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El grupo sonorense Nunca Jamás fusiona ritmos para llegar al rock agropecuario

Recuerdan que todos los géneros que consumimos vienen de una fusión de dos o más

Published

hace 10 meses

julio 29, 2023

Con sus ritmos, el grupo surgido en Ciudad Obregón, Sonora, Nunca Jamás conjuga las raíces de la música regional mexicana con el rock, para ofrecer el rock agropecuario, y luego de rolar varios años por México, este año llega a tierra estadounidense, con buena respuesta de los paisanos que viven allá.

La agrupación está de vuelta en territorio mexicano para continuar su tour Agrópatas Anónimos, así como para presentar su más reciente sencillo “Sin rencores ni mal de amores”, en el que cuentan con la voz de la cantante de género urbano Yoss Bones.

“Toda esta gira nos ha hecho sentir cómo ha estado bien curado el cambio en el trabajo, es perceptible la cosecha de todo lo que nos hemos esforzado durante todos estos años. Se nota en la cantidad de gente que asiste a nuestros conciertos.

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“Es el primer año que vamos a Estados Unidos, y fue muy sorprendente darnos cuenta que no fue como cuando empezamos en México, con quince personas en los shows, sino un muy buen número más. A pesar de que sea un país diferente, hay muchas personas que se interesan en lo nuestro, no es empezar de cero”, relata César Bernal.

Al ver la buena respuesta que han tenido tanto en México como en Estados Unidos, se les preguntó su opinión ante aquellos sectores del público que siguen pensando que el rock y la banda son géneros que no se mezclan.

“Hay que recordar que todos los géneros que consumimos vienen de una fusión de dos o más. Que se la jueguen de puristas, pues la neta se pierden de lo divertido, lo chilo que hay en el ser artistas: jugarle a ver a qué sabe, a qué suena.

Yo creo que esa mentalidad ya se ha comenzado a ir desde hace unos treinta años, pero más ahorita, que hay un montón de mezclas, creo que es momento de abrir cada vez más la mente y su oído, para que la gente se dé la oportunidad”, opina Pedro Verdez.

En este sentido, César Bernal, considera que este “boom” de fusiones se debe principalmente a la forma en que las plataformas han permitido a los artistas ser escuchados por distintos públicos. “Antes era bien difícil que te gustara el Death Metal y compraras un álbum de José José o de la Banda el Recodo, pero ahora ya se tiene acceso a un catálogo inmenso y de todo el mundo”.

Conscientes del pasado musical de su natal Ciudad Obregón, que sigue siendo una “urbe joven”, ambos músicos de Nunca Jamás reconocen el gran valor de la música regional mexicana, la cual dio identidad a muchos de los habitantes de su tierra relacionados con el campo y la ganadería, pero que inevitablemente se encuentra también en contacto con otras culturas, entre ellas la estadounidense.

“Nuestro objetivo es enorgullecerse de nuestro origen, porque cuando fuimos a la Ciudad de México, fue como tratar de homogeneizarnos, pero luego nos dimos cuenta de que nos reconocían por lo que somos. Así que decidimos levantar esa bandera. Nos gusta el rock, pero somos parte de nuestra cultura que no podemos evitar”, explica Verdez.

Sobre la nueva canción que han grabado con Yoss Bones, los músicos nos cuentan que fue una idea que se gestó hace año y medio, cuando se conocieron en los escenarios del Vive Latino. Pero fue hasta ahora que pudieron concretarlo, después de haber preparado una propuesta que se acoplara bien a los ritmos musicales de ambos.

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“Ella tiene un talento muy grande y una voz bien bonita, bien potente. Ella está en el cotorreo de lo urbano y el Hip-Hop, pero la neta es que trae con qué para cantar cualquier cosa”, dice Pedro Verdez.

El mismo músico cuenta cuál es el sentir que hay en esta canción, la cual “habla de esas relaciones que ya fueron, que ya las tenías borradas uno del disco duro y que de repente te las encuentras en el momento menos esperado. De esas que dices ‘ay, se me apareció el diablo’, pero cuando las miras, las saludas de lejos y cada quien sigue su camino”.

Y si bien, el bajista de Nunca Jamás nos dice que hay veces en las que uno se puede “aferrar” a que algo continúe, también hay que saber reconocer cuando las cosas han terminado, pensando siempre en las experiencias buenas o malas que pudo dejar el compartir un tiempo con alguien.

“Cada relación, aunque se termine, es una lección al final de cuentas, porque nadie nacimos sabiendo. Yo creo que relación tras relación te debería ir haciendo mejor persona, para que entiendas mejor qué es lo que se debe hacer, cómo está la vaina y entiendas como son las reglas en cada experiencia con el amor”, finaliza.

Kevin Aragón | El Sol de México