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El Extranjero

Grupo de Puebla opera con fuerza en América Latina

El Grupo de Puebla surgió como una iniciativa de gobernantes liberales de América Latina, que buscan acabar con las desigualdades sociales y económicas

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A seis meses de su creación y con una América muy convulsa, el Grupo de Puebla ayer se reunió en Argentina para impulsar la agenda que busca acabar con las desigualdades en Chile, así como dar apoyo al ex presidente de Bolivia, Evo Morales y festejar la libertad del ex mandatario de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.

Según el político chileno Marcos Enríquez-Ominami, uno de los inspiradores del Grupo de Puebla, esta representa una corriente que aspira a liderar y reunir al pensamiento progresista en América Latina, con elementos actualizados del Foro de Sao Paulo y la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur).

Gestada Enriquez-Ominami y el ahora presidente electo de Argentina Alberto Fernández la cita toma nuevos bríos en Buenos Aires en momentos trascendentales para la región, con un 2019 complejo.

El foro intenta hacer contrapeso al Grupo de Lima, surgido como una iniciativa de gobernantes liberales de la región contra el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela.

Sin embargo, la situación de Venezuela no fue mencionada en los discursos del sábado pasado.

“Vamos a poner en pie a América Latina en los próximos meses, el continente no pasa el mejor momento”, dijo el presidente electo de Argentina, que realizó esta semana un viaje a México, donde se reunió con el mandatario Andrés Manuel López Obrador, a quien señaló como artífice de una nueva “esperanza” para que el país norteamericano mire hacia Latinoamérica.

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Precisamente hace unos días la agrupación emitió un documento, donde asegura que “el alza del precio del pasaje en Chile es una gota equivalente a cualquiera de las que ha venido llenando la paciencia desde la instalación del modelo neoliberal durante la dictadura, y que se ha acentuado bajo las administraciones de la derecha de Sebastián Piñera”.

A Buenos Aires llegaron varios de sus miembros, un grupo de amigos, ‘de gente que compartimos ideales para un proyecto de Latinoamérica de inclusión’, como lo calificó la ex mandataria Dilma Rousseff, y su inicio estuvo marcado por un emotivo acontecimiento, la esperada libertad del ex mandatario brasileño Luis Inácio Lula Da Silva.

El mismo día que quedó libre, Lula dijo a través de un video que “queridos compañeros que están en Buenos Aires quiero primero felicitar al compañero Alberto Fernández por la elección a Presidente. Felicitar a la compañera Cristina Fernández de Kirchner, gran compañera con la que tuve el honor de vivir momentos maravillosos durante la presidencia de nuestros países.

“Felicitar a la compañera Dilma Rousseff que se que está presente, mi gran compañera. Quiero felicitar a mi ministro Celso Amorim, figura de vanguardia en la política de integración latinoamericana. Quiero felicitar también a mi compañero Aloizio Mercadante, dar un abrazo a todos los compañeros de todos los países que participan del Grupo de Puebla y todas las personalidades”.

Muy distante del llamado Grupo de Lima, el de Puebla apuesta sobre todo por luchar para cambiar el continente y dejar atrás la desigualdad, uno de los grandes flagelos de Latinoamérica.

‘El Grupo de Puebla va a ser la voz que se levante ante el mundo para contar lo que sucede en América Latina, y no sólo eso, de aquí saldrán los dirigentes que pongan de pie la región como lo soñaron nuestros próceres’, señaló Fernández en la jornada de apertura.

Porque como dijo el flamante presidente de Argentina ‘nadie que se diga progresista, peronista, socialista, comunista, puede vivir en paz con su conciencia con semejante desigualdad en nuestro continente’.

Emocionados y felices por la excarcelación de Lula, quien envió un mensaje a los más de 30 líderes de 12 países participantes, los ex mandatarios y personalidades presentes, entre ellos Fernando Lugo (Paraguay) y Ernesto Samper (Colombia), abogaron por la unidad para sacar adelante a la región.

También participan los ex presidentes de Panamá, Martín Torrijos; de Paraguay, Fernando Lugo; el ex canciller de Brasil Celso Amorim; uno de los fundadores del Partido de los Trabajadores brasileño, Aloizio Mercadante; el excandidato presidencial Enríquez-Ominami y su padre, el ex ministro de Economía y ex senador Carlos Ominami, entre otros.

Producir consensos regionales y articular políticamente al progresismo marcan al Grupo de Puebla, cuyo encuentro en Buenos Aires lleva como premisa el lema ‘El cambio es el progresismo’.

Como una bocanada de aire, mientras desde Brasil los representantes del Grupo de Lima volvieron a arremeter esta semana contra el gobierno del presidente Maduro. Desde el Grupo de Puebla se palpitan aires nuevos, con el deseo de una región más igualitaria que ‘no es una utopía’, como dijo Fernández.

Al tomar la palabra el sábado en la inauguración, el ex mandatario colombiano y ex secretario de la Unión de Naciones Sudamericanos, Ernesto Samper advirtió que el continente hoy está amenazado por la agenda de un presidente del norte que convirtió la lucha contra los latinoamericanos en parte de su programa de reelección.

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También por un cambio climático que está haciendo sentir sus peores efectos y especialmente por estallidos sociales, con una rebelión de la clase media baja.

“Hoy tenemos dos opciones: integrarnos todos o desintegrarnos definitivamente; nosotros estamos por la integración”, dijo, quien aboga por un regionalismo abierto en lo económico pero con la integración política en lo regional.

Con el gesto de la V volvió la fuerza política reflejada en la figura de Alberto y Cristina Fernández, y la L de Lula multiplicada en los dedos de muchos de los presentes. En la cumbre del Grupo de Puebla se analizan temas imperantes a resolver en la región.

Por Alfonso López Orrante

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