Hay un repunte del turismo náutico en La Paz, pese a la pandemia de Covid-19

LA PAZ, Baja California Sur. El turismo náutico registrará este fin de año una de sus mejores temporadas, con las marinas al ciento por ciento de su capacidad y al menos 150 embarcaciones que deberán de fondearse en la Bahía de La Paz, debido a la falta de espacios.

Una muestra de este dinamismo, fue la salida de la Regata Baja Ha Ha, que zarpó este lunes de San Diego California rumbo a La Paz con más de 200 veleros, 50 más que en años anteriores y 150 más que el 2020, cuando a causa de la pandemia de Covid-19 se canceló, con solo 50 embarcaciones que hicieron el trayecto en la llamada Baja Ha Ha.

Se trata de la Regata más grande del mundo, con una trayectoria de más de mil millas, con veleros que navegan por el Pacífico aprovechando la fuerza de los vientos y utilizando el motor solo durante las maniobras de llegada a puerto.

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La Baja Ha Ha arribará a Los Cabos el 11 de noviembre y a La Paz el día 15, y el domingo 21 se les ofrecerá una fiesta de bienvenida en un conocido hotel de la ciudad; a diferencia de años anteriores cuando los veleristas partían de La Paz rumbo a otros puertos de mundo, en esta ocasión casi la totalidad se quedarán en México, debido a las restricciones de la pandemia en islas del Pacífico Sur y resto del mundo.

No solo en La Paz las marinas estarán en unos días más al 100 por ciento de su capacidad; con la llegada de la Baja Ha Ha, las de San José del Cabo y Cabo San Lucas también serán rebasadas por la demanda.

El presidente de la Asociación de Marina de México, Neil Schoyer, informó que en este año los yatistas nacionales se están quedando más tiempo en La Paz, particularmente los de grandes embarcaciones que antes se retiraban en septiembre y que en esta ocasión están programando salir hasta de noviembre.

De este modo, La Paz se ha consolidado como el destino preferido para el turismo náutico, debido a las bellezas naturales que ofrece el mar de Cortés, particularmente por sitios como Balandra las islas Espíritu Santo, del Carmen, y otras del golfo de California, sin dejar de mencionar las condiciones de paz y de seguridad que ofrece la entidad, y la amplia gama de oferta en actividades náuticas.

Neil Schoyer recordó que las siete marinas de La Paz permanecen durante todo el año con niveles de ocupación de 80 por ciento y debido a la alta demanda que se registra, vio la necesidad de construir más marinas o en su caso de ampliar la capacidad instalada, a fin de que esta condición no se convierta en una debilidad para el crecimiento de la actividad.

Asimismo, aclaro que aun cuando la oferta está rebasada, los precios de las marinas en La Paz no se habían movido desde hace tres años, aunque en esta temporada se aumentaron en un 9.0 por ciento, solo para equilibrarlos con el aumento de la inflación; aún así, las tarifas son 50 por ciento más bajas que en las de Los Cabos.

El empresario náutico explicó que en La Paz las embarcaciones que más pagan son las de 200 pies, a las que se les aplica una tarifa de 900 dólares por día, con una variación entre un 20 y un 30 por ciento dependiendo de la marina que se trate; las que las cobran, son las que ofrecen otros servicios como hotel, restaurantes, comercios, áreas públicas, etcétera.

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En todos los casos, dejando una gran derrama económica entre prestadores de servicios, debido a que se trata de visitantes de muy alto poder adquisitivo.

El turismo náutico ha sido fundamental para la reactivación económica del estado, y más para la ciudad de La Paz en donde se ofrece una amplia gama de atractivos para el turismo de aventura y de naturaleza, indicó el empresario.

Uno de los factores que afectan a la actividad durante la temporada invernal son los vientos del norte, que en ocasiones limitan la navegación durante varios días, fechas en las que las embarcaciones se ven obligadas a resguardarse en alguna marina o bahía, sin embargo se trata de periodos muy cortos que no son determinantes en la programación de los viajes.

Según datos de la Asociación de Marina de México, la mayoría de los yatistas son personas mayores de 60 años que han sido vacunados contra el Covid-19; se trata de una actividad que inició hace más de 20 años y que en la actualidad ofrece más de 700 peines a donde llegan los yates más lujosos del mundo.

Se estima que cada yate que atraca en el puerto deja una derrama económica de hasta 60 mil dólares por año, y en total, una cifra estimada de 36 millones de dólares al año.

A las siete marinas que operan en la actualidad en La Paz, se habrán de sumar otras dos que están en fase de proyecto; una en El Manglito con 85 espacios y otra en Pichilingue con 200 peines.

Elías Medina | El Sudcaliforniano