Se venden aves y reptiles exóticos en plena vía pública de Apizaco, Tlaxcala

TLAXCALA, Tlaxcala. Cada vez es más común la venta de diversas especies de animales exóticos en las calles del municipio Apizaco, pese a que es un delito tipificado en la legislación ambiental mexicana.

Desde peces, reptiles o aves se ofrecen en pequeñas jaulas, cajas y bolsas de plástico, pero los comerciantes ambulantes en las avenidas Aquiles Serdán y Cuauhtémoc, no cuentan con ningún tipo de permiso para desarrollar su actividad.

Además, desconocen la información biológica necesaria al respecto de los ejemplares que resguardan y sus necesidades básicas, indicador clave del tráfico ilegal de especies.

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Desde consecuencias medioambientales hasta potenciales afecciones a la salud, esta problemática ha sido minimizada incluso entre la ciudadanía, que propicia con su demanda el éxito de este nocivo negocio.

Entre la lista de animales ilegales de compra venta en nuestro país destacan las que se venden como cualquier otra mercancía en la vía pública, pues en México está prohibida el comercio y distribución de psitácidas, que incluye loros, pericos, guacamayas y cotorros nacionales, debido al delicado estado de su preservación; de hecho, muchas de ellas se encuentran actualmente amenazadas o en peligro de extinción.

Por otro lado, es ilegal la venta de 443 especies de reptiles, entre los que se encuentran las iguanas, tortugas japonesas, cocodrilos, entre otros.

El tráfico de vida silvestre y la cría de especies exóticas con fines comerciales resulta imposible de cuantificar por su procedencia ilícita, sin embargo, la Semarnat sustenta que es un negocio de amplias dimensiones.

Se estima que se encuentra en el cuarto lugar de importancia como comercio ilegal, después del tráfico de drogas, el tráfico de personas y los productos falsificados.

Este delito, de conformidad con el artículo 420 fracciones IV y V del Código Penal Federal, se castiga con pena de uno a nueve años de prisión y por el equivalente de trescientos a tres mil días multa.

El tráfico ilegal de vida silvestre tiene un impacto directo sobre los ecosistemas y su biodiversidad, pues altera los ciclos naturales en diversas esferas.

De acuerdo con la Semarnat, esta actividad también pone en riesgo la seguridad nacional debido a su cercana relación con otras actividades irregulares, frena el crecimiento de comunidades locales, debilita gobiernos y representa serios riesgos para la salud mundial. De esto último se desencadenan dos consecuencias: enfermedades transmitidas y comportamientos agresivos.

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Existen más de 150 enfermedades humanas cuyo origen proviene de los animales, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud. El contagio de estas enfermedades se puede dar por mordeduras, rasguños, contacto con secreciones salivares o mucosas, contacto con orina o heces fecales y contacto con fluidos sanguíneos. Además, muchas de ellas tienen consecuencias fatales.

Por otra parte, el estrés crónico y los ciclos de reproducción de animales silvestres mantenidos en cautiverio puede generar respuestas conductuales y cambios en el comportamiento con tendencias antisociales, que los alejan de convertirse en un animal de compañía y los acercan más a convertirse en un peligro.

Debido a lo anterior, el abandono de especies exóticas se ha acentuado y puesto en riesgo la seguridad y la vida de otras especies animales en las calles.

Como regla general, los expertos recomiendan que “si las heridas provocadas por un animal de vida silvestre pueden poner en riesgo nuestra vida, entonces es recomendable que solo personal capacitado entre en contacto con este tipo de fauna”.

Amparada por la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) ha exhortado a la población a no adquirir fauna silvestre ni especies exóticas que carezcan de documentación donde se demuestre que fueron legalmente importados.

Recuerda que es la única dependencia encargada de autorizar estos ejemplares como mascota cuando “su comportamiento o conducta natural, derivados o población microbiológica natural pueden convivir con el hombre en un ambiente doméstico bajo manejo y no representen riesgos físicos, sanitarios ni de seguridad para sus propietarios, poseedores o cualquier persona u otros animales”.

Para la dependencia de cuidado ambiental es crucial comprender y valorar el alcance de las acciones que puede llevar a cabo la concienciación ciudadana.

La disminución de la demanda de vida silvestre, en primer lugar, debido a que es el motor que empuja la oferta, así como la denuncia ciudadana, que juega un papel trascendental en esta lucha. La formulación de denuncias se puede realizar por distintos medios:

Comunicándose al teléfono de la Profepa desde cualquier parte de la República, llamando sin costo al 01-800-770-33-72. Por correo electrónico a la dirección: [email protected]. Por el sitio web www.profepa.gob.mx, llenando el Formato de Denuncias por Internet.

Un total de 443 especies de reptiles están protegidas por la ley, su venta es ilegal; entre ellas se encuentran las iguanas y los cocodrilos.

Mónica Vargas / El Sol de Tlaxcala