Crisis de Covid-19 obliga a tijuanenses a mudarse a casas más pequeñas y baratas

TIJUANA, Baja California. La crisis económica derivada de la pandemia del Covid-19 hizo estragos en el mercado inmobiliario de Tijuana, que mutó de las rentas en dólares a fijar precios en pesos y a buscar espacios más pequeños, ante la solicitud de los clientes que no cuentan con recursos para continuar en casas grandes.

Andrés Soriano Padilla, presidente de la Asociación de Profesionales Inmobiliarios de Tijuana (APIT) explicó que, ante la incertidumbre económica, las familias buscan casas que ronden los 500 dólares mensuales (alrededor de 10 mil 500 pesos).

“Este tiempo de contingencia se ha incrementado la renta de vivienda a un costo más bajo”.

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Han habido muchos cambios en la demanda desde hace tres meses, cuando se declaró la emergencia de salud por el coronavirus, las empresas dejaron de operar y muchas personas se quedaron sin empleo (30 mil en Baja California). Uno de esos cambios es el aumento de peticiones de clientes para dejar su hogar y buscar viviendas económicas para vivir.

Esto obligó a los agentes inmobiliarios a buscar alternativas, ante la movilización de los clientes en menos de un trimestre, como no se había dado en un tiempo en la ciudad fronteriza, desde la crisis económica de 2008 en Estados Unidos.

La solicitud de renta de este tipo de viviendas aumentó en un 80 por ciento, precisó Soriano Padilla, quien advirtió que el mercado no se detiene y continuará con cambios en los tiempos y en las formas de pago por parte de los inquilinos.

En ese sentido, informó que los asesores de bienes raíces han implementado nuevas estrategias para pactar con los clientes la manera en la que se pagará la renta de sus casas, una es pasar de los contratos en dólares a pesos.

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Soriano agregó que “congelar” los precios es una opción y que se busca que convenga a ambas partes.

“Los agentes inmobiliarios lo que hemos tenido que hacer es fungir como intermediarios”.

El mercado inmobiliario es uno de los más atractivos en Baja California. En 2018 dejó una derrama económica de 360 millones de dólares en los municipios de Tijuana, Playas de Rosarito y en el puerto de Ensenada (los últimos dos con vocación turística).

Además, significó en 2019 una generación de 15 mil 500 empleos directos y 25 mil indirectos en dichas ciudades bajacalifornianas.

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En contraste, este 2020 se ve un panorama más complicado para el sector, respecto a los últimos tres años, debido a la crisis económica a nivel mundial, por el cierre de empresas a raíz del coronavirus.

En el mercado de Tijuana ha habido menor actividad, esto debido a que un gran número de personas modificaron su nivel de ingresos o perdieron el empleo, compartió Soriano Padilla.