¿AMLO se va a reelegir?

“¿AMLO se va a reelegir o va ampliar su período presidencial?” es la pregunta que ha dominado buena parte de las columnas de opinión durante las últimas semanas.

El debate empezó luego de la reforma para ampliar el mandato del ministro Arturo Zaldívar como presidente de la Suprema Corte y se intensificó con las constantes alusiones de López Obrador al tema.

De acuerdo con Luis Estrada, director general de SPIN, el presidente ha sacado a colación el asunto de la reelección en 127 ocasiones durante sus conferencias mañaneras. Por tanto, no es trivial discutir esta pregunta, pues es el propio mandatario quien la ha colocado deliberadamente en la agenda pública.

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El nuevo libro de Luis Antonio Espino (López Obrador: El poder del discurso populista, Turner, 2021) nos brinda claves para comprender por qué el presidente ha impulsado que se discuta la reelección y qué espera lograr con ello.

Espino explica que, en ciertos temas —incluida la reelección—, el discurso de López Obrador sigue una secuencia muy sencilla: framing (o enmarcaje), paralipsis y repetición.

Primero, el presidente presenta un tema enmarcándolo en un fraseo engañoso y confuso. Por ejemplo, en la conferencia matutina del 25 de julio de 2019, AMLO aseveró: “Soy maderista y creo en el sufragio efectivo no reelección. Y por eso voy a durar el tiempo que el pueblo quiera”.

Como se puede ver, esta declaración es ambigua: por un lado, López Obrador asegura que no se reelegirá; por el otro, sostiene que permanecerá en el poder hasta que “el pueblo quiera”. Ésa es precisamente la intención del presidente: sembrar un tema en la discusión pública, pero de manera tal que genere confusión entre los analistas y los ciudadanos.

Posteriormente, viene el paralipsis, un recurso retórico que permite negar algo, al tiempo de reafirmarlo en la mente de las audiencias.

López Obrador nos dio un buen ejemplo de esta herramienta discursiva hace unos días cuando dijo que sus paisanos de Tabasco le piden que se reelija, a lo que él contesta: “No, no ven que ya estoy chocheando”. Aquí AMLO afirma que no desea reelegirse, pero a la vez refuerza en la mente de quien lo escucha la idea de que el pueblo sí quiere que permanezca en la presidencia.

Viene la repetición, que se explica por sí misma. El presidente es muy hábil para usar los mismos conceptos constantemente con el objetivo de que sigan circulando en el debate público y en las conversaciones de los ciudadanos. No es en vano que haya hablado sobre la reelección 127 veces en lo que va del sexenio.

Además de seguir esta secuencia, cuando alude a la reelección, AMLO siempre aparenta que él no quiere permanecer más de un sexenio en la presidencia, pero pese a su convicción democrática, el pueblo es quien se lo demanda.

En palabras de Espino: “Si enunciara las cosas como son, […] causaría enorme rechazo. Por eso, usa un framing que manipula el lenguaje con la negación, para asegurar una y otra vez que ‘no desea la reelección’ […] pero dejando siempre abierta la puerta para que ‘si el pueblo lo decide’ suceda otra cosa”.

Apenas estamos a la mitad del sexenio. En política, las situaciones pueden dar vuelcos inesperados de un momento a otro. Y muchas cosas pueden pasar en los tres años restantes del período presidencial de López Obrador.

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No tenemos certeza sobre la voluntad reeleccionista de AMLO. En muchas ocasiones, el presidente ha enviado globos sonda para evaluar cómo lo recibe la opinión pública y, una vez que mide la reacción, analiza si sigue adelante o no.

Por otra parte, al tratar el tema, no podemos subestimar el factor de la cercanía geográfica y la integración económica con Estados Unidos.

Sin embargo, no es prematuro ni descabellado discutir una posible reelección o extensión del mandato. Es la única manera en que los ciudadanos y las instituciones podremos estar preparados para un escenario así.

Como bien dice Luis Antonio Espino: “Manipulando el lenguaje, creando marcos de comunicación favorables […] negando para afirmar y repitiendo palabras clave, se prepara el camino para que, cuando las cosas más impensables ocurran, nadie pueda decirse sorprendido”.

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Twitter: @peloncoste