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Crecimiento inmobiliario acaba con hábitat de fauna silvestre en Mazatlán

El mayor desarrollo inmobiliario de la ciudad se concentra hacia el norte.

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Crecimiento inmobiliario acaba con hábitat de fauna silvestre en Mazatlán

En los últimos 30 años la mancha urbana de Mazatlán se multiplicó 2.39 veces; en el año 1990 la superficie urbana total era de 3 mil 903.81 hectáreas y en el 2020 se incrementó a 9 mil 325.03 hectáreas.

El mayor desarrollo inmobiliario de la ciudad se concentra hacia el norte, donde hospitalesplazas comerciales, conjuntos habitacionales y avenidas se abren paso en lo que pareciera “monte” o maleza.

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Pero que en realidad es la selva baja caducifolia, comunidad vegetal dominada por árboles pequeños que pierden sus hojas durante la época seca del año son propias de climas cálidos con lluvias escasas y tienen una diversidad única con gran cantidad de especies endémicas.

Las selvas secas realizan servicios de captura de carbono, conservación de suelos, de biodiversidad y de riberas, así como la regulación del clima y mantenimiento de los ciclos minerales.

Las zonas que antes eran arboladas hoy son parte de la urbanización, lo que ha provocado que la fauna que tenía ahí su hábitat natural se vea desplazada.

En el mes de junio fue captado un venado cola blanca en los terrenos aledaños a la avenida del Delfín, la ciudadana que logró capturar al ejemplar en una fotografía señaló que continuamente se puede ver a fauna asustada que quedó atrapada entre dos avenidas muy transitadas, pues la mayoría de los árboles que ahí había fueron derribados y la selva desmontada.

El 12 de junio se envió un oficio firmado por una gran cantidad de ciudadanos dirigido al presidente municipalEdgar González Zatarain, a la dirección de Ecología y Medio Ambiente y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, pidiendo la reubicación de estos ejemplares, pero hasta la fecha no han tenido una respuesta.

Sin políticas públicas

Sin un marco normativo sólido y debidamente articulado en los procesos de planeación y gestión urbana por parte de profesionistas y de las propias autoridades, tampoco hay medidas de protección y preservación para la fauna.

El consultor especializado en temas de Medio Ambiente y Desarrollo, Ángel García Contreras, mencionó que si bien es cierto que la Ley General de Vida Silvestre, en su Artículo 29 dice que los tres niveles de gobierno tienen la responsabilidad de adoptar medidas de trato digno y respetuoso para evitar y disminuir el sufrimiento, traumatismo y dolor que se pudiera ocasionar a los ejemplares de fauna silvestre durante su desplazamiento, no hay políticas públicas municipales de prevención para el cuidado conservación y protección de la fauna endémica.

Para empezar, apuntó, no hay ningún inventario de la fauna silvestre, no sólo la que habita hacia las periferias en la selva baja, y que incluso varias especies están dentro de la NOM-059-SEMARNAT- 2010 con algún estatus de conservación, sino también de aquellas que aún están dentro de la mancha urbana.

Hablando en materia de construcción, detalló que en Mazatlán no se evalúa el impacto ambiental de manera correcta y es lo primero que debería de hacerse antes de emitir cualquier licencia o permiso de despalme y desmonte.

“Tienen la errónea idea de que si están dentro del Plan Director de Desarrollo Urbano y tienen uso de suelo urbano, pueden emitir una licencia de construcción y eso no es cierto, porque esos terrenos aunque son propiedad privada, con que exista una especie de fauna o flora silvestre y más si existe fauna de la NOM 059, ya no es facultad del Ayuntamiento”.

“Se debiera exigir todos los estudios de manifiesto de impacto ambiental, de uso de cambio de suelo el Ayuntamiento lo que está haciendo es expedir de manera obsequiosa las licencias de construcción para tala, desmonte, construcciones, sin ningún ápice de protección de flora y fauna”, detalló.

