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Los restauranteros tamaulipecos ajustan sus precios por la inflación y no sacrifican calidad ni cantidad del platillo

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TAMPICO, Tamaulipas. A fin de no perder más ganancias ni clientes, los restauranteros del estado hacen un ajuste en los costos de insumos como pollo, carne, harinas, refrescos y otros alimentos cuyos precios han aumentado por la inflación, pero sin sacrificar la cantidad ni la calidad de sus platillos.

“Ya hemos visto que algunos no pudieron aguantar los precios y han ido incrementando poco a poco sus menús de forma de no afectar a sus clientes”, dijo José Alfredo Andrade Castillo, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera en Tamaulipas.

Las expectativas de inflación del Banco de México (Banxico) este año son de concluir con 8.5 por ciento, en octubre la inflación fue de 8.53 por ciento anual y 0.44 por ciento quincenal, los alimentos y bebidas se encarecieron 13.87 por ciento respecto al 2021.

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La inflación nos afecta y se refleja en los precios desafortunadamente, independientemente, los aumentos han sido consecutivos ha habido alzas en la harina, el pollo y la carne que usamos mucho”.

Sobre el Pacto de la Inflación del gobierno federal, señaló que no ha sido de gran ayuda, porque no usan solo esos productos, sino que hay otros como el papel de envoltura, el costo de la luz y los combustibles, los refrescos, que son elementos que inciden.

“Es una escalada de incrementos que se ha dejado sentir y la única manera de tolerarlo es modificar los precios para poder seguir siendo competitivos”, advirtió.

Andrade Castillo mencionó que no han contemplado reducir la cantidad de comida a los clientes, para evitar subir los precios.

Lo que menos queremos es bajarle al tamaño y la calidad a la orden, en lugar de llevar un producto de menor proporción preferimos subirle un poco, la calidad sigue siendo la misma, lo que tratamos es de conseguir los insumos en centrales de abasto y con negocios mayoristas para obtener un mejor precio”.

Agregó, “En mi caso particular yo vendo tortas de la barda en la frontera y le compro a Sigma, no compro en las tiendas grandes, sino con el proveedor para tener un mejor precio, y así muchos hacen, porque se obtiene un ahorro comprando con proveedores al menos de un 20 por ciento”.

De esta forma, dijo que se tiene un mayor margen de ahorro y no sacrifican tanto la ganancia, para seguir manteniendo los costos.

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“A eso nos han orillado a comprar al mayoreo, si antes comparabas el kilo ahora lo compramos por barra y nos ha ayudado a tener menos pérdida”, anotó.

Uno de los elementos en los restaurantes que más se consume además de los alimentos son los refrescos, que según el Inegi se han elevado 9.5 por ciento anual, en promedio un refresco envasado costó casi 3 pesos más que en 2021 y en los restaurantes el refresco cuesta aún más que si se compra en una tienda.

El refresco representa el dos por ciento del gasto que hacen los mexicanos y es la bebida más consumida en el país, más que el agua embotellada o la leche, reveló el Instituto Mexicano para la Competitividad.

“Aunque no es un producto que pertenezca a la canasta básica de alimentos, es el segundo producto alimentario al que los hogares destinan mayor gasto después de la carne de res”, reveló Diana Hernández, investigadora de Economía.

Teresa Macías | El Sol de Tampico

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