San Miguel de Allende se queda sin turistas por Covid-19

San Miguel de Allende, nombrado varias veces como la mejor ciudad del mundo, se ha quedado sin turistas por la pandemia de coronavirus.

La vida en San Miguel parece que está pausada. Los negocios están cerrados y muchas familias y empresarios acatan las recomendaciones de las autoridades para no salir a las calles. Parece un pueblo fantasma.

Sin turismo, muchos locatarios, hoteles, restaurantes y negocios han decidido cerrar sus puertas. Ya casi no hay gente en los urbanos, los mercados están cerrados y los taxis compiten por el poco pasaje que aún queda.

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Los martes de Placita, como se le conoce al tianguis que se coloca en la parte alta de San Miguel, luce vacío. Los pocos puestos, la mayoría de alimentos, solo ofrecen comida para llevar.

El museo del juguete permanece cerrado, lo mismo que los famosos Churros de Margarita Agralia, varios restaurantes de la zona centro e iglesias.

Enferma el turismo y la economía

Al menos 30 de los 135 hoteles que existen en la ciudad están cerrados. Otros apenas cuentan con un empleado para hacer como que “siguen abiertos”, trabajando para uno o a lo mucho dos turistas.

Los restaurantes que ofrecen platillos gourmet están cerrados. No hay comensales y los pocos abiertos ofrecen servicio a domicilio con la incertidumbre de no saber hasta cuándo podrán seguir así.

Esta ciudad acostumbrada a la vida nocturna “se duerme” ahora a las 9 de la noche porque por disposición oficial bares, cantinas y terrazas con música deben cerrar; los mariachis van un rato pero no hay a quien cantar.

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Sergio Spinolo, presidente de la CANIRAC en San Miguel de Allende, comentó que 42 restaurantes han bajado sus cortinas y saben lo complicado de la situación para los compañeros y familiares de ellos.

“El grupo de restauranteros que aún sigue abierto está dando lo mejor que se puede para mantener sus puertas abiertas, tenemos el permiso de cerrar a las 10pm, es una medida para mantener la fuerza laboral. Estamos conscientes de la condición y sabemos que cuando nos digan hasta aquí, cerraremos las puertas por el bien de todos.

“Estamos luchando para que esta situación sea lo menos riesgosa para los compañeros de trabajo; es difícil llegar a acuerdos si no hay ingresos para seguir manteniendo a una plantilla de trabajo, pero estamos buscando los mecanismos para seguir dando empleo de una u otra manera”, dijo Spinolo.

La gente se resguarda en sus casas esperando que no crezca más el número de personas contagiadas por el coronavirus en San Miguel de Allende. Así es como la mejor ciudad del mundo sufre una de las peores facetas de su historia al no tener turistas, ya que el turismo es la principal fuente de ingresos para muchos sanmiguelenses.

También el turismo de bodas

Beatriz Succar, presidenta de la asociación de organizadores de eventos y recintos en San Miguel de Allende, asociación que engloba al segmento de bodas, dijo que están viviendo una cancelación de bodas en su totalidad desde marzo hasta el mes de mayo.

“Es tiempo de unión, debemos unirnos para proteger San Miguel, a la comunidad que nos da trabajo y que la está pasando realmente mal.

“Las planeadores de bodas trabajamos día a día para que nuestros clientes tengan una nueva fecha para su evento, causando la menor afectación posible”, explica Succar.

La afectación no solo es para las planeadores o recintos de eventos, sino para todos los que dependen de las bodas como meseros, músicos y fotógrafos, entre otros.

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No perder la esperanza

Jorge Olalde, presidente de la Asociación de Hoteles de San Miguel de Allende, reconoció la preocupación de su gremio por la pérdida de turistas en la ciudad, pero con esperanza el futuro.

“Estamos trabajando para que en su momento recuperemos nuestra ciudad, sabemos que los sanmiguelenses contamos con la experiencia para restablecer la economía y la vida cotidiana, por lo tanto, no dejemos que el miedo supere nuestro talento y la voluntad objetiva.

“Tenemos mucho que ofrecer a México y al mundo y para eso nos pintamos solos. Ya habrá oportunidad de ponerlo en práctica, por favor no dejemos que nuestra situación actual determine nuestro destino final, antes que eso hay mucho pero mucho por hacer”, comentó Olalde.

Y concluye: “Estoy seguro que este virus no nos vencerá, de hecho nos hará más fuertes en cada momento como sociedad y comunidad laboral.

“Ya se ha comprobado que ningún país del mundo, ni el más desarrollado estaban preparados para esto, sin embargo acatando las medidas sanitarias para proteger nuestra salud y la vida de las personas es donde justamente el día de hoy debemos ocuparnos”.

Por Andrés Téllez Ramírez