El Extranjero

La lucha libre profesional de México llegó a Canadá gracias a Billytronik

Ya no pelea, pero desde hace 12 años imparte clases a niños, jóvenes y adultos

Published

hace 1 año

enero 20, 2023

ORIZABA, Veracruz. La vida de Marco Antonio Hernández Oropeza, Billytronik, giró desde niño en torno a la lucha libre profesional, la cual pudo llevar hasta Canadá, con un público totalmente ajeno a la cultura mexicana.

Siendo sobrino de Jorge Oropeza “El Ciclón Orizabeño” y del referí Luis Oropeza, vivió este deporte entre máscara, cabelleras, rudos y técnicos, hasta que su oportunidad llegó.

“Mi tío visitaba a mi mamá e iba los fines de semana, jugaba con él y cuando había eventos en Orizaba me llevaba y fue donde conocí a luchadores de renombre, a mediados de los setenta, él me llevaba a la cancha Cocolapan, ahí eran las presentaciones”, recuerda.

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Este tipo de vida lo marcó y con el paso de los años lo llevó a practicar el deporte profesionalmente para emular a sus ídolos como El Santo, Mil Máscaras, Tinieblas y Blue Demon, aunque también practicó otro tipo de deportes de contacto como Taekwondo.

“No tenía pensado serlo profesionalmente sino como aficionado y a los 19 años empecé a entrar al mundo de la lucha libre teniendo un entrenamiento de cuatro horas diarias, pero también me fui a México a entrenar las luchas asociadas que es la base de la lucha grecorromana intercolegial”

Su debut fue a los 20 años de edad y aunque deportivamente no fue difícil el proceso, su peso, estatura y físico lo colocaron en estelares viviendo el proceso orgánico de crecer poco a poco teniendo “lona recorrida”.

En Orizaba, Billytronik estuvo luchando tres años, pero luego se fue para crecer profesionalmente. En México, tuvo la oportunidad de luchar contra Mano Negra, Satánico, Rambo y Felino.

En su juventud, cuando realizaba sus prácticas profesionales como ingeniero en electrónica y la empresa donde llegó llevaba por nombre Billytronic Videogames, “cuando empecé a hacer mis prácticas y trabajar y entrenar alguien de mis compañeros luchadores de esa época me comentaba de los nombres cortos y que fuera con el tema de la época“.

Ante esta situación él adoptó el nombre de la empresa, pero por cuestiones de mercadotecnia cambió la c por la k y este nombre está registrado ante e Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), sin embargo, el dueño de la empresa donde laboró falleció, pero le permitieron seguir con el nombre.

Afirma que el crecimiento de un luchador es enfrentarse con diversos luchadores, pero también toparse con diferentes aficiones y esto lo vivió cuando su carrera tuvo que estar viviendo un tiempo en California, Estados Unidos, teniendo presentaciones en: Florida, Nevada e incluso pudo llegar a Canadá, donde el público era 100 por ciento extranjero.

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En 2007, el público canadiense le abrió las puertas, “cuando eres luchador debes de ser bueno y tener Ángel, no tenía que matarme en el ring y la gente me recibió bien”.

Es del bando técnico y desde el inicio de su carrera optó por el uso de una máscara, los atuendos y la incógnita de quién está detrás, quiso conservar esto, y los colores blanco y franjas rojas iban más de la mano.

Para 2011 regresó a México y empezó a estar por temporadas en Canadá, pero en el 2010 decidió dejar de lado el ring luego de 30 años de trayectoria, siendo un impulso su familia, pero por temas del Covid-19 su retiro se atrasó un año por lo que en el 2021 tuvo dos presentaciones finales para luego bajar del ring.

Con dos retiros, una función de la AAA en Orizaba y la última con la Asociación que actualmente representa, donde invitó a luchadores con los que él compartió el cuadrilátero y que son sus contemporáneos en carrera.

La dinastía luchistica continúa con su hijo de 29 años, Billytronik Jr quien debutó a los 17 años de edad y aunque ahora está en pausa con el miedo de que el nombre pudiera desaparecer, optó por dar el nombre a dos personas más como Billytronik 2.0 a quien le di el personaje y está la variante Billybraker.

Pese a que se retiró de la lucha libre, desde hace 12 años imparte clases a niños, jóvenes y adultos, de los cuales ha logrado posicionar en importantes eventos locales, “a mis alumnos les enseñó lo básico, luchas asociadas, profesional, a dar entrevistas, respetar el personaje, pues desayunamos, comemos y cenamos lucha libre”.

En sus años como profesor ha tenido 45 personas que han destacado, entre quienes sobresale su hijo, quien continuará con la dinastía.

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“Yo no cobro, mi labor es gratis y es lo que yo aporté a la lucha libre, quiero que se conserve el tradicionalismo de la lucha y con el que yo crecí“, comenta.

Guadalupe Castillo | El Sol de Orizaba