investigación tecnológica. Le doy razones, pues no hay más que sufrir en carne propia para entender.

Hace tiempo formé junto con otros compañeros una empresa que pretendía capitalizar nuestra experiencia como gente de mar hacia el sector económico de tierra firme. Sufrimos lo indecible pues algunas ideas no tenían asidero. No teníamos un portafolio de negocios.

No sabíamos con quién competíamos, ni siquiera una estrategia promocional, ni idea de cuáles eran nuestras fortalezas y debilidades. Nos costó un gran trabajo y finalmente fracasó aquella alianza de presuntos talentos.

Al tiempo me he preguntado ¿Por qué a los marinos mercantes nos cuesta trabajo emprender negocios innovadores o poner en marcha ideas? Los pocos marinos empresarios se han hecho a golpe de martillo. Bueno, pues para empezar somos gente práctica, que basa su fortaleza en el talento técnico.

No tenemos idea del emprendimiento ni del mundo empresarial que se mueve tras la actividad de los buques. Y eso por una mala formación académica y de la estructura educativa. Tal vez debamos ir pensando en una especie de Shark Tank marítimo.

Gente que orienta a los emprendedores y les guíe en el proceso. Un gran centro de incubación de empresas de servicios al sector marítimo mexicano. Que más que la Náutica de Tampico que está subutilizada.

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Y es que el talento del mundo se está aglutinando en regiones. Hay una especie de clusters divididos en áreas donde el conocimiento fluye libremente y la gente talentosa cuenta con todos los elementos para desarrollar sus ideas.

A México le urge un centro de emprendimiento para que los marinos mercantes que bajan de un barco con un pequeño capital puedan arriesgarlo con mayores posibilidades de éxito y no les pase como a mi grupo.

Este debe venir de los navieros. Ejemplo una empresa puede tener un problema y enviarlo a las escuelas náuticas u otras universidades ¿Por qué no? Y convocar un concurso.

La mejor idea debe ser premiada. Debe haber pasantías de un mes en las empresas navieras para los egresados, las cuales deben ser convocadas lejos del oficialismo.

Dar prioridad en algunos rubros a mujeres con familia para que tenga algún sentido social y podría enumerar más ¿pero para qué? Hay centros en mundo donde la innovación ha cambiado el destino de sociedades enteras. Ahí está Dubai que el 94 por ciento de sus ingresos, hoy en día vienen del turismo y solo 6.0 por ciento del petróleo.

Estas ciudades puerto son los puntos neurálgicos del mundo naviero que supieron aprovechar alguna fortaleza competitiva en particular. Pero que además el país huésped, les brinda un marco legal impositivo favorable. Existen ahí instalados toda clase de servicios desde comunicaciones internacionales, aeropuertos, Universidades, centros de investigación.

Aunque todas tienen un común denominador: Un enorme involucramiento en el desarrollo tecnológico. El más claro ejemplo, lo tiene en Singapur que supo aprovechar su privilegiada ubicación para convertirse en el puerto concentrador de Asia.

De los llamados hub; pero que además tiene un registro de bandera abierto, bajo el cual navegan más de 4500 buques mercantes. Es el puerto con mayor ocupación después de Shanghái.

Otro puerto privilegiado es Rotterdam en Holanda que mueve más de 400 millones de toneladas de carga donde se ubican los ingenieros marítimos más capacitados del mundo que han sabido ganarle terreno al mar y tiene un canal de navegación de más de 24 metros que puede recibir los buques mas grandes.

Pero que además conecta a las grandes petroleras con sus redes de distribución en Europa, y así podemos ir analizado región por región y su vemos un mapa de la distribución de estos grandes núcleos verá que México está ausente ¿Por qué si tenemos tanto más en dos litorales. Solo 28 por ciento de PIB de México se genera en los estados costeros mientras Estados Unidos cerca de 80 por ciento.

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Hace falta insertar en este nuevo mundo a la gente de mar de México, cuyo talento yace oculto en un buque sin más esperanza que la navegación. Mire, creo que esto no significa renegar de la profesión. En el tiempo que estuve en la OMI en Londres (2016), conviví con ingenieros coreanos.

Ellos solo navegan cinco años máximo y luego se financian con sus recursos una segunda opción educativa que les ayude a evolucionar. De ahí se insertan en las empresas como ejecutivos y luego tal vez formen sus propias empresas. Muchos se avientan con start ups.

Concluyendo, hace falta un centro para los emprendedores marítimos y dejarnos de tanto exhibicionismo fatuo que no eleva el intelecto ni impulsa la innovación.

En Tampico puede estar la clave de una nueva era marítima para el país. Pronto iniciará en el ámbito político una nueva era de promesas con ese recorrido que hacen los candidatos por el país. Es hora de retomar las ideas que nos impulsen hacia adelante.

De hacer alianzas con los grandes centros como el Tecnológico de Monterrey que ya tienen la experiencia. En fin, la esperanza renace cíclicamente. A ver si ahora sí.

Hugo Sergio Gómez | El Sol de Tampico