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Napoleón Gómez Urrutia propone rescatar a Altos Hornos y transformarla en cooperativa

Esta figura demuestra que es posible combinar el éxito de los centros productivos con los valores éticos y humanistas

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Dada la trascendencia de la industria minera en el país, se requiere rescatar a Altos Hornos de México (AHMSA) a través de la figura de la cooperativa, en la que participarían trabajadores, sindicatos y gobierno, planteó el secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana, Napoleón Gómez Urrutia.

“Por la importancia para la industria en el país se debe recuperar AHMSA. De hecho, su crecimiento y desarrollo significaría un avance para México. Por eso sería conveniente analizar para tal proeza la figura de la cooperativa que, desde su nacimiento en el siglo XIX, ha funcionado como una alternativa dentro de los esquemas empresariales”, expuso.

Refirió que las cooperativas son empresas propiedad de sus miembros y, por tanto, cada integrante tiene derecho a una voz en las decisiones y a una parte de los beneficios, lo que, aseguró, promueve la equidad y la participación en la toma de decisiones económicas, crean empleo sostenible y suelen estar arraigadas en sus comunidades locales, contribuyendo al desarrollo económico y la estabilidad.

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El dirigente sindical minero recordó que el 17 de abril pasado se publicó en el Diario Oficial de la Federación la declaratoria mediante la cual se formaliza la quiebra de Altos Hornos de México.

Consideró que la situación de la empresa privatizada y malbaratada por el expresidente Carlos Salinas de Gortari a favor de Alonso Ancira Elizondo en 1991, es sumamente alarmante.

En principio, apuntó, la deuda acumulada con el gobierno es gigantesca y, a través del compromiso de su pago, se negoció la salida del empresario de la cárcel por el fraude cometido a Petróleos Mexicanos (Pemex).

No obtante, abundó, la situación se agravó por las actividades ilícitas cometidas con las prestaciones de los trabajadores, el pago de su seguridad social, por los robos del sindicato de protección patronal que impuso Ancira y por los salarios caídos, derivados de su deficiente y corrupta administración.

Mencionó que tan sólo en mayo pasado, la deuda de AHMSA acumulada supera en 10 mil millones de pesos a Pemex, CFE, IMSS, SAT e Infonavit.

Gómez Urrutia dijo que el problema es tal, que desató una crisis que destruye comunidades enteras, pues ha desprovisto a Monclova y otras localidades de su fuente primaria de ingreso.

Los mineros de las dos plantas de Altos Hornos de México y de las minas de hierro de Hércules y La Perla, así como las explotaciones de carbón, no han recibido salarios, prestaciones, ni la caja de ahorro que les robó el sindicato espurio que impuso Ancira, quedando en total abandono e indiferencia.

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Advirtió que la crisis está al borde de un grave estallido social, pues el cierre definitivo de la empresa implicaría la pérdida de 20 mil empleos directos y 100 mil indirectos en Coahuila, Chihuahua, Durango, Hidalgo y Michoacán, aunado a la presión y la violencia que Ancira ejerce contra los trabajadores.

El dirigente minero aseguró que los beneficios descritos son posibles gracias a que las cooperativas operan bajo principios fundamentales que incluyen adhesión voluntaria, gestión democrática, participación económica de los miembros, autonomía e independencia, educación, cooperación entre los socios y otras organizaciones, así como compromisos con la comunidad.

Como ejemplos de empresas exitosas bajo este esquema, mencionó a Grupo Mondragón en España, las Cooperativas Agrícolas de Sunkist, en Estados Unidos, y Cruz Azul en México, además de las cooperativas mineras en Bolivia.

Consideró que frente a las constantes prácticas delictivas y las violaciones a los derechos laborales de Ancira, difícilmente Altos Hornos de México podrá recuperarse si no es a través de un cambio radical y estructural.

Sostuvo que la posibilidad de una cooperativa donde la participación y responsabilidad de salvar la empresa sea de los trabajadores, de los sindicatos y del gobierno debe ser revisada a profundidad.

“No sólo es un modelo que puede funcionar a escala económica, sino también social, pues las cooperativas demuestran que es posible combinar el éxito de los centros productivos con los valores éticos y humanistas”, anotó.

Napoleón Gómez dijo que con esta propuesta, se promoverían otros modelos que no sólo benefician a las cúpulas, sino que impulsarían el bienestar, el desarrollo y la prosperidad compartida.

“Formando una cooperativa, los trabajadores podrán corregir esos malos vicios y prácticas corruptas, además de limpiar la imagen de la empresa para hacerla eficiente y para beneficio de todos los mexicanos”, puntualizó.

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