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La Opinión

Alexander Dugin es el contacto de Vladimir Putin con la extrema derecha de Estados Unidos y Europa

El nacionalista Alexander Dugin ha tenido contactos con Steve Bannon, ideólogo y estratega del expresidente de Estados Unidos Donald Trump

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Con el inmejorable pretexto de Vladimir Putin para invadir Ucrania, de salvar a los grupos separatistas prorrusos de las garras de un gobierno neonazista que estaba violentando sus derechos humanos en Donetsk y Lugansk, no sólo está abusando de los derechos de todos los que no están con él, sino que los está asesinando y no tiene para cuando parar con sus aspiraciones expansionistas. 

El presidente se ha fijado el 9 de mayo, aniversario de la victoria contra los nazis, como fecha límite para celebrar la caída del gobierno represor de ucraniano de Volodímir Zelenski, pero antes de que eso suceda su buena voluntad libertaria ya deja casi dos millones de desplazados, sólo 800 mil son niños; casi tres mil, a sólo dos semanas de la invasión a la nación de la  desaparecida Unión Soviética.

Pero la invasión de Rusia a Ucrania, no se puede entender sin la figura del filósofo nacionalista Alexander Dugin. Procedente de una familia con relaciones militares (su padre era coronel del KGB), nació en Rusia y tras descartar una carrera en el Ejército del país, decidió estudiar filosofía y ciencias políticas.

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Dugin comenzó a coquetear con el satanismo, el ocultismo y el nazismo en la década de 1980. Sus referentes son Lenin, Mussolini, Hitler, el Che Guevara, Rosa Luxemburgo y Charles Manson, entre otros, según aparece en Limónov, un libro de Emmanuel Carrère. Su teoría defiende la vuelta de una Rusia imperial.

El filósofo de cabecera de Putin, hoy con 57 años, cree en un imperio euroasiático que se extiende desde Portugal hasta Vladivostok, una ciudad portuaria rusa que comparte frontera con Corea del Norte y China. En este megaimperio, Rusia sería el eje principal. 

Él mismo se define como “el enemigo de la hegemonía liberal occidental”, y cree que defender a “todas las civilizaciones” le hace “ser peligroso para Occidente y sus élites globalistas”, explicó a El Confidencial en una conversación telefónica.

Dugin sirve como embajador informal para el Kremlin de Putin. El imperio euroasiático que del que habla defiende el fin del liberalismo (en su libro The Foundations of Geopolitics: Russia’s Geopolitical Future) y propone el populismo integral como nueva ideología.

Dentro de esta ola política extrema, Dugin ha establecido contactos con diversos movimientos de extrema derecha en Europa y Estados Unidos: ha tenido contactos con Steve Bannon, ideólogo y estratega del expresidente de Estados Unidos Donald Trump, a quien Dugin llamó ‘el Putin de Estados Unidos’. Ha alabado también a Matteo Salvini y la Liga Norte Italiana y reivindicado el ‘populismo’.

En 2018 estuvo en España, invitado por diversas organizaciones de extrema derecha. Entrevistado por ‘Política Exterior’, señaló entonces que “el liberalismo representa para mí la liberación del ser humano de todas las formas de identidad colectiva: empezó con la religión, los estamentos, las naciones, el género y, en su última fase, la liberación del ser humano de sí mismo como identidad colectiva, a través del posthumanismo y la inteligencia artificial”.

Llamó al represor de Chile, Augusto Pinochet, “dictador liberal” y considera que en aquel momento la esperanza “populista” en España estaba en Podemos, aunque lo consideraba demasiado “liberal” y proponía una unión o alianza con la extrema derecha. 

Por esas fechas, desde la extrema derecha de Vox se empezó a proclamar que parte de sus bases venían de izquierdistas desencantados, al tiempo que empezó a profundizar en el anti europeísmo y a aliarse con movimientos integristas católicos, que en España tienen más tradición que el fascismo.

Desde luego, Dugin apoya al presidente Putin y las acciones expansionistas. Desde 2008 lleva reclamando una intervención militar en Ucrania y ya ha calificado como “neonazis” a los actuales dirigentes ucranianos. También expresó en los primeros momentos de la crisis que Ucrania no tenía entidad histórica, que ahora es la doctrina oficial del Kremlin.

Si usted hace un alto en el discurso de Putin, pues prácticamente está basando sus aspiraciones expansionistas en el extremismo de Dugin, pero no debe de olvidar al mandatario ruso, que todos los líderes que pierden el piso y se sienten conquistadores del mundo, tarde o temprano caen al precipicio.

Ejemplos sobran, en este tiempo o en el pasado, o a lo mejor hay que recordarle a Putin personajes como Hitler, Pinochet, Idi Amin o más recientemente a Saddam Hussein, Muamar el Gadafi o Trump, todos fueron colocados en su lugar en su momento.

El asunto es que ahora Dugin o Bannon, antes, Joseph Goebbels son ideólogos, que ganen o fallen sus ideas, ellos siempre salen por la puerta de atrás, hasta que surgen nuevos extremistas que desempolvan  esas ideas y vuelven a poner el mundo de cabeza. O usted ¿Qué cree?

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