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Óscar Román: 30 años de una carrera llena de formas y color

Ahora sus obras han sido compiladas en el libro Óscar Román, 30 años 1991-2021.

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Óscar Román: 30 años de una carrera llena de formas y color

Hace poco más de 30 años la actriz María Félix le regaló al galerista Óscar Román un cuadro de Frida Kahlo. Se trataba, dice, de un valioso autorretrato donde aparecía la artista junto a su inseparable Diego Rivera. Fue entonces cuando tomó la decisión de dedicarse al coleccionismo de arte y de dejar su oficio de anticuario al que dedicó parte de su juventud.

De esta forma decidió crear un espacio en el que el arte mexicano fuera exhibido para crear un diálogo entre el espectador y la historia de su país, la cual ha sido plasmada en diferentes lienzos por hombres y mujeres de la plástica.

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Ahora sus obras han sido compiladas en el libro Óscar Román, 30 años 1991-2021, presentado esta semana en el Palacio de Bellas Artes.

“Este libro representa el trabajo de muchos años. Es una memoria de todo este recorrido donde la gente podrá ver a todos los artistas que han estado en la galería desde sus inicios en 1991, hasta el 2021. La idea de crearlo surgió porque es importante como galería dejar testimonio de tu trabajo”, dice.

“Ya habíamos hecho un libro de los 20 años, después uno de los 25 con una gran exposición, y con los 30 años pensamos en dar la primera lectura de todo este recorrido de la mano de los artistas para presentar información que fuera lo más accesible al público”.

“Está documentado desde la primera muestra de Jesús Urbieta en 1991 cuando abrió la galería, se editó por cuenta propia y lo diseñó Luis Almeida, con una trayectoria impresionante en diseño de libros”, dice Oscar Román en entrevista exclusiva para Organización Editorial Mexicana (OEM).

El texto principal fue escrito por Gerardo Estrada, “quien fue nuestro padrino que inauguró la primera muestra. También escribieron el crítico de arte Daniel Garza; Miguel Fernández, investigador de arte; Carmen Gaitán; Emmanuel Razo, curador de arte; Corina Soto, mi sobrina, entre otros”, dice Román.

El galerista explica que cada uno de los colaboradores del libro habla de los géneros con los que ha trabajado como el del surrealismo, el hiperrealismo, el abstracto y el expresionismo.

“Hemos tocado corrientes como el surrealismo, la ruptura, la escuela mexicana de pintura, la escuela de los grandes maestros como ToledoTamayo, Sergio Hérnandez, b, entre otros.

“Como la idea era mostrar una memoria, entonces nos fuimos a los archivos para recuperar la información de todas las exposiciones, dos o tres años trabajamos en eso, entonces todas esas imágenes y algunas otras las documentamos con fotos de eventos, retratos que se han escrito sobre la galería a través del tiempo y quedó en un documento espléndido”, expresa.

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Los aliados de la galería

En todo este tiempo Óscar ha compartido su pasión por el arte con grandes personajes de la sociedad mexicana y de otros países, quienes han recorrido su galería ubicada en Polanco. Una casona de estilo californiano donde él habita y donde todos los días se acompaña de la presencia de obras de Mathias Goeritz, Pedro Friedeberg, Rodrigo de la Sierra y Laura Quintanilla, entre otras.

“Desde que abrí la galería conté con el apoyo de mucha gente, tuve la oportunidad de que nos visitaran presidentes de la república, personajes importantes como Leonora CarringtonJuan SorianoGabriel García Márquez… Hemos recibido a personajes de todos los ámbitos como Carlos Slim. El proyecto generó el interés de mucha gente, una gran amiga fue Edith González, parte importante de todo este trabajo y estos años”.

Su acercamiento con Gabriel García Márquez fue a través de la escenógrafa, bailarina y artista plástica Lucero Isaac, quien en aquella época exponía en la galería:

“Era muy amiga de Gabriel García Márquez, un tipo lleno de conocimiento y sabiduría, era interesantísimo hablar con él. Nunca compró un cuadro pero siempre le gustaba mucho recorrer los espacios y admirar cada una de las obras. Siempre me felicitó por la pasión que le ponía al arte, era muy amigo de todos. Con él tuve pláticas sin mucho afán, le encantaba la galería”.

La actriz María Félix marcó un parteaguas en sus inicios. “Cuando me regaló aquel autorretrato de Frida Kahlo tan valioso, decidí dejar el mundo del coleccionismo de antigüedades; esta obra me abrió las puertas al arte moderno y después al contemporáneo y de ahí vino todo un cambio y poco después empecé con el proyecto de la galería”.

