El abandono de las UMAs pone en peligro la vida silvestre de México

TUXTLA GUTIÉRREZ, Chiapas.  Las Unidades de Manejo de Vida Silvestre (UMAs) en el país y el estado están abandonadas por la Federación, pese a que fue precisamente el Estado mexicano quien las creó mediante la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en 2000 y haber demostrado su eficacia para la reproducción de especies de fauna, reducir el saqueo y ordenar la actividad comercial.

Las UMAs tienen un plan de manejo y un programa de reproducción; en el país suman unas 13 mil con 36 millones de hectáreas en Chiapas, alrededor de 650, entre extensivas e intensivas, en las que reproducen venados, pecarí de collar, conejo, iguana, cocodrilo, aves como pavorreales, ocofaizán, aves exóticas como la codorniz, mapache, gato de monte, boa y tepescuintle, mientras que las especies de flora que principalmente reproducen son el cedro y el mangle.

La presidenta del Consejo Directivo de la Asociación Nacional de Mujeres Empresarias del Campo, Juana García Palomares, señaló que el destino de la carne de estas especies es el mercado local, se procesan y se empacan al vacío, pero también en pie de cría para nuevas UMAs.

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Este sistema de producción impulsa la sustentabilidad, los proyectos tienen que ser económicamente sustentables, socialmente sustentables y ambientalmente sustentables.

El trabajo que se realiza en las UMAs es con la finalidad de no comprometer los recursos naturales para las próximas generaciones, se trata de lograr una reproducción sustentable y sostenible de las especies, que las unidades económicas sean rentables y que la sociedad pueda valorar el trabajo de estas empresas sobre la base de que existe un trabajo adecuado de respeto a los recursos naturales.

Las UMAs surgen en el 2000 a partir de la Ley General de Vida Silvestre y el artículo 27 de la Constitución mexicana que establece que los recursos naturales son propiedad de todos los mexicanos, por lo tanto, para poder aprovecharlos y hacer un usufructo se requiere tener un permiso, es decir, un registro ante la Semarnat para hacer un uso adecuado de esos recursos.

La empresaria del campo expone que las UMAs se crearon para poner orden en el medio ambiente, un uso adecuado de los recursos y aplicación de la ley, se evita el tráfico de especies porque la actividad es de manera ordenada, se reproducen en mejores condiciones las especies de flora y fauna, se puede comercializar y el que las adquiere no está expuesto a que sea detenido.

Quienes extraen ejemplares de fauna silvestre pueden llegar a prisión si son denunciados, si son detenidos y si se aplica la ley en su justa dimensión, el saqueo o la extracción de fauna en el país y en Chiapas sigue existiendo, sobre todo en ejemplares de loros, guacamayas y los monos principalmente, los saqueadores se introducen a las selvas para extraerlos y ofrecerlos a precios altos en el mercado ilegal, insistió Juana García.

Lamentablemente los traficantes ya tienen mercados, antes de extraerlos ya tienen quienes los compren, quienes detecten que alguien tiene en su casa ejemplares de fauna silvestre debe denunciar, el delito es ecocidio y está penado por la ley y debe ir a la cárcel, mientras no haya sanciones ejemplares por extracción de fauna de nuestras selvas el delito no va a terminar, refiere la ambientalista.

García Palomares tiene una UMA en el municipio de Berriozábal en una superficie de 10 mil metros cuadrados, plantea que quienes por manejo irresponsable de las especies estás se mueran, además de ir a prisión, se les debe cobrar tres veces el valor del ejemplar, tenemos que ir inhibiendo el ejercicio de ese delito, mientras exista demanda prevalecerá el acto punitivo.

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La actividad comercial de las UMAs tiene que ser ágil, la Semarnat debe ser estricta, es su función, pero no obstruir el desarrollo y la sustentabilidad, del trabajo de estas empresas depende que se reduzca la extracción, es más tiene que supervisarlas, constatar sus procesos de producción, pero no ser obstáculo para que haya empresas que se encarguen de reproducir y comercializar.

Todo sale al comercio legalmente de las UMAs, pero lamentablemente nos encanta lo prohibido, para muchas personas se les hace más fácil lo ilegal que el orden y el Estado de Derecho y ante la extracción permanente, constante, en pequeñas cantidades, pero persistente desde nuestras selvas, eso es lo que exigimos, orden, puntualizó.

Isaí López | El Heraldo de Chiapas