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Asesinatos de madres buscadoras cimbran a algunos colectivos que han optado por frenar actividades

Además de las madres buscadoras, también han padecido actos similares esposas, hermanas, hermanos, padres y activistas.

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Asesinatos de madres buscadoras cimbran a algunos colectivos que han optado por frenar actividades

Durante el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador han sido asesinadas al menos cinco madres buscadoras que intentaban dar con el paradero de sus hijos desaparecidos. Dichos crímenes han cimbrado al interior de algunos colectivos de búsqueda, ya que han optado por frenar sus actividades.

Nailea Carreño, fundadora y representante del colectivo Una Promesa que Cumplir, dijo en entrevista con El Sol de México que tras el reciente asesinato de su compañera Teresa Magueyal el pasado 2 de mayo en Celaya, Guanajuato, detuvo sus labores de manera indefinida con el propósito de asimilar lo sucedido y brindar seguridad a sus integrantes.

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“La verdad es que después de esto de la señora Tere, yo he decidido que las actividades se detengan; no puedo decir por cuánto tiempo, porque la verdad es una pérdida muy grande y eso (el ataque) nos vuelve a impregnar el miedo”, comentó.

“Si ya las familias empezaban a perderlo, ahora ya lo vuelven a tener, entonces esto es un paso para atrás y que definitivamente viene a hacer un desbalance, entonces por parte del colectivo frenamos nuestras actividades”, lamentó.

La señora Teresa Magueyal se unió a las filas del colectivo Una Promesa por Cumplir tras la desaparición de su hijo José Luis, de 36 años, en abril de 2020, pero hace una semana fue asesinada por dos sujetos que viajaban en una moto mientras ella se dirigía a la tienda en su bicicleta a plena luz del día.

El crimen es el más reciente de los asesinatos que se han perpetrado en contra de madres buscadoras en el país en los últimos cuatro años, sobre todo en Guanajuato —donde han sido asesinadas otras dos madres—, pero también en Puebla y Sinaloa.

En esta última entidad, por ejemplo, fue asesinada la señora Rosario Lilian el 31 agosto de 2022, luego de ser sustraída de su casa durante la madrugada y hallada con huellas de tortura apenas un día después de asistir a misa en conmemoración del Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas.

Ella buscaba a su hijo Fernando Abizaid, quien desapareció en 2019, pero luego de su homicidio, una sobrina anunció que el colectivo “Corazones sin Justicia” que había fundado desaparecería. “No creo que vayamos a poder, ya no vamos a poder buscar a mi primo, eso fue un aviso. No creo que vayamos a poder seguir”, informó.

Además de las madres buscadoras, también han padecido actos similares esposas, hermanas, hermanos, padres y activistas. Un recuento hecho por este diario arroja al menos 11 ataques mortales desde julio de 2019, a pocos meses de que tomara posesión el presidente López Obrador.

Previo a esto, se tiene conocimiento de dos homicidios de madres buscadoras en los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.

Al respecto, Ceci Flores, fundadora del colectivo Madres Buscadoras de Sonora, señaló a El Sol de México que el contraste de cifras entre ambas administraciones obedece a que los colectivos de búsqueda han hecho cada vez más visible este fenómeno.

“Lo que pasa es que ha habido (homicidios de madres buscadoras) siempre, en otros gobiernos anteriores estuvo igual o peor, pero lo que pasa es que como ahora empezamos a hacer colectivos por varias partes del país y visibilizamos lo que estamos viviendo es como la gente se está dando cuenta”, dijo.

En el colectivo que fundó y que preside, Ceci Flores ha sido testigo de cómo las madres que lo integran han sido desaparecidas y torturadas, no obstante dice que gracias a la presión que ejercen para que puedan ser localizadas con vida, son liberadas horas después, pero con signos de violencia.

Ella misma fue reportada desaparecida el 17 de abril pasado, por un lapso de 19 horas. Frente a los antecedentes mencionados y las constantes amenazas que ha recibido por sus tareas de búsqueda, su desaparición causó preocupación al interior de su colectivo y en su familia.

Al siguiente día se supo que el auto en el que se transportaba Ceci, junto a los elementos de seguridad que la acompañan desde que fue integrada al mecanismo de protección de la Secretaría de Gobernación, sufrió una avería mecánica en una zona de Sonora en la que no había cobertura telefónica.

Por su parte, y a pesar de estos hechos en contra de madres buscadoras, descartó que ella o su colectivo vaya a frenar sus actividades, pues estima que es la única esperanza que tienen de encontrar a sus desaparecidos.

“Sabemos a lo que nos estamos arriesgando constantemente cuando estamos haciendo esto, pero también sabemos que es la única manera que tenemos o la única esperanza que tenemos de que nuestros hijos vuelvan a casa (…). Mientras tengamos un desaparecido tenemos que seguir luchando”, afirmó.

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Sin embargo, acusó que los ataques que las madres buscadoras de todo el país es el resultado de la falta de empatía que han mostrado las autoridades para atender esta realidad que desde el 1 de diciembre de 2018 ya suma casi 43 mil víctimas.

Nailea Carreño concordó con esto, pues aseguró que luego del homicidio de la señora Teresa las autoridades locales sólo han establecido contacto con el colectivo para externarles sus condolencias, pero no para ofrecerles apoyo ante el posible riesgo que atraviesan las más de 72 familias que lo integran, las cuales anteriormente ya han recibido amenazas.

“Yo creo que para esta situación ya debimos habernos sentado con el secretario de Seguridad Pública, con el Consejo Estatal de Protección, pero pues no, no se han acercado ni siquiera para proponer una reunión o algo, sus acercamientos se han basado en dar condolencias”, recriminó.

Alfredo Fuentes | El Sol de México

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