Con sarape y sombrero: así es la tumba de José Alfredo Jiménez

DOLORES HIDALGO, Guanajuato. Cada fin de semana, el Panteón Municipal de Dolores Hidalgo se llena de turistas mientras se escucha en el aire Caminos de Guanajuato, la icónica pieza del gran cantante y compositor mexicano José Alfredo Jiménez.

Dolores Hidalgo, aparte de ser la cuna de la Independencia, vio nacer a quien fuera uno de los más famosos cantautores de la música popular mexicana.

El ídolo de varias generaciones descansa en el panteón municipal, donde un mausoleo en forma de sarape y sombrero charro alberga sus restos.

Luis, un trabajador que ofrece sombreros y sarape a la gente para tomarse la foto en el lugar, comenta que la última voluntad del cantautor era tener de epitafio “la vida no vale nada“. Esto, como autocastigo por no haber compuesto una canción dedicada a Guanajuato cuando su hermano Nacho se lo pidió.

Años después su hermano murió en Salamanca por una enfermedad y José Alfredo compuso la canción Caminos de Guanajuato, en la que le dedica una estrofa.

“Camino de Guanajuato

que pasas por tanto pueblo,

no pases por Salamanca

que ahí me hiere el recuerdo,

vete rodeando veredas,

no pases porque me muero”

JOSÉ ALFREDO JIMÉNEZ

La tumba de José Alfredo Jiménez fue diseñada 25 años después de su muerte. En un principio esta era un muy sencilla tal como él lo pidió antes de morir. Luego su madre mandó poner una capilla con un busto, pero poca gente podía verla ya que siempre estaba cerrada.

Finalmente su yerno Javier, a petición de la familia, diseñó lo que hoy se conoce como su tumba: un sombrero y un sarape, que fue inaugurado en 1998 para su aniversario luctuoso.

El sarape tiene la forma de los caminos de Guanajuato, además de tener aproximadamente 200 divisiones de colores, donde hay 119 títulos de sus canciones más famosas. Y supuestamente, los espacios vacíos son las canciones que no salieron al público o no se grabaron.

Al final del camino, como quien dice, tras lomita, se encuentra el sombrero que está adornado de cristales azules. Y abajo del mismo se puede apreciar el epitafio que dice: “la vida no vale nada”. En el sitio no faltan quienes venden discos, fotos o un recuerdo de José Alfredo.

En este mismo lugar se encuentran los restos de su mamá, quien falleció 12 años después del compositor.

“Todos los días hay quien llega a visitar el lugar, pero cuando hay más afluencia de turistas es el fin de semana” comenta Luis. El  panteón se localiza en la calle María Guadalupe número 23 y está aproximadamente a 20 minutos del centro de Dolores Hidalgo.

Por Andrés Téllez Ramírez