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La obra de Frida Kahlo alcanza precios récord, pintura se vende en 130 mdd en subasta

“Autorretrato (Yo y mis pericos)”, de 1941, se convierte en el cuadro más valioso jamás vendido de un artista latinoamericano

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Foto: Instagram oficial Frida Kahlo

Sin importar el paso de los años, el interés sobre la vida y obra de Frida Kahlo se ha desbordado a tal grado que para tener alguno de sus cuadros se pagan precios exorbitantes.

Esta vez la obra “Autorretrato (Yo y mis pericos)”, creada por Kahlo en 1941, fue vendida en un precio récord de más de 130 millones de dólares, de acuerdo con Kenny Schachter, profesor de historia del arte, curador de exposiciones de arte contemporáneo y colaborador en Artnet News.

Schachter indicó que el 16 de agosto pasado, una exclusiva casa de subastas organizó la puja que se caracterizó por ser discreta y privada para clientes muy selectos.

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Tras el torbellino que fue su relación con Diego Rivera que llegó a su fin en diciembre de 1940, la artista se adentró en una rutina más tranquila, prestando atención a las cosas ordinarias de la vida como las flores, animales, niños y el campo para sus obras.

En más de una ocasión Frida incluyó a los pericos en sus obras, por ejemplo “Autorretrato con chango y loro“, de 1942, y “Naturaleza muerta con perico y bandera”, de 1951.

No es la primera vez que una obra de Frida Kahlo logra precios récord de venta en subastas, pues su personalidad, estilo y la escasa cantidad de sus obras (146) la convirtieron en objeto de deseo para los coleccionistas en el mundo.

En los años 90, Frida se convirtió en la primera artista latinoamericana en superar el umbral de un millón de dólares cuando su cuadro “Diego y yo” fue vendido en 1.4 millones de dólares. En 2006, “Raíces” (1943) se vendió por 5.6 millones de dólares en una subasta de Sotheby’s en Nueva York.

Diez años después, la casa Christie’s remató la obra “Dos desnudos en el bosque (La tierra misma)”, de 1939, en un precio cercano a los 8.5 millones de dólares y hasta hoy encabezaba la lista de los cuadros más caros realizados por Kahlo.

Como anécdota, la artista había regalado este pequeño cuadro a la actriz mexicana Dolores del Río en 1939 y tras su muerte pasó a manos de su marido, el estadounidense Lewis Riley. Fue subastado por primera vez en 1989 y lo adquirió la coleccionista Mary-Anne Martin, quien se lo vendió al actual dueño, cuyo nombre no fue divulgado.

En noviembre de 2019 se subastó el óleo “Retrato de una dama de blanco” que Frida pintó en 1929 como un obsequio para la fotógrafa mexicana Dolores Álvarez Bravo. Sin embargo, no alcanzó la anterior cifra y se vendió en 5 millones 836 mil 500 dólares.

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Por cierto, Diego Rivera -el amor de su vida- le arrebató en dos ocasiones el récord de la obra latinoamericana más cara vendida en una subasta. La primera vez fue con el cuadro “Los rivales” que se vendió por 9 millones 762 mil 500 dólares en 2018.

Y la pintura más valiosa jamás vendida de un artista latinoamericano era “Baile en Tehuantepec”, que Rivera terminó en 1928. Fue comprada por el empresario y coleccionista de arte argentino Eduardo Constantini a una colección privada fuera de México por 15.7 millones de dólares en 2016.

En julio de 2020 acaparó los titulares de la prensa el “robo” del cuadro “Autorretrato (Yo y mis pericos)” en la casa de un coleccionista en la Ciudad de México, quien incluso levantó una denuncia ante las autoridades.

El hombre afirmó que una pareja se interesó en comprar la obra y cuando llegaron para concretar la venta y tras algunos tragos, él quedó inconsciente, lo que fue aprovechado para que se llevaran joyas, dinero y cuadros, entre ellos éste de Frida Kahlo.

Sin embargo, el supuesto coleccionista nunca pudo comprobar la procedencia legal de las obras y su autenticidad.

Finalmente se descubrió que la historia tenía tintes inverosímiles porque la obra original estaba en el Museo Whitney de Nueva York. De hecho, la obra se encuentra en Estados Unidos desde 1941 cuando Mattilda Geddins Gray la compró tras visitar a Frida y Diego Rivera en su casa de Coyoacán.

Ahora, ocho décadas después, “Autorretrato (Yo y mis pericos)” pasó a manos de un coleccionista asiático secreto, logrando tener la pintura más valiosa jamás vendida de un artista latinoamericano.

Perla Ramírez | El Sol de México

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