:)

La Opinión

La vejez hace de las suyas en las elecciones a la presidencia de Estados Unidos 

La vejez de la clase política en Estados Unidos es un verdadero problema de cara a las elecciones es presidenciales de 2024

Published

on

La vejez de la clase política en Estados Unidos se está convirtiendo en un verdadero problema de cara a las elecciones es presidenciales de 2024, el presidente demócrata Joe Biden, próximo a cumplir en noviembre 81 años de edad, genera cada vez más dudas por los diferentes episodios de confusión que ha tenido en diferentes actos públicos.

Cada vez con más frecuencia, el primer Presidente octogenario de la historia de Estados Unidos es señalado por su avanzada edad. Candidato casi único del Partido Demócrata a las presidenciales del próximo año, cuando los estadounidenses acudan a las urnas tendrá casi 82 años. 

Lee: Panasonic lanza aire acondicionado que inhibe propagación del coronavirus

Y lo peor es que no hay un plan B real entre los demócratas, porque la vicepresidenta Kamala Harris, que muchos suponían sería el relevo natural de Biden, brilla por su ausencia o incluso cuando aparece en público es criticada y abucheada, no tiene el arrastre, el poder y la conexión que se necesita con los votantes estadounidenses.

No sólo eso, cuando comenzó el gobierno de demócrata a Harris se le encomendó hacerse cargo de la migración irregular, tres años después ese tema se convirtió en la principal arma política de los rivales republicanos, que consideran un fracaso del actual gobierno, al grado que han comenzado a tomar medidas estatales antiinmigrantes para frenar los flujos migratorios, sobre todo, los gobernadores de oposición. 

En el caso de los republicanos, Donald Trump, no es el más joven de su partido, con 77 años, para competir por la Presidencia estadounidense, pero si es el que más seguidores tiene, pese a las demandas que pesan en su contra, parece que a sus seguidores poco les importa si violentó o no la ley, porque tres años después de su salida del poder nunca ha podido demostrar que hubo fraude en su contra, entre otras muchas cosas.

Además, le siguen saliendo casi diario trapitos legales al sol que ha sabido capotear de manera muy mediática, por ejemplo, hace unos días su foto de ficha tomada en Georgia se convirtió en un gesto popular, que se utilizó en tazas, playeras, gorras, entre otras, para reforzar su presencia, si por azares del destino y el voto estadounidense le favorece volverá a vivir en la Casa Blanca, pero se convertiría en el segundo mandatario octogenario en estar en ese cargo.

Estos dos políticos que encabezan la política estadounidense no son los únicos vetustos que conducen los hilos del poder en Estados Unidos. Hace unos días el líder republicano del Senado, Mitch McConnell, de 81 años de edad,se quedó paralizado durante unos 20 segundos en una conferencia de prensa.

Lee: ¿Cuáles son las loterías de México que se pueden jugar online?

Al menos, tres senadores en ejercicio son mayores o están en la línea de la vejez que McConnell, entre ellos el republicano Chuck Grassley, de 89 años, y la demócrata Dianne Feinstein, de 90, quien recientemente retomó entre comillas sus labores, tras un periodo largo de convalecencia. Otras dos docenas de legisladores tienen 70 años o más.

Estados Unidos a diferencia de otros países llamados del primer mundo, no tiene problemas de natalidad, como es el caso de Alemania o Japón, pero esas nuevas generaciones estadounidenses que dan fuerza a las minorías no comulgan con los viejos políticos, no sienten seguridad, no están de acuerdo con sus propuestas, por el contrario, buscan nuevas opciones.

El asunto es que la clase vieja política de Estados Unidos está dispuesta a todo menos a dejar el poder en manos de las nuevas generaciones, eso provoca un embudo político que no tiene salida.

Según datos del Servicio de Investigación del Congreso estadounidense, en enero de 2023 la edad media de los miembros de la Cámara de Representantes era de 57.9 años y la de los senadores de 64 años. Así era la vejez.

Pero los puestos clave, están en manos de los senadores o legisladores más longevos. Lo peor, es que no parece que en el corto plazo esa tendencia vaya a cambiar, hay presión, pero no la suficiente, porque la prioridad es hacerse del poder a como dé lugar.

Este 118 Congreso estadounidense es el segundo más envejecido de la historia, ya que el anterior la media de edad era ligeramente superior.

El profesor de la universidad Penn State Kevin Munger, le dijo a la agencia española EFE que la envejecida clase política estadounidense se debe, primero, a la demografía, pues los gobernantes son parte de la generación de los baby boomers, nacidos tras la Segunda Guerra Mundial.

A esto se suma que en las campañas “el dinero juega un papel fundamental” y, puesto que muchos donantes “son mayores”, perpetúan que “las personas mayores tengan más peso político en nuestro sistema”, explica el autor del libro “Brecha generacional: por qué los baby boomers todavía dominan la política y la cultura estadounidenses”.

Los únicos requisitos de edad para los políticos en Estados Unidos no han cambiado desde 1787, cuando se redactó la Constitución: un mínimo de 35 años para ser Presidente, 25 para congresista de la Cámara de Representantes y 30 para senador.

Lee: Alfonso Durazo pide un aumento del 8% en el presupuesto para 2024

Según una encuesta publicada la semana pasada por el Centro de Investigación sobre Asuntos Públicos AP-NORC, el 77 por ciento de los encuestados, republicanos y demócratas, piensan que Biden es demasiado mayor para desempeñar efectivamente el cargo de presidente.

Y estos días han vuelto a sonar voces como la de Haley, precandidata republicana a la Presidencia, quien recordaba en una entrevista con Fox News una de sus propuestas: que cualquier político mayor de 75 años tenga que someterse a pruebas de competencia mental. La moneda está echada, pero parece que se seguirá decantando por los viejos o la vejez política, que no piensan declinar, aunque las fuerzas y la lucidez ya no esté de su lado, el poder es el poder. O usted ¿qué cree?

Publicidad

Trends

Publicidad