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Tampico tiene Las Tortas de la Barda ¿las has probado?

Fue en 1928 cuando José María Bracamontes inició con la venta de tortas de sardina, con frijoles, pico de gallo y salsa verde

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TAMPICO, Tamaulipas. Fue en 1928 cuando José María Bracamontes inició con la venta de tortas de sardina, con frijoles, pico de gallo y salsa verde, pero pronto cobraron popularidad como “tortas alijadores”, la receta fue cambiando y ahora, como Las Tortas de la Barda, tiene variedades y costos.

A finales de los años 20, en un carrito de madera, llamado “El pirata” podías adquirir una “torta alijadores”, denominada así por la procedencia de la mayoría de los clientes. El costo era de 10 centavos, después, cuando se retiró la sardina y se incorporó la mortadela, a comienzos de los años cincuenta, el precio fue de 20 centavos.

José Arturo Bracamontes Galindo, nieto de José María Bracamontes e hijo de Lucio René Bracamontes Martínez, platica de la evolución del platillo tanto en términos gastronómicos como económicos.

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Cuando José María Bracamontes, oriundo de Michoacán, llegó a Tampico, vio en la venta de tortas una oportunidad comercial, cuando las fuerzas le faltaron, le pidió a su hijo, Lucio René, que se hiciera cargo del negocio. Para ese momento, el joven era ayudante de contador público en la primera droguería de la ciudad, llamada “La Botica”.

Tales eventos sucedieron antes del huracán Hilda (1955). Durante la inundación, Lucio René se trasladó, por petición de las autoridades municipales, a la Plaza de Armas. Con el tiempo, regresó a vender a la barda del ferrocarril que está en el límite entre el Centro Histórico y la Aduana.

Cuando Lucio René toma la batuta del negocio de su padre, decide sacar la sardina de la ecuación, para incorporar la mortadela. En ese momento, las tortas cuestan 20 centavos.

Un día, acude al Antiguo Mercado Zaragoza, a la primera salchichonería de la ciudad, de nombre Bazaldua, donde adquiere, fiado, un kilo de jamón. Sustituye, entonces, la mortadela por el jamón y, con el tiempo, añade el queso de puerco.

Más tarde, Lucio Bracamontes observa cómo los comerciantes provenientes de la Huasteca, descargan sus productos al costado de los ferrocarriles. De ahí toma la iniciativa de agregar queso blanco y chorizo.

Por último, para dar forma a la receta que perdura hasta la actualidad, por innovación gastronómica, viendo que el platillo va cobrando popularidad en la zona conurbada de Tampico, Bracamontes incorpora el chicharrón en salsa verde y la carne deshebrada.

A mayor cantidad de insumos, el costo de la torta aumentó. José Arturo Bracamontes Galindo, quien heredero el oficio de su padre y de su abuelo, nos indica que, en 1928, “la torta alijadores” costaba 10 centavos. En los años 70, “la torta de la barda” valía un peso. En los 80, aumentaron a 5 pesos. Posteriormente, en los 90 valían 20 pesos.

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En 2015, se cotizaban a 35 pesos. En 2023, en la zona conurbada de Tampico, se pueden encontrar entre los 50 a 60 pesos. En “Tortas de la Barda René”, por ejemplo, cuestan 55 pesos. Tanto la receta como el precio han variado a lo largo del tiempo, dando origen a la popularidad del platillo.

Itzia Rangole | El Sol de Tampico

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