El aroma a café resurge en los centros turísticos veracruzanos

CÓRDOBA, Veracruz. En febrero de este año, la venta de café en centros turísticos, restaurantes y cafeterías de la entidad fue de 70 por ciento, cifra similar a marzo de 2020, antes del cierre por la pandemia de Covid-19.

El empresario cafetalero Juan Bueno Torio recordó que fue en abril del año pasado cuando se cerraron estos lugares al público y dejó “un efecto gravoso y nos ha provocado enfrentar grandes retos”.

Sin embargo, subrayó que empieza a ver “la luz al final del túnel”, luego que el sector se ha enfrentado a diversas problemáticas, una de ellas y la principal, el precio por kilogramo.

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Respecto a si los productores de café de la región están preparados las grandes para competencias, señaló que existen personas que pueden demostrar sus buenos cuidados y calidad del café en las hectáreas que puedan tener.

“En la región hay cafeticultores preparados para producir café de especialidad, pues se vende mejor, y las cantidades a comercializar son menos pero es importante implementar capacitación y formación para los productores para que mejoren su rentabilidad, para que produzcan más toneladas de café por tarea, que se capaciten para seleccionar de sus parcelas el grano de especialidad”, apuntó.

Bueno Torio señaló que la falta de apoyos al campo desde el inicio del actual gobierno federal ha afectado, pues los precios nacionales e internacionales del café se han debilitado y no existe un apoyo en técnicas o desarrollo tecnológico para que se pueda tener mejor variedad o formas de cultivos y así buscar la innovación.

En materia de seguridad, Bueno Torio comentó que económicamente se ven afectados por los constantes asaltos en las carreteras a las unidades que transportan el café.

Por ello, apuntó, las aseguradoras del transporte han aumentado también los precios, incluso algunos empresarios han recurrido al contrato de custodios.

Pero además, consideró que el gobierno federal no cumplió con el tema de las gasolinas o el diesel, pues el precio de los combustibles tiene implícito el Impuesto Especial sobre Producción y Servicio.

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Si quisieran bajar los precios del café deben de bajar este impuesto, pero no lo hacen porque necesitan el dinero para apuntalar sus proyectos como el Tren Maya, el aeropuerto, entre otras decisiones que van en sentido contrario, aseveró el empresario.

Guadalupe Castillo | El Sol de Córdoba