La banda Rammstein se dice “muy afectada” por acusaciones contra su cantante Lindemann

BERLÍN, Alemania. La banda alemana Rammstein declaró que se siente “muy afectada” por las acusaciones en contra de su cantante Till Lindemann, quien es acusado por varias mujeres de situaciones atemorizantes, incluso algunas de temas sexuales.

“A nuestros fans les decimos: para nosotros es importante que se sientan cómodos y seguros en nuestros conciertos, delante y detrás del escenario“, declaró la agrupación en un comunicado.

La banda berlinesa en torno al vocalista Till Lindemann no ha escatimado en temas escandalosos en los casi 30 años transcurridos desde su fundación. Incluso el nombre de la banda es provocativo. Se remonta a la base aérea alemana de Ramstein, donde 70 personas murieron en un infierno abrasador durante un espectáculo aéreo en 1988.

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En el pasado, muchas polémicas sobre Rammstein fueron primero ignoradas públicamente, luego desestimadas o tomadas a risa, pero esto probablemente no vuelva a ocurrir.

Varias mujeres han hecho acusaciones -algunas anónimas- contra el líder de Rammstein, Lindemann, en los últimos días. Las mujeres describen situaciones que en algunos casos les resultaron atemorizantes.

Señalaron que durante los conciertos se seleccionaba a mujeres jóvenes y se les preguntaba si querían ir a la fiesta posterior al espectáculo. Algunas revelaron que se llegaba a actos sexuales.

La carta continuaba diciendo: “Condenamos cualquier tipo de agresión y les pedimos: no se involucren en prejuicios públicos de ningún tipo hacia quienes han hecho acusaciones. Tienen derecho a tener su visión de las cosas”. La banda, aclaran al mismo tiempo, también tiene derecho a no ser prejuzgada.

En el entorno de Rammstein se dice que el ambiente está decaído, que se busca la reflexión e incluso se habla de “parálisis y shock”. Rammstein se encuentra sumida en una crisis al comenzar en Múnich la etapa alemana de su gira europea.

Los conciertos, concebidos como gigantescos espectáculos, van a continuar. Los implicados no tienen claro cómo va a gestionar la banda toda esta presión.

Las acusaciones ya han arrojado las primeras consecuencias para las próximas actuaciones. No se permitirán más grupos de invitados en la llamada Fila Cero, la zona de seguridad situada justo delante del escenario.

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Durante los últimos cuatro años, se han visto pequeños grupos de mujeres, en su mayoría muy jóvenes y a menudo vestidas de forma llamativa, en los extremos derecho e izquierdo del escenario.

Según allegados a la banda, también ha cambiado el concepto de las fiestas posteriores a los conciertos. Ya no habrá dos fiestas: una grande para los fans de Rammstein y la banda, y otra pequeña para Lindemann y las mujeres.

En el futuro, si acaso, solo habrá una fiesta después de las actuaciones. Aún quedan detalles por concretar en Múnich. El nuevo concepto también repercutirá en la invitación a los fans de Rammstein, a quienes les gusta hacerse selfis con los músicos en tales ocasiones.

Algunos ya se han alejado decepcionados de la célebre banda y en Internet hay mensajes al respecto. Además, las entradas para los conciertos, que en realidad están agotadas, se ofrecen en plataformas de reventa. Sin embargo, no está claro si esto está relacionado con la actual situación.

La banda ha puesto en marcha un concepto de concienciación para los conciertos. Este concepto, ya previsto para las actuaciones en Dinamarca, también se aplicará en Múnich.

Seis empleados vigilarán el estadio en colaboración con los encargados de seguridad por si algo llama la atención. Además, habrá un espacio público seguro adonde podrán retirarse las personas afectadas.

El debate actual también tiene consecuencias fuera del escenario: desde el inicio de la gira de Rammstein en Vilna, la banda ha estado llevando a cabo sus propias investigaciones.

Se dice que ya se han tomado declaraciones a testigos. Un bufete de abogados está interrogando a miembros del equipo y de la banda. También se va a interrogar a mujeres que puedan haberse visto afectadas.

Al parecer, las decisiones sobre las consecuencias se han tomado según el principio de unanimidad que rige entre Lindemann, Paul Landers y Richard Kruspe (guitarra), Christian “Flake” Lorenz (teclado), Oliver Riedel (bajo) y Christoph Schneider (batería).

Hace algún tiempo, Lindemann describió el proceso de toma de decisiones en la banda en una entrevista con DPA: “Trabajo con cinco personas, así que las opiniones a veces divergen. Siempre hay muchas discusiones y peleas sobre qué dirección tomar, sobre los temas, sobre casi todo”.

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Pero más allá de diferencias internas, el conjunto genera polémicas. Durante días, hubo críticas masivas cuando en 2019, en el vídeo de la canción “Deutschland”, los miembros de la banda aparecieron en una secuencia muy corta con ropa similar a la de un campo de concentración durante una ejecución.

La forma en que los seis artistas de Rammstein tratan el tema de las mujeres y el sexo es también un tema recurrente. Para el vídeo de “Pussy”, los músicos recrearon escenas porno.

En la versión de concierto de la canción, Lindemann lleva años salpicando al público con un enorme cañón de espuma con forma de pene. Las prácticas sadomasoquistas -incluidas las homoeróticas- siempre forman parte de los espectáculos escénicos o los vídeos.

En sus proyectos en solitario, Lindemann suele ir incluso más allá. Su volumen “100 poemas” fue objeto de debate en 2020. Sobre todo, por las fantasías de violación, la mención de drogas para cometer violaciones y el sexo con personas dormidas contenidas en el poema “Wenn du schläfst” (Cuando duermes).

Muchos críticos -y no solo mujeres- interpretan los versos como una relativización de actos criminales y un encubrimiento de agresiones sexuales. No creen que Lindemann utilice con frecuencia el yo lírico, es decir, la forma narrativa de un personaje de ficción en primera persona del singular.

En un vídeo para la canción de Lindemann “Till The End” que circula por la red desde hace tres años, también se puede ver al ahora sexagenario integrante de Rammstein en numerosas escenas pornográficas con mujeres jóvenes.

En algunas secuencias se utiliza un libro de poesía y se cita un poema. La editorial Kiepenheuer & Witsch puso fin recientemente a su colaboración con el autor.

Lindemann y Rammstein juegan a menudo con las ambivalencias. En las letras, el anhelo se convierte en odio, el sufrimiento en amor, la violencia en todas sus formas siempre está implicada, las transiciones son fluidas y forman parte del concepto.

El propio Lindemann señaló en una ocasión que no le gusta interpretar sus letras: “Si tuviera que hablar del verdadero trasfondo de todo lo que canto, solo crearía encasillamientos. Creo que es mejor no hacerlo y animar a la gente a que haga su propia interpretación de las letras“.

Gerd Roth / DPA