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Política

El gobierno de Guerrero subastará El Partenón, del Negro Durazo

Después de décadas de litigio y planes de convertir la mansión en un recinto cultural, la propiedad que quedó en manos de la administración será rematada

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Foto: Isaac Castillo Pineda

CHILPANCINGO, Guerrero. La propiedad que perteneció al exjefe de la extinta Dirección Federal de Seguridad del Distrito Federal, Arturo El Negro Durazo, conocida como El Partenón, será vendida para generar ingresos al gobierno de Guerrero y porque no tienen ningún uso social o político, afirmó la gobernadora Evelyn Salgado Pineda.

Resaltó que la propiedad ubicada en Zihuatanejo se puso a la venta, al igual que Casa Acapulco y las camionetas blindadas que anteriormente utilizaban secretarios y exgobernadores.

La decisión va encaminada al mismo ejercicio que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador de “devolver al pueblo lo robado”, además de que ve lejana la posibilidad de que su gobierno solicite créditos. En su lugar, se pondrán a la venta esos bienes.

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“Estamos tratando de que se vendan las camionetas, de que se venda la Casa Acapulco, de que se venda El Partenón en Zihuatanejo, de que se vendan algunos muebles e inmuebles que no son necesarios, que no se utilizan para ninguna dependencia y no tienen ningún uso social o político”, precisó Evelyn Salgado.

Colectivos de artistas y prestadores de servicios turísticos habían propuesto que ese espacio fuera designado como un museo u otro espacio público que sirviera como una alternativa de esparcimiento para los vacacionistas.

Los trabajos ya llevaban tal avance que, en 2019, funcionarios de la Secretaría de Cultura federal visitaron el lugar y anunciaron que se haría un rescate para transformarlo en un espacio donde se fomentara la cultura. Sin embargo, la pandemia de Covid-19 retrasó los planes y ayer la gobernadora dejó entrever que no tendrán continuidad.

Arturo Durazo Moreno fue titular de la Dirección Federal de Seguridad del Distrito Federal en el gobierno de José López Portillo. Sobre este obscuro personaje pesaron acusaciones de asesinatos, tortura y corrupción.

A finales de los años 70 mandó construir una mansión en la bahía de Zihuatanejo, similar al Partenón que se encuentra en Atenas, Grecia. Servía como su residencia vacacional, la cual contaba incluso con una discoteca, diseñada igual que la Studio 54 de Nueva York.

Al terminar el mandato del presidente José López Portillo, en 1982, su sucesor, Miguel de la Madrid Hurtado, persiguió al Negro Durazo para enviar un mensaje de combate a la corrupción.

El expoderoso jefe policíaco huyó a Brasil y luego a Puerto Rico, pero finalmente fue detenido en 1984, extraditado a México y encarcelado ocho años por cargos de contrabando, acopio de armas, evasión fiscal y abuso de autoridad.

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La mansión de inspiración griega quedó bajo resguardo del gobierno federal. Luego estuvo sujeta a varios juicios por parte de ejidatarios, fidecomisos y el gobierno estatal, quienes se disputaban su legítima propiedad.

En 1989, el gobierno de Guerrero logró su expropiación, pero la familia Durazo peleó en tribunales por ella. En 2004, un tribunal de justicia administrativa de Guerrero falló a favor del gobierno estatal, pero el hijo del exjefe policiaco, Francisco Arturo Durazo Garza, llevó el caso a la justicia federal.

Al obtener de nuevo un fallo negativo, buscó que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) examinara todo el caso, el cual fue asignado al ministro José Fernando Franco González Salas.

El 28 de agosto de 2019, la Corte desechó la demanda de amparo impulsada por Durazo Garza y confirmó que la propiedad definitiva de la mansión era del gobierno de Guerrero, poniendo fin a largos años de litigio.

Desde el fallo de la Corte, el destino del inmueble era incierto. La edificación continúa cerrada al público y sin ser empleada.

El 21 de febrero de 2020, la entonces subsecretaria de Cultura, Marina Núñez Bespalova, recorrió el lugar acompañada de autoridades municipales y estatales.

Aquel día, en entrevista a medios de comunicación, la exfuncionaria informó que estaba considerando habilitar El Partenón para que la población lo utilizara como un espacio cultural y artístico, de transparencia, claridad, solidaridad y reafirmación de valores.

Semanas después llegó la pandemia de Covid-19 a México y la Promotora Turística de Guerrero (Protur) anunció que los trabajos frenaron.

A finales de la administración de Héctor Astudillo Flores, el exsecretario de Cultura en la entidad, Mauricio Leyva Castrejón, mencionó que tocaría a la administración de Evelyn Salgado Pineda dar continuidad al proyecto. La nueva gobernadora, sin embargo, ayer lo sepultó.

Isaac Castillo | El Sol de Acapulco

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