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La Opinión

La inteligencia artificial es una herramienta bélica de alta letalidad

Casi cualquiera puede ahora utilizar generadores de inteligencia artificial comunes para crear imágenes que parezcan reales, al menos a primera vista.

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Prácticamente en todos los foros internacionales el tema que domina la agenda es la inteligencia artificial, las discusiones son sobre las ventajas, las desventajas y la regulación de su uso, pero los mismos científicos no tiene claro qué tan peligrosa puede ser esta herramienta tecnológica y hasta dónde está su alcance en el plano bélico. 

La llegada de la inteligencia artificial en la vida diaria comienza a tomar dimensiones importantes, gracias a los avances de compañías como OpenAI, han gestado una revolución en casi todos los sectores de la sociedad: el de las noticias, por la capacidad para generar imágenes falsas, pero muy realistas; en el de los derechos de autor, por la generación de contenido tanto textual como gráfico.

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En el sector laboral:  esta nueva tecnología ya impacta directamente en muchos empleos, en algunos casos para sustituir la mano de obra humana, pero en muchos otros para ser usada como una herramienta cotidiana, como ahora usamos los teléfonos y las computadoras.

Pero su uso también está siendo explotado en al menos dos de los conflictos bélicos que padece el mundo, en Medio Oriente y en la invasión a Ucrania, ahí se ha empleado la IA en casi todas sus modalidades, aunque hay reportes de fallas en objetivos concretos, pues su creadores pueden argumentar que son los costos de la guerra, que nunca por naturaleza dejan saldos favorables.

El lanzamiento de GPT-4, los chats de Microsoft (Bing) y Google (Bard), o la creación de imágenes de Midjourney, han supuesto la primera democratización de una tecnología que hace años ya existe. Hoy forma parte central de la carrera armamentística entre las potencias mundiales. 

Drones autónomos, identificación de objetivos, prevención de movimientos enemigos, desarrollo de estrategias militares, simulación de batalla y logística militar. Estos son algunos de los múltiples usos que ya le están dando los principales ejércitos del mundo, tanto dentro como fuera del campo de batalla.

Lo que puede representar una ola de nuevos ataques con el menor empleo de personas, pero con un alto número de bajas para quien o quienes reciben la agresión. Es muy notable que los conflictos, antes mencionados, el empleo de la tecnología ha liderado estos enfrentamientos. También es cierto que esas crisis bélicas han servido de prueba para mejorar lo mejorable.

La guerra en Ucrania, en febrero de 2022, marcó el inicio de la expansión en la implementación de la inteligencia artificial en combate, con el uso de drones primero en vigilancia, y luego en ataque, pero el conflicto bélico en Medio Oriente es la primera guerra donde lidera esa tecnología.

Casi cualquiera puede ahora utilizar generadores de inteligencia artificial comunes para crear imágenes que parezcan reales, al menos a primera vista. Para hacer esto, los usuarios tienen que “alimentar” herramientas como Midjourney o Dall-E con indicaciones, es decir, especificaciones e información, en este caso de Ucrania y Gaza, donde se ha utilizado de manera indiscriminada en la guerra mediática. 

Como en su momento lo hicieron la pólvora y la bomba atómica, la inteligencia artificial tiene la capacidad de volver a revolucionar la guerra,  las armas autónomas y el software están potencializando las capacidades militares de los ejércitos haciéndolos más letales, según analistas.

Al principio de la guerra en Ucrania, los drones Bayraktar de fabricación turca se convirtieron en un símbolo de la resistencia ucraniana, pero a medida que la guerra se aproxima a su segundo año, los éxitos de la nación se vieron eclipsados por los bombardeos rusos de drones kamikaze de fabricación iraní, utilizados para atacar infraestructuras de suministro energético.

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La integración de esa tecnología en armamento, vehículos y programas de computación militares ha modificado las líneas de combate en conflictos como el de Ucrania o el de Medio Oriente y amenaza con cambiar la competencia por la supremacía global entre China y Estados Unidos.

“La guerra en Ucrania ha sido llamada la ‘primera guerra de TikTok’, y creo que la Operación Espadas de Hierro será la primera guerra de inteligencia artificial”, destacó el doctor Alex Gekker, profesor titular de métodos de investigación digital en la Universidad de Ámsterdam (UvA).

Expertos occidentales sostienen que Beijing invierte de forma masiva en la inteligencia artificial, al punto que pronto podrá cambiar el equilibrio de poder en la región Asia-Pacífico. Eso supondría profundas modificaciones en el orden mundial dominado desde hace mucho tiempo por Estados Unidos.

Pero la autonomía no significa que un arma pueda “despertarse y decida comenzar una guerra”, señaló Stuart Russell, profesor de ciencias de la computación en la Universidad de Berkeley, California. “Significa que tienen la capacidad de localizar, seleccionar y atacar blancos humanos, o blancos que llevan seres humanos, sin la intervención humana”, explicó.

Drones pilotados de forma remota no son novedad, pero van ganando más autonomía y son usados por ambos bandos, obligando a las tropas a buscar más refugios subterráneos.

Armas autónomas tienen ventajas potenciales a nivel militar: pueden ser más eficientes, son más baratas y carecen de emociones humanas, como miedo o rabia, presentes en combate. Pero todas esas ventajas generan problemas éticos. 

Por ejemplo, si su fabricación es barata, no hay virtualmente ningún límite en el poder ofensivo de un agresor, según Russell. “Puedo simplemente lanzar un millón de ellas a la vez y si quiero puedo diezmar una ciudad entera o un grupo étnico entero”, dijo Russell.

Submarinos, barcos y aviones de operación autónoma podrían ser un gran avance en materia de vigilancia o apoyo logístico en áreas remotas o peligrosas. Este es el objetivo del programa “Replicator”, lanzado por el Pentágono para contrarrestar la poderosa supremacía numérica de China en tropas. 

La carrera por el poder militar ha tomado una nueva dimensión, que se caracteriza por una mayor letalidad, quizá en 10  o 20 años tener ejércitos masivos ya no signifique poderío, más bien quien tenga la tecnología más avanzada y perfeccionada podrá considerarse como potencial mundial militar, un candidato a ello es nuestro vecino Estados Unidos. O usted ¿qué cree?

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