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Querétaro

La empresa Tremec es el ícono industrial en Querétaro

En 1964 llegó a la entidad

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QUERÉTARO Querétaro. El 8 de abril de 1964 se anunció que Transmisiones y Equipos Mecánicos, S.A. (Tremec) invertiría una importante cantidad en la entidad y desde entonces marcó para siempre la vida de Querétaro.

Ese día las ocho columnas del Diario de Querétaro sostenían en dos negros renglones: “400 millones más se invertirán en Querétaro; forman empresa Transmisiones y Equipos Mecánicos, S.A.”

La nota era firmada por el mismo director del periódico, el licenciado José Guadalupe Ramírez Álvarez, y se refería a un anuncio hecho el día anterior por el gobernador Manuel González de Cosío en el famoso Hotel del Marqués.

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Se anunciaba así, en una cena con empresarios, la llegada a Querétaro de una empresa que cambiaría radicalmente al Querétaro de entonces: Tremec. En la nota, quien fuera también cronista de la ciudad y rector universitario, calificaba aquel anuncio como “impresionante”, y lo era por lo que representaba para el futuro inmediato de nuestra entidad.

González de Cosío, en aquella cena, señaló que la empresa por llegar haría de Querétaro el primer centro industrial productor de elementos automotrices en toda Latinoamérica y vendría a ser una importante fuente de empleos, gracias a la conjunción de capitales que la hacían posible.

El gobernador pormenorizó, aquella noche en el hotel colindante con el río, que los trabajos de construcción de Tremec comenzarían en breve y que en la planta a levantarse en la zona norponiente de la capital queretana se elaborarían ejes traseros, cajas de velocidades y de transmisión, retroexcavadoras, planchas y escrepas.

Transmisiones y Equipos Mecánicos, S.A., se uniría así a los trabajos que ya desarrollaba aquí la Industria del Hierro y convertiría a Querétaro en el centro de la industria automotriz del país.

Dos años más tarde, el 19 de mayo de 1966, Octaviano Campos Salas, a la sazón Secretario de Industria y Comercio, en representación del presidente Gustavo Díaz Ordaz, develaría la placa que daba por inaugurada la planta de Tremec, con el atestiguamiento del gobernador González de Cosío y de unos seiscientos representantes de la industria nacional y de la banca y el comercio local.

Al día siguiente, la nota principal del Diario daba cuenta de ello, gracias a una crónica firmada por Rogelio Garfias Ruiz, donde se especificaba que Campos Salas había señalado que la inauguración respondía a la reunión de esfuerzos entre los sectores público y privado, al tiempo que ofrecía mantener las puertas de su dependencia siempre abiertas a las propuestas de nuevas industrias.

“El gobierno federal”, habría señalado el secretario de Estado, “procura la descentralización industrial con objeto de que las oportunidades económicas se extiendan a todas las entidades del país”.

Bernardo Quintana, presidente del Consejo de Administración de Tremec, habría señalado, en esa misma inauguración, que en 1966, Tremec tendría capacidad para abastecer de transmisiones a un 80 por ciento de los vehículos producidos en el país, y que para Querétaro habría un beneficio de veinte millones de pesos en salarios para sus trabajadores durante ese mismo año.

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En sus primeros meses de operaciones, a decir del propio Bernardo Quintana, las ventas de Tremec estaban proyectadas en 180 millones de pesos, y la empresa ya había sido registrada en la Bolsa Mexicana de Valores, con la intención de poner a disposición de los interesados sus acciones ese mismo año.

Tremec iniciaba así una larga etapa de producción que vendría a transformar a Querétaro, por la magnitud de sus alcances y la oferta laboral que significó para quienes aquí vivían y para muchos otros, venidos de diversas partes del país.

Tremec se convertiría en emblema industrial de la entidad y punta de lanza para la ubicación aquí de otras muchas empresas. Con su instalación en lo que se convertiría en el Parque Industrial Benito Juárez, también señalaría a Querétaro en el centro principal de la producción de autopartes, no sólo del país, sino de toda Latinoamérica.

La compañía global de Tremec, con plantas también en Michigan y en Bélgica, que inicialmente fue creada para satisfacer las necesidades de transmisiones manuales de tres y cuatro velocidades para las empresas automotrices Ford, General Motors, Chrysler y American Motors Corporation, fue ampliando su espectro de mercado, llegando desde los vehículos agrícolas iniciales a montacargas y cargadores frontales. También elaboró autopartes para vehículos militares.

Y luego, renovando su equipo y utilizando ya en la actualidad nuevas tecnologías, como la de la impresión en 3D, se involucró en la manufactura y ensamble de componentes y en la fabricación de transmisiones de alto desempeño para autos deportivos, como el Camaro, el Corvette, y dos modelos de Cadillac.

En la década de los 90 del pasado siglo, Tremec adquirió también el negocio de transmisiones manuales de BorgWagner, compañía fundada desde el siglo XIX, para vehículos clásicos de marcas emblemáticas, y en el 2019, ya en pleno siglo XXI, realizó una importante inversión para desarrollar una nueva transmisión de doble embrague.

Con alrededor de mil 800 empleados, la empresa ha ido cambiando de propietario, pues de los iniciales, donde estaban involucradas las compañías de don Bernardo Quintana, pertenece actualmente al grupo KUO, que cuenta con más de veinte mil colaboradores y cuyo presidente es Fernando Senderos Mestre.

Pero más allá de lo que económicamente ha representado Tremec para el país, un sesgo importante de su presencia en Querétaro ha sido su trascendencia social, pues ha representado una importante fuente de empleos para los habitantes de la ciudad, además de volverse un ícono de la industria en la entidad, punta de lanza de un desarrollo que alcanza ya dimensiones insospechadas en los tiempos en que la fabricadora de transmisiones se instaló en estas tierras.

Siempre a la vanguardia tecnológica, de gran exigencia para quienes en ella laboran, con altos estándares de capacitación para sus empleados, con evidente cuidado en las normas de seguridad, que incluyen la existencia de personal médico y de enfermería, Tremec ha sido también un espacio de esparcimiento para las familias de sus trabajadores, y un lugar donde varias generaciones de un mismo núcleo familiar han tenido la oportunidad de ingresar a un puesto de trabajo.

Manuel Naredo / Diario de Querétaro

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