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Guanajuato

Guanajuato es el segundo estado con el mayor estrés hídrico en el país

De sus 20 acuíferos, al menos 18 están sobreexplotados en Guanajuato

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CELAYA, Guanajuato. A nivel nacional, Guanajuato es el segundo estado con estrés hídrico, después de Baja California Sur, mientras que en tercer lugar está la Ciudad de México, Aguascalientes, Estado de México y Querétaro en cuarto, quinto y sexto sitios.

De acuerdo con Roberto Castañeda, director de la Junta municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Celaya, en el marco del primer Simposio Ambiental, organizado por la Dirección de Medio Ambiente, Guanajuato tiene 20 acuíferos, de los cuales 18 están siendo sobreexplotados.

Indicó que se está sacando más agua de la capacidad que tienen de recargarse, y el déficit es de 870 millones de metros cúbicos.

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todo el territorio guanajuatense está siendo sobreexplotado, y las únicas dos áreas que se salvan son Xichú y una pequeña parte de Ocampo, y dijo que cada año se está sacando agua de los pozos, con metro y medio más de profundidad cada año.

A la pregunta de para cuántos años tendrá agua Guanajuato, explicó que en el mundo aún no existe la tecnología para identificar cuánta agua queda almacenada, sin embargo, si se está extrayendo en el acuífero Valle de Celaya 115 millones de metros cúbicos, y en el manto acuífero queda dos mil millones, entonces a Celaya le quedan 20 años de agua.

“Pero desafortunadamente no existe esta tecnología. Lo que sí existe es que las matemáticas son muy reales y la tendencia es una sobreexplotación real, y nos la estamos jugando, y como no se sabe cuánta agua hay en el manto acuífero de Celaya, nos podría durar cinco años, 10 años o los 20 años”, enfatizó.

Como presidente del Consejo de la Cuenca Lerma-Chapala, comentó que cada país tiene sus propias políticas, como en Francia que no toca sus mantos acuíferos porque saben lo que significa el patrimonio hídrico, y sólo administran el agua superficial.

También expuso que aun cuando en tiempo de lluvia se tiene un promedio de 627 milímetros, el 77 por ciento de la precipitación ocurre de junio a septiembre, y la distribución espacial y temporal es heterogénea, lo que significa que en unos lugares llueve más que en otros, y en el norte del estado llueve 425 milímetros y en el sur 794 milímetros, que hacen la media de 627 milímetros.

Ante decenas de estudiantes de nivel medio superior y superior, sorprendidos por los datos duros, nombró los municipios catalogados dentro de los llamados conos de abatimiento representativos, lo que significa que son zonas en donde se está acabando el agua, como son:

Laguna Seca, Cuenca Alta de Río Laja, norte, Valle León, La Muralla, Silao, Romita, Irapuato (tramo Irapuato-Salamanca), Valle Celaya, Pénjamo y Abasolo, en donde los productores agrícolas han tenido que dejar su actividad porque ya no les salen los costos de extraer el agua tan profundo, y la agricultura se ha hecho más incipiente por la falta de agua.

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Resaltó que desde 1998 a la fecha, se ha registrado un abatimiento lineal de 1.2 metros por año, lo que obliga a buscar acciones para que los acuíferos se recuperen.

En su mensaje a los jóvenes, dijo que si no se ponen abusados en la sustentabilidad del agua, puede darse una guerra de agua, y todos tienen un compromiso ante tal problema de estrés hídrico.

A los estudiantes de la Universidad de Celaya les planteó la pregunta: Cuál es tu relación con el agua. Y reiteró que el problema del agua involucra a todos, a los padres de familia, al empresario, al agricultor, y expuso un ejemplo para valorar el agua.

“A quién van a extrañar más, que se vaya de vacaciones por una semana su hermano o padre, o si se va el agua por una semana. Así de importante es el agua, porque todos los días tenemos una relación muy intensa y directa con el agua, desde que nos levantamos tomamos agua, para bañarnos, lavarnos los dientes, ir al baño, tomar un café, lavarse las manos, llevar agua para ir a la escuela, amanecemos y nos acostamos con el agua.

La pregunta es: qué podemos hacer nosotros, y qué vas hacer tú ¿Vas a salir de aquí y no va a pasar nada?”, dijo en tono severo y los jóvenes, con los ojos bien atentos, concentrados, inmóviles, con sus celulares a un lado y la computadora apagada, mostraron interés por el presente y futuro del agua.

José Sánchez / El Sol del Bajío

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