Para García Contreras el municipio en materia ambiental es un caos, inclusive en la reciente actualización del Reglamento de Construcción fue desde la perspectiva unidisciplinaria de los colegios de arquitectos e ingenieros civiles, cuando el tema ambiental es multidisciplinario.

Aunado a esto, indicó, hay dependencias como el Instituto Municipal de Planeación que son figuras decorativas, ya que tienen factibilidades técnicas más no facultades legales ni vinculantes, las cuales se les debería de dotar; asimismo a la dirección de Ecología se le quitaron atribuciones en el 2018 con la actualización del Reglamento de Ecología y Medio Ambiente municipal, de poder aplicar multas a ciudadanos que infligieran dicha normativa dejando a la dependencia como un ente meramente administrativo.

Desaparecer evidencia de fauna y vegetación silvestre, para que los terrenos sean más vendibles y rápidamente urbanizados, es una práctica que se ha normalizado en Mazatlán, afirmó Ángel, ya que también la Ley General de Vida Silvestre dice que donde hay fauna endémica o cubierta forestal en un área no impactada se mandata hacer un cambio de uso de suelo que puede tardar años.

Cuando mucho las autoridades solicitan un estudio de Manifiesto de Impacto Ambiental que a veces es aprobado de manera automática sin verificarse nada, pero lo que se hace frecuentemente es solicitar permisos de despalme y desmonte e incluso se presume que pudieran estar provocando incendios en los pedidos de manera intencional para introducir estas áreas en sus dictámenes como ya impactadas.

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Crear una reserva natural

Maritza Eliseo, una joven mazatleca amante de la naturaleza, el arte y la cultura, desde el 2018 a través de la organización ciudadana Interacción Luciérnaga realiza activismo en pro de la flora y fauna de la región.

Este año han llevado a cabo actividades de senderismo, tanto al norte como al sur de la ciudad. Durante los recorridos se identifica la vegetación y especies animales, se recolectan semillas nativas para un vivero, además de hacer fotografía artística y picnics orgánicos.

La riqueza natural que tiene Mazatlán es muy basta, menciona, pero también el crecimiento inmobiliario es descomunal, llegando incluso ya a las zonas rurales.

El 27 de mayo, mientras realizaba senderismo a un costado de la avenida Delfín se observó que un predio de la selva ardía en llamas, por lo que inmediatamente se dio aviso a Bomberos.

Había aves calcinándose, otras sobrevolando en el fuego desesperadas por sus nidos que se quemaban. Durante el trayecto se percataron que había montones de troncos y vegetación desmontada, por lo que se presume que aquel siniestro pudo ser provocado o con intención.

En su camino han observado rastros de venados, sin embargo también han visto animales muertos aplastados por las máquinas pesadas que trabajan en esos predios preparando el terreno para futuras construcciones.

Coyotes, armadillos tejones, ardillas, iguanas, víboras, cardenalespájaros carpinteros, urracas, halcones, lechuzas, y el cangrejo azul son otras especies que habitan en estos lugares.

Eliseo comentó que ya se presentó al gobierno municipal una propuesta para crear una reserva de playa y una de selva; y aunque ya han previsto dónde podrá estar ésta última, reconoce que son terrenos que ya tienen dueños y son particulares.

Al crear esta reserva se estaría asegurado que en ese lugar no se permitirá ni se otorgará ningún permiso de construcción, por lo que se requiere la cooperación de la iniciativa privada, asociaciones civiles y gobierno.

A esta petición también se ha sumado la organización civil Conservación y Rehabilitación del Hábitat. Su presidenta, Martha Armenta, declaró públicamente que actualmente no hay ningún área para el rescate y atención de la fauna silvestre herida o desplazada.

Gran parte del problema de la fauna desplazada son las construcciones de fraccionamientos y torres de condominios, a cuyos desarrolladores no se les impone ninguna condicionante para que rescaten y reubiquen a los ejemplares que habitan dónde edificarán sus proyectos de construcción.

