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El Extranjero

La violinista alemana Anne-Sophie Mutter cumple 60 de pasión, curiosidad y dedicación

El Ministerio de Educación de Baden-Wurtemberg vio en ella un talento excepcional y la eximió de la escolarización obligatoria

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MÚNICH, Alemania. Desde niña, la alemana Anne-Sophie Mutter, quien recién cumplió 60 años, logró cautivar con sus dotes musicales, que de haber sido por sus padres, muy probablemente jamás habría llegado a ser una violinista estrella.

Fue el sonido de un ensayo infantil de violín en la vecindad lo que provocó que la familia se opusiera a que su hija tocara ese instrumento, aunque ella igualmente se salió con la suya, afortunadamente para el mundo de la música. Aprender a tocar el violín fue, en su caso, un profundo deseo.

Mutter estuvo rodeada por la música ya desde muy pequeña en su casa de Wehr, en el estado de Baden-Wurtemberg. A los seis años, ganó el primer premio con distinción especial en el concurso de música para niños y adolescentes “Jugend musiziert” al violín y el primer premio con su hermano Christoph a cuatro manos al piano.

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El Ministerio de Educación de Baden-Wurtemberg vio en ella un talento excepcional y la eximió de la escolarización obligatoria. En su lugar, recibió clases particulares.

Pronto despertaría también la atención del célebre director de orquesta Herbert von Karajan, quien convocó a la muchacha de casi 14 años al Festival de Salzburgo.

Comenzaba a reunir así amplia fama y gloria que no resultarían del todo baratas para sus padres, quienes tuvieron que pagar mucho por la pasión musical de su hija.

Pero el sacrificio económico de la familia sin duda valió la pena: Mutter es una estrella que trabajó con prácticamente todos los nombres famosos del mundo de la música, como Sofia Gubaidulina, Sir Simon Rattle, Daniel Barenboim o Mariss Jansons.

Y compositores como Krysztof Penderecki, Wolfgang Rihms o su posterior marido André Previn escribieron piezas especialmente para la renombrada violinista.

A lo largo de la carrera de Mutter -a la que el público también adora- hubo muchos golpes de suerte, pero también trabajo duro, dedicación y constancia.

“En general estoy agradecida por todo lo maravilloso y también por las tareas difíciles que la vida me puso por delante, como a tantos otros, y que siempre intenté superar”, afirmó la violinista Anne-Sophie Mutter.

La muerte de su primer marido, Detlef Wunderlich, padre de sus dos hijos, fallecido en 1995 a causa de un cáncer, representó un duro golpe.

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“Para mí no existe tirar la toalla”, describe Mutter su lema, que no hizo más que verse vio fortalecida a partir de esta dura experiencia. “Cuando se es una madre que cría sola dos hijos, entonces resulta necesaria una fuerza positiva”, consideró.

Una fuerza que también vuelve a encontrar una y otra vez en la música. “Tuve la inmensa suerte de no solamente querer dedicarme a esta profesión, sino de seguir viviéndola con gran pasión”, describió.

Pero incluso esta violinista estrella conoce el sentimiento de desesperación ante algunas piezas.

“Llevo décadas luchando con el concierto para violín de Schönberg”, dice Anne-Sophie Mutter en referencia a la composición de Arnold Schönberg, a la que algunos consideran extremadamente difícil, por no decir directamente imposible de interpretar. ¿Pero rendirse? No es algo que Mutter siquiera contemple como posibilidad.

“Lo intentaré nuevamente cada tanto, sencillamente porque lo encuentro un buen ejercicio… Y, por supuesto, tiene un cierto potencial adictivo aprender algo nuevo”, manifestó.

Pero la música no lo es todo en la vida de esta mujer que ama la naturaleza y las montañas, vive en Múnich y enloquece por Star Wars.

Mutter es activa promotora de jóvenes músicos, reclama enérgicamente al gobierno del estado de Baviera la construcción de una nueva sala de conciertos en la capital bávara y es presidenta de la Ayuda Alemana contra el Cáncer, también a causa de la enfermedad de su primer marido.

Quien la conoce a Anne-Sophie Mutter se encuentra con una mujer alegre, accesible y curiosa que cuenta historias apasionantes, se ríe con frecuencia y le gusta celebrar, “preferentemente todos los días”, como ella misma dice.

Entretanto, tiene previsto irse de viaje cerca de la fecha de su cumpleaños. “Con mi hermano, algunos amigos y, por supuesto, mis hijos”, reveló Mutter. “Pasar tiempo en familia siempre es maravilloso, así que el cumpleaños es una muy buena excusa“, admitió.

Cordula Dieckmann / DPA

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