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Baja California

La caza de ballenas por tribus en Estados Unidos no afecta a la población del mamífero: UABCS

Los aborígenes Makah buscan obtener el permiso para la explotación de la ballena gris; prestadores de servicios turísticos se oponen.

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Foto: Elías Medina

LA PAZ, Baja California Sur. La caza de dos ejemplares de ballena gris al año que pretende autorizar el gobierno de Estados Unidos en favor de la tribu Makah, originaria del estado de Washington, está muy lejos de causar problemas a población de la especie, consideró el catedrático de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS), Jorge Urbán.

El experto en mamíferos marinos señaló que en la actualidad la Comisión Ballenera permite una cuota de caza de hasta 120 ballenas grises para esquimales rusos, y que esto sucede en otros sitios del mundo, en lo que se denomina caza aborigen o de subsistencia.

Informó que a él le solicitaron su opinión de parte de la Comisión Ballenera y de la Corte de Estados Unidos, lo mismo que opiniones de otros expertos en el mundo, y lo que contestó fue que en términos de afectar a la población oriental de ballena gris, “dos ballenas, no pasa nada”.

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Con todo y lo anterior, explicó que se ha visto que hay una población de solo 200 ballenas grises muy lastimadas y muy reducidas que se alimentan en otras partes muy diferentes a donde cazan los grupos.

Se trata de la ballena occidental, con una bajísima pero posible probabilidad de que en caso de aprobarse sean cazadas; La otra población de ballena gris tiene más de 20 mil, así es que la probabilidad de cazar una u otra es muy diferente, abundó.

Respecto las culturas, indicó que si es parte de su tradición está bien, pero que el problema es luego, cuando lo hacen, porque en el momento de la caza resulta que no es tan tradicional; entonces puede ser como una cuestión medio contradictoria; Esto va más allá de la cuestión biológica, agregó.

Por otra parte, Jorge Urbán informó que este año se registra el fenómeno de La Niña en el Pacífico con temperaturas más bajas del promedio, y es precisamente cuando se registra un mayor número de ballenas en las lagunas de la península de Baja California.

Con la Niña bajan más ballenas que en años normales y mucho más que en años Niños cuando el agua está más caliente, indicó.

En la actualidad, la Comisión Ballenera permite una cuota de caza de hasta 120 ballenas grises para esquimales rusos, y que esto sucede en otros sitios del mundo

En ese sentido, señaló que para esta temporada se esperarían la llegada de más cetáceos, aunque recordó que van tres años del fenómeno denominado mortalidad inusual, con muchas ballenas muertas, pocas crías y muchas ballenas flacas; explicó que no es esta la primera vez que sucede, y que van cuando menos 2 eventos similares de hace 20 o 30 años; en ese entonces, duraron tres años y para el cuarto se empezó con la recuperación.

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Si en esta ocasión sucede lo mismo, entonces esperaríamos que fuera un año donde se va a empezar a ver una recuperación y si además juntamos con que es un año Niña, serían dos cosas a favor, agregó.

Jorge Urbán agregó que a las costas de la península llegan cada año aproximadamente 15 ballenas grises, que representan 75 por ciento de la población de esta especie, aunque en los años de aguas frías se mueven más al sur y se ven en Acapulco, Mazatlán y Los Cabos, mientras que cuando el agua está más caliente, prácticamente no hay ballenas en Bahía Magdalena, debido a que se quedan más al norte.

A  su vez, el también experto en ballenas e investigador de la Universidad Autónoma de Baja California Sur, Alejandro Gómez Gallardo, informó la caza de ballena gris por parte de comunidades existe pero en muy baja proporción, incluso con cifras menores a las cuotas autorizadas.

Esta comprobado científicamente que este tipo de cacería no afecta biológicamente a la población como tal, además de que implica tradiciones en poblaciones nativas que son aborígenes norteamericanos y es parte de su legado cultural, explicó.

Hasta ahora solo algunos prestadores de servicios turísticos que se dedican al avistamiento de ballena gris han manifestado su rechazo a la caza de cetáceos por parte de tribus.

Raúl López Góngora, prestador de servicios turísticos en Laguna San Ignacio alertó sobre un posible cambio de conducta en las ballenas amistosas que año con año conviven con los miles de turistas que llegan a los complejos lagunares de la península de Baja California, y vio el riesgo de que una vez que en aguas del norte sean cazadas, puedan reaccionar de manera violenta ante los turistas que visitan los santuarios balleneros para avistarlas y convivir con ellas.

En ese sentido, se manifestó en contra de la autorización de caza, aun cuando los promotores argumenten que se trata de tradiciones ancestrales; igual que cualquier cultura, tenemos que irnos adaptando a las realidades del mundo: nos dolería mucho que esto volviese a suceder, no sabemos qué efectos pudiera tener en el corto y mediano plazo, en lugar de matarlas, invitamos a esa tribu a aprovecharlas con turismo de avistamiento, vale más una ballena viva que una muerta, dijo finalmente.

La tribu Makah pretende recuperar la tradición de caza de ballenas practicada por sus antepasados.

Elías Medina | El Sudcaliforniano

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