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El fetichismo es la parafilia más conocida en el mundo

La educación sexual es la base para poder comprender y experimentar de forma sana el consumo de plataformas para adultos

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Para dar gusto a sus seguidores, los generadores de contenido de OnlyFabs explotan fantasías de sus seguidores, que van desde fotografías de pies o axilas, trajes de látex, prendas interiores usadas, escenas de masoquismo hasta modelos con atuendos de personajes de animé, que son fetichismos, muy comunes entre las parafilias.

Además de la demanda, el interés por este tipo de contenidos es muy popular, aunque en muchos casos son incomprensibles, incluso para varios de estos influencers, como el caso de la cantante y actriz Ninel Conde, quien ha declarado no entender el por qué gran parte de sus seguidores le pide fotos de sus pies.

Otro caso bastante difundido ha sido el de Celia Lora, la hija de icono del rock mexicano Alex Lora, quien en varias ocasiones ha declarado su desconcierto, no sólo por el gusto recurrente de sus followers hacia sus pies, sino por otras “extrañas” peticiones, que van desde fotografías de la parte posterior de sus rodillas y de su nuca, hasta sugerencias de prácticas coprofílicas.

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El médico, educador y terapeuta sexual, Juan Antonio Rodríguez, de la Asociación Mexicana para la Salud Sexual (Amssac), explica se trata de parafilias, antes llamadas “perversiones”, que define como “actos derivados de fantasías sexuales, que no tienen que ver con una relación sexual de forma directa, pero que son gustos específicos que puede generar excitación y agrupar a ciertos integrantes de la población”. Es decir, son comportamientos sexuales y no trastornos.

Nosotros tenemos que educarnos que en temas de erotismo y de placer sexual todo es normal y permitido. El erotismo no tiene valores, nos pueden gustar cosas súper raras, entendiendo que evidentemente hay ciertos límites: como el hecho que debe haber un consentimiento entre las personas y que obviamente todos tienen que ser adultos, estar vivos y ser seres humanos.

Los trastornos van más allá de eso, en ellos no hay consenso, es imposición, es lastimar y violentar, algo que en definitiva no se quiere”, agrega el especialista, quien apunta que la comprensión de estos gustos es parte de la gran amplitud de la diversidad sexual.

El doctor Juan Antonio Rodríguez comenta que en los distintos contenidos que se pueden encontrar en plataformas de internet, como OnlyFans, no debería sorprendernos encontrar canales dedicados a diversas parafilias específicas, en los que, en teoría, hay un consenso que los usuarios aceptan al intercambiar su intimidad por dinero; el especialista advierte que desconoce las cláusulas de la plataforma.

Entre la amplia gama de las parafilias, la que podría ser considerada la más conocida, es el fetichismo, el cual “es el desarrollo de la respuesta sexual humana, teniendo como punto de placer, un objeto sin vida propia. Este puede ser un calzón, un calcetín, zapatos, algún color, la textura de una tela o partes del cuerpo que por sí mismo no tenga una vida propia, como es el caso de los pies, las axilas, el cabello o el bello corporal”.

El especialista hace hincapié en necesidad de saber diferenciar entre “un fetichismo verdadero” y “vivir con rasgos fetichistas”.

Pues en el primero, el objeto de deseo tiene que estar obligatoriamente para que exista una respuesta en cualquier encuentro sexual, convirtiéndose en una disfunción sexual; mientras que, en el segundo, la aparición del objeto de deseo, se vuelve como un adicional de la respuesta sexual, sin su necesidad imperante.

Así, una de las teorías del origen el “fetichismo verdadero” en algunas personas, se puede explicar, a partir de que en su infancia tuvieron problemas para generar relaciones interpersonales y que en algún momento un objeto se volvió una fijación, que posteriormente se vuelve una especie de “puente” con la totalidad de lo que le puede gustar a una persona.

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Con el llamado al reconocimiento de nuevas formas de vivir y de consumir contenido de este estilo, Juan Antonio Rodríguez comenta que la base para poder comprender y experimentar de forma sana el consumo de estas plataformas es la educación sexual, para aprender a aceptar nuestros propios gustos y evitar el aislamiento.

La sexualidad de los seres humanos es compartida. Necesitamos tener relaciones sexuales, necesitamos hablar de nuestras cosas, demostrar nuestros sentimientos, en un balance de la salud sexual.

Creo que el abuso de plataformas tiene casi las mismas repercusiones que el abuso de la pornografía. Si uno usa estas herramientas y depositas toda tu respuesta sexual e intensidad y emociones en ello, puede generar daños.

Pero un buen uso de éstas, también pueden ser muy lúdicas, en el sentido en que uno puede aprender de uno mismo, de tus límites, tus gustos y fantasías”, concluye.

Kevin Aragón | El Sol de México

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