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Conoce la leyenda del ropero, una historia de Tampico de la Revolución Mexicana

Cuenta la historia de un militar que ocupaba el puerto que se acercó con el dueño de un negocio para pedirle un peculiar favor

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TAMPICO, Tamaulipas. Tampico, como puerto y centro petrolero, fue en las primeras décadas del siglo XX, un escenario crucial durante la Revolución Mexicana, época en la que se suscitaron una serie de relatos, como la leyenda del ropero, que guarda un oscuro tesoro.

La escritora María Antonia Alanís de Salazar, en su obra “En el Tampico aquel”, relata un episodio que fusiona realidad y ficción, situado en marzo de 1914, cuando los carrancistas tomaron el puerto para reducir las fuerzas de Victoria Huerta que permanecían en el puerto.

Según su relato, al día siguiente de la llegada de los revolucionarios, un mayor se presentó en la tienda “La Fuente”, ubicada en lo que ahora corresponde a la zona centro de la ciudad. El dueño, don Leónides, temeroso, lo recibió, pero se tranquilizó al conocer las intenciones del militar: solo quería guardar su ropero durante su estancia en el puerto.

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Don Leónides aceptó. Entonces, cuatro soldados trajeron cargando el viejo y pesado mueble de cedro rojo, labrado y con dos espejos y lo colocaron en el lugar en el que se almacenaba el maíz y el frijol.

“Para esto eran ya las 12 del día hora de comer y como los soldados se habían ido. Don Leonides invitó al Mayor a sentarse a la mesa a tomar un bocado, como se decía antes”, escribe la autora.

Un tesoro de un origen muy oscuro

Durante la comida, el militar compartió sus experiencias revolucionarias, confesando que era experto en dinamitar trenes de carga, o en los que se trasladaban los rebeldes.

“El último tren que voló cerca de Cd Victoria le impresionó una mujer que aún vivía y tenía en sus brazos a su hijito muerto y que lo vio con una mirada tan llena de odio, tan aterradora que se le había quedado grabada”, dice la autora.

Cerca de dos meses después, el mayor se presentó nuevamente con cuatro soldados en la tienda de don Leónides, venía por su ropero. Cuando estaban sacándolo del lugar, hicieron una maniobra brusca y las puertas del mueble se abrieron.

Cayó al suelo una cascada de pedrerías, cadenas, relojes, anillos, medallas y hasta vasos sagrados. El tesoro de Ali Baba era poco comparado con aquel deslumbrante montón de joyas”.

Don Leónides se quedó sin habla al ver todas aquellas joyas, impresionado al comprender que su tesoro había sido resultado de la violencia y la rapiña cometida por aquel hombre, es la leyenda del ropero, una historia del Tampico en la Revolución Mexicana.

Roberto González | El Sol de Tampico

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