Narra que las visitas de la “Doña” a casa de Óscar eran constantes e incluso eran frecuentes las salidas a comer, sobre todo sushi, una de sus comidas favoritas.

“Nos la pasábamos en Cuernavaca, un amigo de ella era Jorge Ramos el anticuario. María nos invitaba a su casa o venía a comer o cenar a la mía. Íbamos mucho al restaurante de comida japonesa Sumiya en Cuernavaca, hubo mucho contacto con ella y obviamente me hizo apreciarla y conocerla más allá de los reflectores.

“Era muy precisa, siempre hablaba de que si querías hacer las cosas y tus sueños realidad, tenías que trabajar mucho y ser muy profesional”.

Testigo de la evolución del arte

Más de 400 exposiciones son las que se han presentado en la galería Oscar Román con la obra de más de mil artistas, tanto emergentes como consolidados.

En este proceso, Román ha visto pasar diferentes tipos de expresiones que han marcado la vida de México y a sus representantes, logrando distinguir cada corriente, cada género y técnica de la plástica que lo lleva a realizar un análisis entre el presente y el pasado de generaciones de creativos.

Junto con mis hermanas Lucero y Yolanda Román hacemos exposiciones que son homenajes a los grandes maestros”.

Describe la evolución del arte en México y destaca una marcada diferencia en cuestión de aprendizajeinspiración y formas de expresión.

“En México se dieron movimientos muy importantes. El Muralismo tuvo una fuerza muy importante, hubo muchísimo interés en Estado Unidos sobre esta corriente; se realizaron muchas exposiciones de artistas mexicanos y fue algo único; y cuando viene el movimiento de la Rupturalos muralistas continúan con su faceta pero viene un corriente fresca y contemporánea de artistas como José Luis CuevasFernando García Ponce, Pedro Coronel, Francisco Toledo, Luis López Loza…”

Frida KahloLeonora Carrington, María Izquierdo, Alice Rahon, Remedios Varo, entre otras, que se fueron incorporando a este movimiento”.

Sobre la forma en que los lienzos se convirtieron en una herramienta para plasmar mensajes de protesta y la realidad política y social de nuestro país durante los años 30 y 40, comenta, “los artistas tenían que enfrentarse a la parte del Estado que era la que controlaba lo que se hacía en el arte. Pero te das cuenta que empezaba una libertad absoluta de una generación como Cuevas, García Ponce, Rafael Coronel que iba de lo figurativo a lo abstracto y se enriqueció muchísimo el arte que se produjo esos años”.

En este tema y en contraste con las nuevas generaciones de artistas dice, “sigue habiendo protesta, hoy en día hay creaciones como la de Teresa Margolles o Gabriel Orozco, cuya forma de plasmarla es distinta porque lo manejan de manera conceptual. Antes se decían las cosas pintándolas, ahora, por ejemplo, Margolles recupera los parabrisas baleados y los convierte en arte, con esto transmite lo que está sucediendo”.

Sobre las nuevas generaciones de creativos piensa que los jóvenes están negados a emplear las bases principales con las que se trabaja en la plástica.

“Muchos de los nuevos artistas no están teniendo la preparación que se tenía antes en cuanto a técnica o materiales, entonces ¿de qué forma van a expresar lo que quieren decir? Y eso hace que su trabajo se vuelve efímero, es una situación complicada.

“El arte sigue evolucionando desde lo conceptual, los muralistas ahora son grafiteros, el graffiti ha cobrado una fuerza muy importante, al igual que los artistas multimedia que trabajan de forma electrónica con la computadora“.

“Siempre hay público para todo, porque abre la perspectiva para que puedas encontrar muchas variantes en la producción de arte. Seguirán apareciendo nuevas figuras, pero la coladera del filtro del tiempo decidirá quienes se quedan y quienes se van y así como aparecen artistas desaparecen pero los que sean bueno y con trayectoria se quedarán.”

La tecnología y sus complicaciones

La tokenización que permite rastrear de forma inequívoca cada elemento y parte de una obra para garantizar su seguridad y autenticidad, conocida como NFTs, así como las subastas electrónicas dentro de una cadena de criptomonedas, no los considera aún una forma de adquirir arte en México.

“Irán evolucionando, fue opción en algún momento pero no lo veo en México, una moneda como un valor, a pesar de que mucha gente es entusiasta con esto, aún no la veo. Estoy atento, aprendiendo, pero no creo que sea todavía el momento que se pueda manejar algo así.

Y concluye: “Mi reto más grande es seguir trabajando en la colección, seguir haciendo muestras interesantes, tratar de internacionalizarnos más. Lo que estamos haciendo no se detiene y seguiremos luchando para que la galería tenga un nombre importante para ser vista por el público en general”.

Gerardo León | El Sol de México

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