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Baja California

Las bendiciones sobre ruedas y rezos virtuales por Covid-19 sustituyen a las misas de Tijuana

El coronavirus suspendió todas las misas y cultos religiosos, lo que ha orillado a las iglesias a idear formas para estar en contacto con sus fieles

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Ramón González Ponce, Vicerrector del Seminario Menor en Tijuana
Ramón González Ponce, Vicerrector del Seminario Menor en Tijuana. Crédito: Yolanda Morales

TIJUANA, Baja California. Todos los días, a las 8 de la noche, salen dos carros del Seminario Menor en Tijuana, ubicado al este de la ciudad, a realizar un recorrido por los hospitales donde se encuentran los enfermos de Covid-19. Es una visita de esperanza, mencionan los sacerdotes que participan en esta nueva evangelización que se transmite por redes sociales en ausencia de misas.

Como el confinamiento por la pandemia impide que los fieles se congreguen en los templos, son ahora los sacerdotes católicos quienes salen de las iglesias para bendecir a los creyentes y rezar por los enfermos.

César López es el párroco encargado del “visiteo” durante los días sábados. Él menciona que es importante realizar este recorrido porque no se puede celebrar la misa, “pero lo que la iglesia sigue celebrando, es la presencia de Cristo a través de esta forma consagrada; a través de este recorrido la gente nos acompaña por Facebook o YouTube porque la gente siempre está necesitada de esperanza y de Dios”.

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Desde el pasado 24 de marzo se suspendieron las misas en las iglesias y desde entonces, un par de camionetas y un sacerdote acompañado de la imagen del Santísimo recorren las calles de Tijuana para realizar un “visiteo” por los hospitales y clínicas que atienden a pacientes que padecen coronavirus. Es la religión sobre ruedas en tiempos de distanciamiento social.

El Vicerrector del Seminario Menor en Tijuana es el sacerdote Ramón González Ponce, quien todos los días narra minuto a minuto de lo que sucede en el recorrido que dura una hora.

“Rezamos por los enfermitos de coronavirus y pedir especialmente por sus familiares porque no los ven, y solamente están con lo que les dicen, van a recibir una llamada para decirles que ya se fue o que se recuperó. (Queremos) hacerles sentir presencia de que oramos por ellos” apunta González Ponce.

El recorrido también se transmite en redes sociales. Un automóvil va detrás de la camioneta y un sacerdote relata lo que sucede en vivo; y no solo eleva sus oraciones por los enfermos de coronavirus sino también por los altos índices de violencia que existen en Tijuana.

“Con tristeza vemos que el problema no es solamente el coronavirus, la violencia sigue matando. Si no cambiamos de actitud, nos vamos a destruir solos”, expresó el Vicerrector del Seminario Menor en Tijuana.

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Jorge Aguilera, feligrés católico, acompaña a los padres durante el recorrido. A él le toca ser uno de los choferes y una vez por semana participa en este “visiteo” que se realiza por los hospitales y clínicas.

“Para nosotros es un privilegio poder servir para acompañar a Jesús, es un privilegio porque vamos toda la familia y vamos en recorrido a la Clínica 1. Nosotros tenemos fe. Hay mucha gente que no puede salir, que está en los hospitales. Aunque sea que pasemos por la calle, mucha gente lo siente, igual hay personas que pasan indiferentes, si supieran el regalo que es, yo digo que no estaría así el mundo por falta de fe”, dice el creyente.

Los recorridos seguirán hasta que bajen los contagios en la entidad y puedan reactivarse las misas bajo los estándares de la nueva normalidad.

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