La Opinión

Bernardo Arévalo está bajo el fuego de los corruptos

Los seguidores de Bernardo Arévalo han realizado diversas movilizaciones para exigir que renuncie la fiscal general, Consuelo Porras,

Published

hace 5 meses

diciembre 12, 2023

Alfonso López Orrante

Guatemala está en medio de un barril de pólvora que puede estallar antes del 14 de enero, el mismo día que asume el presidente electo, Bernardo Arévalo, quien sorprendió a propios y extraños para convertirse en el más votado en las pasadas elecciones, que colocaban como favorita a la exprimera dama Sandra Torres.

Lo cierto es que Bernardo Arévalo rompió con la tendencia conservadora de los últimos gobiernos, se presentó como”el candidato anticorrupción” que dejará atrás la clase política tradicional, tras ganar los comicios con el 58% de los votos.

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Su ideología encontró el rechazo de la élite económica y los grupos que tradicionalmente ostentaron el poder en el país. Muchos de sus opositores calificaron a Bernardo Arévalo de “comunista” y aseguraron que, de llegar a la Presidencia, acabaría por expropiar tierras a los más ricos (algo que nunca dijo).

Por eso se desató una ofensiva de la fiscal general de Guatemala, Consuelo Porras, contra el Partido Semilla al que pertenece Arévalo, para tratar de bajarlo de la contienda, porque su llegada al poder sembrar la zozobra en las altas estructuras de la corrupción, que no son pocas en esa nación donde casi todos los expresidentes están acusados de ese delito.

En respuesta, los seguidores de Bernardo Arévalo han realizado diversas movilizaciones para exigir que renuncie la fiscal general, Consuelo Porras, quien está al frente de un Ministerio Público, que hace algunos años fue todo un referente en América Latina por su lucha contra la corrupción.

Hoy la actuación de Porras está plagada de señalamientos por presuntamente bloquear investigaciones judiciales, criminalizar a jueces y fiscales, proteger a políticos corruptos y coludir con el presidente del país, Alejandro Giammattei, algo que ella niega tajantemente y asegura que se trata de campañas mediáticas con sesgo político en su contra.

Pero aunque la polémica planea sobre su mandato desde hace años y le llevó a ser incluida por Estados Unidos en una lista de actores corruptos y antidemocráticos, es desde las recientes elecciones presidenciales que la figura de Porras está más cuestionada que nunca.

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Según la investigación del equipo de Porras, existieron irregularidades en el procesamiento de los resultados electorales por parte del Tribunal Supremo Electoral (TSE), así como actos ilegales en la conformación del partido Movimiento Semilla.

Tras conocerse esta noticia, la presidenta del TSE, Blanca Odilia Alfaro, sostuvo que esta acusación no altera los resultados que dieron el triunfo a Arévalo y que las elecciones presidenciales no se podían repetir.

Los fiscales Leonor Morales y José Rafael Curruchiche presentaron resultados iniciales de una investigación sobre el manejo de documentación electoral del TSE y la presunta alteración de resultados en un software contratado. El caso era bajar a Arévalo de la contienda a como diera lugar, pero hasta el momento no han prosperado las ofensivas de la fiscal.

Morales también habló de una presunta acción indebida del partido triunfante en el balotaje del 20 de agosto. “Semilla nunca ha nacido a la vía jurídica pues su constitución fue mediante acciones corruptas e ilegales”, dijo la fiscal, mientras que Curruchiche expuso que había “siete hallazgos de violación a la normativa electoral” en términos de gestión de recursos”.

El asunto es que desde que se declaró su triunfo, Arévalo y su partido han denunciado que el Ministerio Público realiza acciones anticonstitucionales para evitar que asuma el gobierno el 14 de enero de 2024.

“No hay manera de que el Tribunal Supremo Electoral vaya a repetir las elecciones”, ha señalado la presidenta del TSE, Blanca Alfaro. Dando un claro espaldarazo a Arévalo, quien por su parte ha denunciado un golpe de Estado en su contra, inclusive antes de que comience su mandato.

En ese sentido, la Organización de Estados Americanos (OEA) ha fijado su postura de “condena el intento de golpe de Estado por parte del Ministerio Público” guatemalteco. Pero a medida que pasan los días ante la clara posibilidad de que el Presidente electo asuma el poder, la tensión sube en el país centroamericano.

Bernardo es sociólogo y exdiplomático de 64 años, es hijo de Juan José Arévalo, el primer presidente popularmente electo en Guatemala tras la Revolución de 1944.

Su padre salió al exilio cuando el expresidente Jacobo Árbenz fue derrocado en 1954, después de la intervención militar de Estados Unidos, por lo que Bernardo Arévalo acabó naciendo en Uruguay –algo que fue utilizado en su contra por sus rivales durante la campaña electoral– y regresó con su familia a Guatemala en su adolescencia.

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Durante su carrera, ocupó cargos como el de cónsul en Israel, viceministro de Relaciones Exteriores en su país y embajador en España. Antes de ganar la Presidencia era diputado en el Congreso por Movimiento Semilla, un partido que surgió primero como un grupo de análisis, tras las protestas de 2015 que llevaron a la dimisión del entonces presidente, Otto Pérez Molina, salpicado por escándalos de corrupción política por los que fue finalmente condenado.

Hoy los ojos de la región y Estados Unidos están bien puestos en Guatemala, por eso lo que quieran hacer los enemigos de Arévalo deben estar bien pensados, lo contrario les puede costar muy caro para sus intereses y de paso destapar la cloaca de corrupción que tiene en estado grave a esa nación. O usted ¿Qué cree?