Además con el cierre del viejo Acuario Mazatlán dejó de operar también el Hospital de Fauna Silvestre que recibía animales heridos o decomisados. Son los mismos ciudadanos los que han rescatado animales que se movilizan de una obra a otra ante el menosprecio de las autoridades.

¿Desarrollo sustentable?

En el Programa Municipal de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano de Mazatlándocumento que actualmente se encuentra en consulta para su actualización, se señala que entre los ámbitos de atención se identifica como uno de los factores más críticos de todo el sistema territorial la expansión urbana de Mazatlán.

Además de cómo contribuye el déficit de sus áreas verdes, la erosión, deforestación y en la pérdida general de espacios naturales.

También pone de manifiesto cómo los cambios de uso de suelo contribuyen a esta expansión urbana a la ocupación de zonas de riesgo y a la pérdida de espacios naturales.

Que las áreas verdes, pequeños “pulmones” de la ciudad, no resultan suficientes, por lo que es necesario el rescate de estas áreas en fraccionamientos ya creados, por falta de mantenimiento, o al presentarse casos de apropiación que producen pérdidas de estos espacios

Además de que la infraestructura del turismo a gran escala, las condiciones de aridez y desertificación, asociados al cambio climático, han contribuido a la pérdida y degradación de la selva.

El PMOTDU propone que el uso del territorio debe ser planificado y regulado para garantizar un desarrollo sostenible y equitativo.

También mantener y recuperar el equilibrio ecológico en zonas del sistema natural y forestal que brindan bienes y servicios ambientales fundamentales para el funcionamiento ecosistémico como son las costeras, especies animales y vegetales y áreas verdes.

Además, que se incluyan medidas para regular el turismo y reducir su impacto negativo en el medio ambiente. Garantizar que el desarrollo sea sostenible y respete los recursos naturales y culturales en los proyectos de desarrollo.

Así como proteger las zonas de alto valor ambiental y ecosistémico buscando que estas no sean dañadas o comprometidas por el desarrollo; esto también incluye la creación de áreas naturales protegidas y la implementación de normas y regulaciones para proteger los recursos naturales y culturales en los proyectos de desarrollo y la promoción de prácticas sostenibles en el uso del suelo.

Falta de sensibilidad

Desde el mes pasado el Ayuntamiento anunció la colocación de una escultura gigante de un venado de 10 metros de altura en la glorieta ubicada entre las avenidas Carlos Canseco y Atlántico en el área de La Marina.

Dicha figura será donada por el presidente del grupo Dportenis, Óscar Sánchez, al municipio de Mazatlán. El material de elaboración es acero al cargo con detalles en pintura de poliuretano y se estima que tenga un peso de 10 toneladas.

Maritza Eliseo consideró esta acción como una falta de educación, sensibilidad e incongruencia, pues mientras se prioriza representar a Mazatlán con una figura inerte, hay venados vivos que están perdiendo su hábitat.

“Por parte del presidente municipal, de los empresarios, también de los ciudadanos, en general de todos porque a todos nos compete, ¿cómo vamos a preferir una figura representando a Mazatlán habiendo vivos, habiendo la esencia pura de Mazatlán no se toman medidas para salvaguardarlos? tantos millones de pesos se gastan en esa escultura pudiendo invertir en el rescate o al menos en un hospital de fauna silvestre“, consideró.

Por su parte, Ángel García Contreras calificó esta acción como algo patético, ya que el venado es una especie en peligro de extinción y símbolo del municipio, no obstante no se está haciendo nada para rescatarla y a la par que se van depredando las áreas naturales de la ciudad.

“En lugar de crear una área natural en esa zona para preservar la concepción que tienen de la biodiversidad de la naturaleza quieren hacer una estatua. Se me hace totalmente irresponsable e insensible y una falta de conocimiento en materia de conservación ecológica”.

El dato

El Programa Municipal de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano de Mazatlán proyecta que para el 2050 el suelo urbano tendrá una superficie de 14 mil 477.88 hectáreas.

Carla González | El Sol de Mazatlán

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