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Inclasificables

Las vacaciones de Semana Santa es la prueba de fuego para más de 200 negocios en Acapulco

La zona turística corre el riesgo de no operar debido a que los propietarios de estos negocios carecen de recursos para reconstruirlos

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ACAPULCO, Guerrero. A casi tres meses del paso del huracán Otis por el puerto de Acapulco, unos 200 establecimientos comerciales aún muestran los estragos de devastación del fenómeno y será en el periodo vacacional de Semana Santa la prueba de fuego para su supervivencia.

Esos negocios como restaurantes, discotecas, fondas de venta de alimentos y bares de la costera Miguel Alemán, corren el riesgo de no funcionar en la próxima temporada de vacaciones.

De acuerdo con la empresaria de la industria restaurantera en la zona turística de Acapulco, Estela Escalante Fuentes, la situación en muchos negocios, no ha cambiado; no hay recursos económicos para rehabilitarlos y esto puede provocar que en la próxima temporada de vacaciones, sigan cerrados a los visitantes.

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“Sabes no hay recursos, se requiere de inversiones muy fuertes para poder reparar los negocios, hay restaurantes donde se hicieron ya presupuestos y se requiere en algunos de estos hasta un millón de pesos, en otros menos pero no bajan de los 200, 300 y 500 mil pesos y en estos momentos, no se tiene el recurso para invertir en la rehabilitación”, dijo.

La empresaria manifestó que algunos propietarios de los negocios, están realizando inversiones muy pequeñas con la esperanza de que por lo menos poder abrir una parte de sus negocios para Semana Santa.

Señaló que para rehabilitar los negocios que fueron devastados por Otis sobre todo los restaurantes que se ubican en la zona federal, se requiere de la compra de madera de buena calidad, de troncos y barrotes, así como de la palapa que también es cara para realizar las cabañas.

Escalante Fuente, propietaria de uno de los muchos restaurantes que fueron devastados por el huracán Otis, dijo que en algunos negocios aún sigue teniéndose las palapas derribadas, sin laminas, los troncos sobre los pisos y sin muebles como sillas y mesas que también fueron arrasados por el fenómeno natural.

Manifestó que es muy lamentable que en la próxima temporada de vacaciones de Semana Santa, en Acapulco, se siga teniendo negocios cerrados a consecuencia de los daños que dejó a su paso el huracán en octubre pasado.

Enrique Hernández | El Sol de Acapulco

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