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Inminente una depreciación de 20% del peso mexicano, advierte Moody´s Analytics

Esta corrección podría suceder entre finales de este año y a lo largo de 2023

Published

hace 2 años

octubre 21, 2022

Aunque la moneda mexicana ha mantenido su valor respecto al dólar estadunidense, a partir de un modelo que replica las condiciones monetarias y financieras de las crisis globales de 2009 y 2020, es inminente una depreciación del peso en alrededor de 20 por ciento en los próximos meses, previó la agencia Moody’s Analytics.

En un reporte, anticipa que el peso mexicano estará sujeto a una corrección depreciatoria significativa en los próximos meses, dado que hay una evidencia reciente que sugiere que la historia cambiaria podría estarse repitiendo.

Aclara que hasta ahora el peso no se ha depreciado, gracias al creciente flujo de remesas del exterior y al aumento en los ingresos por turismo.

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Pero, además de considerar las condiciones monetarias y financieras registradas en las dos últimas crisis globales -2009 y 2020-, también sopesa la posibilidad de un exceso de liquidez resultado de la expansión monetaria global que se retira del país en una magnitud similar.

Reconoce que el peso mexicano se ha mantenido relativamente estable después del choque inicial generado por la pandemia en la primera mitad de 2020, mientras que la mayoría de las monedas de mercados emergentes se han depreciado a lo largo de 2022 a medida que el dólar se ha fortalecido.

No obstante, advierte que si la historia sirve de guía, el apretamiento monetario en marcha en Estados Unidos podría detonar una corrección cambiaria como la que sucedió durante el ciclo anterior de alza de tasas por parte de la Reserva Federal y que inició a finales de 2015, lo que haría inminente la depreciación de la moneda mexicana.

Moody’s Analytics refiere que en cada una de las dos crisis anteriores, la economía mundial experimentó dos fases monetarias con consecuencias cambiarias: una expansión monetaria puesta operación para mitigar el impacto de la recesión, y una contracción monetaria para retirar el exceso de liquidez cuando la economía ya estaba en recuperación.

Precisa que cuando la crisis financiera golpeó a todo el mundo desde el último trimestre de 2008 hasta el primero de 2009, el peso mexicano se depreció 30 por ciento.

Luego, cuando la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) inundó de liquidez a los mercados y México recibió entradas de capital significativas entonces el peso se revaluó 25 por ciento en el resto de 2009 y durante 2010, añade.

La agencia detalla que después que la Fed drenó el exceso de liquidez en 2014 y durante el periodo en el que se normalizó la tasa de fondos federales (2016-2018) el peso se depreció 30 por ciento, una caída similar al tamaño de la depreciación inicial.

Menciona que en la crisis causada por el Covid-19 en 2020, en los primeros cuatro meses del año el peso se depreció 21 por ciento y después del choque inicial, cuando la Fed inyectó liquidez y puso la tasa de interés sobre el límite inferior de cero, el peso se recuperó en ese mismo porcentaje a mediados de 2021.

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Subraya que a partir de entonces, el peso se ha mantenido relativamente estable aún durante el periodo de retiro de liquidez que finalizó en marzo de 2022 y durante el presente ciclo de alza de tasas.

“Hasta ahora el peso no se ha depreciado aún, gracias al creciente flujo de remesas del exterior y el aumento en los ingresos por turismo”, resalta.

No obstante, advierte que si la historia se repite, entonces el peso tendría que sufrir una corrección depreciatoria de magnitud similar a la depreciación que se presentó al inicio de la recesión.

Alerta que “la historia nos dice que el apretamiento monetario en marcha por parte de la Fed detonará una corrección en el valor del peso, causando una depreciación de la paridad cambiaria de alrededor de 20 por ciento”.

Esta corrección podría suceder entre finales de 2022 y a lo largo de 2023, pero podría incluso retrasarse hasta 2024 dependiendo de la velocidad del ciclo de apretamiento monetario por parte de la Fed y de la reacción de la política monetaria en México, puntualiza.